Idelcoop cumple durante este mes de octubre 42 años de existencia, más de cuatro décadas de trabajo y militancia con la bandera del cooperativismo transformador en los más disímiles contextos .
La fundación Idelcoop fue creada en el año 1973 por el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos Coop. Ltda. (IMFC), orientada al desarrollo de acciones de capacitación, difusión, investigación y asistencia técnica en el campo del cooperativismo que se inscribe en la larga historia del cooperativismo de crédito argentino en general, y del IMFC en particular.
“Idelcoop cumple un nuevo año de existencia y lo hace renovando su compromiso con la difusión de los valores y principios de la cooperación.
En un mundo en que priman proyectos mercantilistas, predadores, autoritarios y excluyentes el cooperativismo transformador tiene mucho que aportar al debate de ideas y a la construcción de propuestas capaces de contribuir a la formación de un orden social más justo, solidario y democrático.
En estos tiempos de definiciones, Idelcoop como espacio pedagógico del movimiento de crédito cooperativo de Argentina reafirma sus apuestas y sueños. Lo hacemos con alegría y decisión, con los pies en la tierra y la mirada en el cielo”, destacó su director Pablo Imen.
HISTORIA Y TRAYECTORIA
En octubre de 1973 el IMFC funda en la ciudad de Rosario (Santa Fe) el por entonces llamado “Instituto de la Cooperación – Fundación Educacional”, con el objetivo de promover, realizar y estimular la educación y la capacitación cooperativa, así como los estudios e investigaciones orientados a fortalecer, actualizar y enriquecer el acervo del cooperativismo.
Favorecido por la recién sancionada Ley de Cooperativas N° 20.337/73 que determinaba que el 5% de los excedentes repartibles de las entidades debía ser destinado a actividades educativas, Idelcoop comenzó a desarrollar sus tareas en 1974, centralizando gran parte de las actividades educativas de las cajas de crédito nucleadas en el IMFC a fin de contribuir con la formación doctrinaria y técnica de sus dirigentes, funcionarios y empleados; como así también la difusión entre la masa de asociados de los principios rochdaleanos y su aplicación a la realidad argentina.
El inicio de su actividad se dio en un contexto político, social y económico promisorio para el país y el movimiento cooperativo. Por eso, el proyecto se enmarcaba en una concepción que convocaba a una “educación cooperativa para la liberación”, como planteaba el lema que presidió el primer Seminario Latinoamericano de Educación Cooperativa desarrollado en Buenos Aires en marzo de 1976 por iniciativa de Idelcoop, con el auspicio de la Organización de Cooperativas de América, el Instituto Nacional de Acción Cooperativa y el apoyo de las diferentes expresiones del Cooperativismo argentino a través de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (hoy Cooperar). En el marco de la promoción de la “liberación nacional y social” impulsada en esos años por movimientos sociales y políticos en gran parte de Nuestra América, se proponían actividades de educación cooperativa que, basadas en la concepción de la “educación popular” –que desde lo aportes de la larga tradición de propuestas pedagógicas liberadoras que reconocen su punto de partida en Simón Rodríguez y ubican a Paulo Freire y su obra como un momento de madurez de las mismas– y marcada por una profunda intencionalidad político-pedagógica de carácter emancipador, estimulasen una práctica social para la transformación de la realidad y del propio proceso de enseñanza-aprendizaje.
En ese contexto, entre los diferentes cursos y talleres destinados a dirigentes y empleados de las cajas de crédito, otros sobre Cooperativismo escolar, y conferencias y cursos especializados realizados en colaboración con el Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE), se destaca la realización de las llamadas “Escuelas móviles”: actividades educativas basadas en las técnicas pedagógicas de dinámicas de grupo, destinadas a difundir los principios y métodos de la cooperación en todos los ámbitos del movimiento cooperativo. En el área de difusión, la actividad estuvo focalizada en la publicación de los “Cuadernos del Instituto” y de la “Revista Idelcoop”, de considerable valor doctrinario en el plano nacional e internacional, tanto por los asuntos que trataba como por las cualidades de los especialistas que colaboraban en ella.
Sin embargo, la instalación de la última dictadura militar en 1976 modificó sustancialmente las condiciones de desarrollo de los movimientos sociales, entre ellos las entidades cooperativas, por lo que la propuesta educativa de Idelcoop tuvo que adecuar sus objetivos inmediatos a las nuevas condiciones. En ese contexto, y con la constitución de los bancos cooperativos, cada nueva entidad organizó su propia estructura de capacitación, aunque Idelcoop mantuvo una intensa actividad pedagógica, tanto para los dirigentes como para los funcionarios y empleados, con orientaciones técnicas y metodológicas adaptadas a las diferentes necesidades y posibilidades.
Este recorrido muestra como rasgo permanente por parte de Idelcoop la búsqueda de acompañar las definiciones del Movimiento con un modelo pedagógico participativo, democrático y con la intencionalidad de proveer herramientas y conceptualizaciones que facilitaran transformaciones efectivas de las prácticas y los modos de pensar y leer la realidad por parte de todos los miembros de las cooperativas asociadas, en función de las condiciones políticas en cada escenario histórico concreto.
Si las entidades solidarias ligadas al IMFC fueron un primer destinatario de las propuestas pedagógicas ofrecidas por Idelcoop, otras cooperativas y entidades de la economía social también han ido manifestando necesidades de formación y fortalecimiento que fueron oportunamente atendidas, sobre todo a partir del año 2000, a tono con la revalorización de lo cooperativo que se manifestó en el periodo inmediatamente previo y posterior a las crisis del 2001. Las empresas recuperadas y autogestionadas, en este escenario, se han convertido en uno los principales focos de atención. Así, se confirma que el desarrollo de una línea de trabajo específica más allá del IMFC potencia el intercambio con el sector cooperativo amplio, al tiempo que representa un modo de acercar la propia concepción cooperativa al conjunto, objetivo prioritario y fundante de la Entidad.
Un tercer universo que requirió la intervención de Idelcoop fue el Sistema Educativo Formal -en distintos niveles y espacios- con el que también se ha ido avanzando en propuestas cada vez más significativas, fundamentalmente orientadas a la formación de docentes en cooperativismo; experiencias que enriquecen tanto a la escuela como al movimiento cooperativo.
Finalmente, se ha consolidado el trabajo orientado a dar respuesta a diversas demandas del Estado Nacional y de algunos Estados Provinciales, asociadas al diseño e implementación de proyectos de formación a desarrollar en el marco de los respectivos programas y/o procesos de trabajo de estos organismos para el fortalecimiento del cooperativismo en diversos sectores y áreas geográficas del país.
Lo reseñado hasta aquí evidencia que Idelcoop se constituyó desde sus inicios como uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de la actividad educativa desplegada por el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, desde el desafío de contribuir a la construcción de una nueva cultura, en pos de una sociedad más justa, igualitaria y democrática; y asumiendo el carácter intrínsecamente educativo de la praxis cooperativa como herramienta de transformación social.
Desde su creación se mantuvo invariable la apuesta por la promoción de una praxis asentada en los valores de la cooperación y orientada hacia la transformación emancipadora de la sociedad, hacia la construcción de un orden basado en la justicia social, la libertad y la solidaridad.
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