Revista Idelcoop nº 246 - Julio 2025 - ISSN Electrónico 2451-5418 / Experiencias y Prácticas
Idelcoop Fundación de Educación Cooperativa
Chirimbote, 10 años de una cooperativa editorial para infancias libres
Entrevista a Cecilia “Checha” Merchán, socia de la cooperativa
Ana Laura López[1]
Foto: Pamela Durán
Chirimbote es una editorial cooperativa que –en sus propias palabras- “promueve nuevas miradas y enfoques de la vida y el mundo, convencidas y convencidos de que la industria cultural dominante no comprende las inquietudes de una nueva generación de niñas y niños”. El proyecto cumple 10 años durante 2025, una década que puede parecer mucho o poco, según cómo se lo mire, pero en los que atravesaron, con una línea editorial muy definida, tenaz y transformadora, los diversos contextos políticos y culturales por los que este mundo transita. Sin embargo, sostienen y amplían sus producciones. Este ejemplo de gestión y sustentabilidad de un proyecto editorial y cooperativo invita a pensar maneras, estrategias y sumar miradas a las disputas de sentido y narrativas, con una agenda propia que discute de frente con el modelo que se pretende imponer desde los poderes hegemónicos.
En su página web se puede recorrer el catálogo de las famosas Antiprincesas (con las historias de Frida Kahlo, Juana Azurduy, María Remedios del Valle y otras más contemporáneas como Susy Shock o Micaela García). También están los Antihéroes, Libros sobre ESI para chiques, infancias libres, educación en diversidad, Científicas, Masculinidades, entre otras categorías.
“En Chirimbote creemos en infancias curiosas, que juegan, crean y se animan a preguntar. Nuestros libros acompañan esos caminos con historias que desafían estereotipos y celebran la diversidad. Porque un mundo más justo empieza con infancias libres, con amor, con empatía y con palabras que transforman”, agregan en su descripción institucional.
En la siguiente entrevista, Cecilia “Checha” Merchán[2], una de las asociadas de la cooperativa, recorre la historia de la editorial y analiza su actualidad y definiciones políticas institucionales enlazadas a una mirada del mundo y de la gestión del trabajo colectivo.
¿Cómo están viviendo estos 10 años de la editorial?
Para Chirimbote tener 10 años como cooperativa editorial es un montón. Sostenernos, no solamente laboralmente, sino hacer cosas en las que creemos, que queremos, que disfrutamos también colectivamente, es algo maravilloso para esta etapa histórica de la Argentina y del mundo.
Y por eso, el año pasado decidimos celebrar los 10 años con todo, primero con un material específico que es el libro Todo Antiprincesa y Antihéroes. Se trata de nuestra colección estrella con la que se originó y se hizo conocer Chirimbote. Y este libro, que es un compilado de todas las ediciones, que además agrega nuevas antiprincesas y nuevos antihéroes, es realmente hermoso, es un libro escrito por Nadia Fink, ilustrado por Pitu Saa, y diseñado por Martín Azcurra, que son los tres iniciadores de Chirimbote.
Esa es como una de las perlas del año, que además se está vendiendo un montón, un montón de gente que lo quiere, que lo busca, pero también tenemos como otras novedades, como por ejemplo una página web súper renovada, con materiales, con notas, donde vamos agregando nuevas cosas también y todo nuestro catálogo desplegado de una manera muy piola.
También reforzamos toda nuestra área de talleres de formación. Ya hace casi tres años que los llevamos adelante, pasan miles de personas, y abordamos distintos aspectos de la educación sexual integral desde una perspectiva que contempla las discapacidades, el antirracismo, desde la posibilidad de pensar la salud y la educación sexual. También, para personas adultas, hablamos de menopausia y de un montón de temas que nos nutren, que nutren a toda nuestra comunidad Chirimbote, y ahora vamos por mucho más, porque empezamos en agosto con talleres simultáneos.
¿Cómo fue creciendo la editorial cooperativa a lo largo de todos estos años?
Actualmente la integramos de manera constante ocho personas con distintos recorridos. Están los tres que te mencionaba, que son los que dieron origen, también hay otras personas que están hace muchísimo tiempo, como Lara Fleita, que es quien lleva adelante todo lo administrativo, la distribución de los libros, que es un laburo enorme, la que mira la tiendita, bueno, todas esas cuestiones que son fundamentales. Y también la empezamos a integrar otras personas como yo, que tenemos también distintas trayectorias, hay jóvenes de 20 años, y hay otras como yo, con 55, con una trayectoria en otras áreas de la vida, como en el espacio más de lo político. Siempre estuve muy cerca de Chirimbote, porque ya en el 2015 hicimos el primer libro para personas adultas, lo hicimos junto con Nadia Fink, y a partir de ahí siempre estuve muy cerca. Yo me incorporé a la cooperativa en el 2022 y para mí fue una posibilidad enorme, hermosa, de poder estar aportando desde mi lugar, desde mi historia, desde lo que tengo para traer, pero también con una posibilidad de creatividad, de apertura enorme.
Impulsé desde el inicio toda el área de formación de Chirimbote, donde ya también somos un montón más. Se van abriendo nuevos espacios, también he editado ya varios libros de otras autoras, hemos escrito libros nosotras, tenemos una nueva colección que es “Científicas”, a la que también le dimos inicio junto con Nadia. Ahora estoy con dos libros, o sea, estamos todo el tiempo produciendo y generando cosas desde un lugar creativo y desde un lugar muy amigable en lo que podemos llamar el mundo del trabajo.
Foto: Pamela Durán
¿Cómo se organizan en la cotidiana de la cooperativa y cuáles son las particularidades del rubro en ese sentido?
La forma de funcionamiento es muy buena, muy dinámica, no es burocrática. Tenemos una lógica de mucho diálogo interno. Tenemos un grupo que se ocupa de redes, para nosotros las redes sociales son muy importantes porque tenemos una comunidad en las redes de miles de seguidores. Intentamos lo que comunicamos a través de las redes sea sin caer en un discurso fácil, sino que tratamos siempre de sostener nuestro propio lenguaje, nuestro propio discurso, tratar de tomarnos el tiempo, y que aun así las redes tengan mucho movimiento. En eso hay un equipo de trabajo importante, que todo el tiempo está discutiendo y charlando y viendo cómo llevarlo adelante.
Tenemos otro equipo de contenidos, en donde no solamente definimos lo que vamos a hacer por año, sino que también en ese mundo de contenidos recibimos nuestras propias publicaciones, revisamos todas las publicaciones que nos envían, no nos queda nunca ni una publicación sin mirar. Tomamos decisiones sobre esas publicaciones, si las vamos a editar o no, de qué manera. Tomamos también decisiones con respecto al papel, de cuánto vamos a utilizar en cada uno de los materiales. En contenidos vemos todo lo que tiene que ver con los libros en sí, y es un espacio también donde interactuamos constantemente.
Después tenemos un ámbito donde participamos todos y todas las integrantes de Chirimbote, que es una reunión semanal, donde nos vamos intercambiando todo lo que va pasando. Por un lado, la diaria: tenemos que resolver tantas ferias, quién va, dónde va, dónde están nuestras redes, a quién tenemos en Ushuaia, a quién tenemos en Santa Fe, a quién tenemos en Tucumán, todo eso resolvemos, y también nos vamos poniendo al tanto de las cuestiones más generales: en contenido estamos viendo todo esto, en redes estamos viendo todo esto, y eso se va discutiendo ahí.
Y también tenemos un área que es la de talleres, con un equipo constante, y tenemos equipos que también van incorporándose en alguna de estas áreas. Entonces, por ejemplo, ya en el área de talleres, no solamente estamos las que somos integrantes constantes de Chirimbote, sino un montón de otras compañeras que forman parte y que van entrando o saliendo de acuerdo a lo que vamos trabajando. Pero todo esto se hace en un diálogo permanente.
Y después, por supuesto, tenemos nuestras asambleas anuales, somos muy puntillosos en todo lo administrativo, con un equipo que se encarga de eso.
La realidad actual de las cooperativas de trabajo es muy compleja en este contexto económico, ¿ustedes están llegando al nivel de retribuciones deseado?
Intentamos que los retiros sean dignos, tenemos retiros mensuales realmente dignos para los ocho integrantes. Contamos con una base muy importante, y después todas las personas que participan tienen también retribuciones con base en su participación puntual en alguna de las actividades o en alguna de las tareas.
Y hay veces que en lo personal aparecen otras propuestas de trabajo y eso también lo charlamos. A algunos de nosotros o nosotras a veces nos proponen cosas que están muy por fuera de la editorial, y que nos llevan más tiempo, entonces lo charlamos: Che, ¿vale la pena que yo me mande en esto? O vemos si podemos hacer un retiro diferente, eso ha significado que discutamos. A veces nos piden a Nadia o a mí que escribamos, o que hagamos otras cosas, o a Pitu que haga sus ilustraciones. Decimos: Veamos, o sea, ¿qué necesitamos? Le vamos a dar fuerza y la idea nuestra es (si bien podemos hacer otras actividades, otras acciones laborales si lo necesitamos) que todas las personas que somos parte de la cooperativa le pongamos mucha ficha a la cooperativa. Eso también es un orgullo, a nivel cooperativo, poder decir que vamos intentando fortalecer nuestro proyecto laboral, que es este. A pesar de que podemos hacer otras cosas, lo principal para todos nosotros es este.
Foto: Pamela Durán
¿Y con qué desafíos se encuentran por el hecho de ser una editorial cooperativa?
Podemos definir dos desafíos. Por un lado los de contenidos, pensá que Chirimbote nace en el 2015, en la “era Macri”[3]. Entonces, aparece el Antiprincesas de Frida Kahlo que fue un boom, y luego nació Juana Azurduy, otro boom alucinante. Las niñas se identificaban con una heroína que hasta unos años antes era desconocida, incluso comenzaron a hacer sus cumpleaños vestidas de Juana Azurduy, es decir, se comenzaron a identificar con esas antiprincesas, con algo de esa valentía histórica desde esta perspectiva. Pero bueno, después surge el desafío de cómo sostener eso, cómo sostener el boom, cómo hacer que eso que fue una locura se sostenga en el tiempo, y que se sostenga con la misma línea editorial, sin romperla. Seguir recuperando aquellos personajes que para nuestra perspectiva del mundo hay que recuperar. Y lo pudimos hacer, sostener, y amplificar. Y eso fue durante el gobiernos de Mauricio Macri, época en la que se empezaba a batallar esa perspectiva histórica y otras discusiones y la recuperación de la historia empezaba a ser desde otros lugares.
Pero también en esta etapa me parece muy importante destacar todo lo que hemos hecho y cómo hemos recuperado otras perspectivas, no solamente las infantiles, sino empezar a trabajar el gordo odio, trabajar las discapacidades y estas dichas y expresadas poéticamente, o en novelas. Y todo esto es parte de ese desafío: sostener en tiempos de oscuridad, o en tiempos de bombardeo nuestras propias conquistas.
Somos una parte muy importante del mundo, una parte muy importante de la humanidad, no somos poquitas las personas que creemos en la diversidad en todos sus aspectos, la diversidad sexual, la diversidad corporal, la diversidad racial, que creemos en la diversidad de la naturaleza también. Somos muchísimas las personas que creemos que es por ahí, que podemos vivir mejor, de una manera más saludable.
Y creemos que nos merecemos sostener esa perspectiva, también de manera creativa. Por eso ese es nuestro desafío editorial. Vivimos ante una proscripción, no solamente política hacia una dirigente como Cristina[4], o en la violencia desatada sobre opositores u opositoras; sino que también lo hay sobre la educación sexual integral, sobre las diversidades, sobre esta posibilidad de ver el mundo de una manera más rica. Entonces cuando la proscripción es para todo eso, lo que tenemos que hacer es levantar nuestras voces, levantar nuestra perspectiva, levantarla de una manera amorosa y contundente. Quizás no es tanto una batalla lo que tengamos que dar, sino una siembra, sembrar, seguir sembrando, sembrando cuando todo parece que hay que dar una lucha horrible, no, no, sigamos sembrando porque esto está, hay una tierra rica y fértil que somos toda esa cantidad de gente que queremos vivir de otra manera entre nosotras, entre nosotres como personas. Entonces ese es un desafío editorial que incluye cómo queremos que sea nuestro proyecto laboral.
Y el otro desafío es nuestro proyecto laboral como cooperativa que tiene que sostenerse en esa idea, en la diversidad, en la creatividad, en el no estar totalmente rayadas, locas, peleando entre nosotras como personas. Vos dame, vos sacame, esto es mío, esto es tuyo. Todo eso es un desafío de toda cooperativa de trabajo donde nos parece que es fundamental, pero también lo es tener un sueldo digno, un retiro, tener una forma de sostenernos cuando alguien tiene alguna dificultad, por ejemplo, es el único espacio de trabajo donde he visto el valor que le damos a la salud mental de nuestros integrantes. Si alguna de nosotras, alguno de nosotros está en un estado complejo de angustia, de salud mental, hay un acompañamiento muy zarpado dentro de nuestra cooperativa.
Todo esto es un desafío, y por supuesto sostenernos como empresa, y que siga siendo una posibilidad de trabajo. Y creemos que esa posibilidad de trabajo la estamos teniendo gracias a tener también esta forma y esta perspectiva cooperativa.
¿Cómo es la respuesta de los públicos, lectores, lectoras sobre sus producciones respecto de esos inicios? Pensando en ese boom inicial y teniendo en cuenta los cambios de contextos, de narrativas en la sociedad, de las batallas que están dando las derechas.
Mirá, yo creo que por arriba está todo cerrado, pero es impactante la cantidad de gente que está haciendo cosas en todo el territorio. A mí eso me llena de esperanza (eso siempre me llena de esperanza a lo largo de toda mi vida en la Argentina).
Es como que por ahí hasta incluso ni siquiera eso tiene una expresión política clara donde todas esas personas nos sintamos representadas, pero es impactante la cantidad de gente que hace cosas. Chirimbote tiene un aporte constante. Ya en los talleres, para que tengas una idea, terminamos un taller donde ponemos en discusión las infancias y las pantallas, cómo trabajar con las infancias. Y tuvimos que comprar un Zoom más grande porque había más de 100 personas inscriptas. Cuando abordamos cualquiera de los temas en los talleres (educación sexual para personas adultas, niñeces, salud mental, etc) se llenan de gente que quiere hablar de esto, que quiere poner esto en discusión y se van creando redes. Trabajamos con sindicatos o se han creado redes de pediatras a través de nuestros talleres. Te cuento una hermosa: fui a dar un taller en Mina Clavero, a un instituto terciario de docentes, y habrá habido unas 60 personas que estaban muy deprimidas, hace un año más o menos. Estaban muy bajón, “que no había nada, que no se podía nada”. Yo les decía: ¿Por qué no pensamos que en cada escuela debe haber una persona aliada? No pensemos que va a haber mil, sino que hay una persona aliada. ¿Cómo hacemos para crear una red con todas esas personas? Bueno, la cuestión es que ese taller estuvo tan bueno, que ahora se armó una red de educación sexual integral en el Valle de Traslasierra[5], no se puede explicar la cantidad de gente. Son redes presenciales incluso. Y me escriben esas docentes que fueron parte de aquel taller donde todo surgió, donde nos pusimos todas a pensar, y ahora en ese grupo hay desde inspectoras, docentes, madres, padres, es enorme la red que se creó.
Digo ese ejemplo, pero puedo hablar de un montón de otras cosas que se van dando. Y así como se manifiesta en Chirimbote, creo que se manifiesta también en movilizaciones que se van dando, no es que estamos apagados, estamos en un momento muy complejo, no solamente de la Argentina, sino del mundo. Un momento donde los 20 hombres más ricos del universo tienen el mismo dinero que todas las mujeres de África.
Creo que nuestro pueblo, la gente, quiere vivir de otra manera. Queremos todas las personas vivir de otra manera y creo que en esa línea tenemos que activar. Chirimbote en eso es como un gran lugar, como comunidad, tanto en las redes, como en lo presencial, como en la vida, como en todo lo que recibimos.
Yo no te puedo explicar la cantidad de mensajes de gente que nos escribe contando sus cosas, contando sus problemas, sus dificultades, qué hacer con esto, qué hacer con lo otro. Además de propuestas editoriales, nos llegan un montón de historias y cuestiones que van pasando en todo el territorio. Creo que eso es muy vital.
Algo muy importante también es que nuestras compañeras de redes contestan todo, absolutamente todo lo que llega a las redes, y lo hacen también trabajando con los equipos. Si llega alguna consulta de talleres, organizamos y vemos si hay una respuesta para eso, y a lo mejor no podemos dar un taller ahí, pero sí pueden llegar algunos libros que dicen cómo hacer los talleres. Nosotras todo el tiempo tenemos propuestas de cómo poder hacer que todo esto se multiplique.
Nuestro libro Infancias Libres es eso, ¿no? Nuestro libro Infancias Diversas es eso. Vos agarrás ese libro, lo tenés en la mochila, y con ese libro podés dar tu taller en cualquier parte. Como editorial es también una propuesta, y una apuesta a que todo se multiplique.
Foto: Pamela Durán
¿Y cómo financian todas estas actividades? ¿Cómo se organizan desde ese lugar?
Cobramos por los talleres virtuales a las personas que participan y logramos autofinanciarlos. Y con eso sustentamos los talleres virtuales. Es buenísimo, porque podemos pagarles a las personas que invitamos. Si hablamos de discapacidad, vamos a invitar a activistas disca. Si hablamos de gordo odio, vamos a invitar a activistas gordas.
Algo de Chirimbote que me parece bastante interesante, es que tiene mucha autosustentabilidad. A nivel de proyectos, por supuesto que, si el Estado invierte en las cooperativas, las cooperativas van a explotar. Pero ha habido poco de ese aporte real en el caso de Chirimbote. Sí, a veces, venta de libros al Estado (nacional o provinciales), que es muy importante, pero eso es como cualquier otra editorial.
Entonces me parece que también eso habla bien de este proyecto, de que a pesar de todo ha podido sostenerse, y a pesar de todo significa que, por ejemplo, las librerías están con mucha dificultad para vender, la venta de los libros disminuyó un montón, a pesar de todo eso sostenemos la posibilidad de hacer todo esto que estoy diciendo. Y lo de los talleres particularmente han sido 100% autogestivos.
Recién mencionaste que lo que toca es sembrar (en lugar de usar la palabra “batalla”). Pero del otro lado sí nos encontramos con una propuesta de guerra en términos simbólicos. ¿Cómo se llevan con esta idea del adoctrinamiento que se promueve hoy desde los lugares de poder con respecto a sus contenidos? ¿Cómo se llevan con los haters en las redes?
Sí, lo que intentamos con Chirimbote a nivel de las redes es no engancharnos en la respuesta permanente a esos odios que aparecen. Todo el tiempo hacemos ese ejercicio de no engancharnos en esa lógica, sino concentrarnos en nuestra producción de contenidos. Y creo que nos da mucho resultado, porque las redes siguen creciendo en seguidores.
Pretendemos romper toda esta lógica en la que quedás enganchado en lo que ellos quieren, ellos quieren que hablemos de ellos. Quieren que hablemos del odio. Bueno, de nuestro lado estamos haciendo todo el tiempo un esfuerzo de no entrar en esa, concentrarnos en que somos una cooperativa editorial que tiene que dar respuesta a esa lógica de contenido que nosotros queremos dar.
No tenemos que dar respuesta al odio, tenemos que dar respuesta a qué buscamos nosotros, por dónde va nuestro camino, y hay que hacer una concentración importante. Porque obvio que todo el tiempo hay como un bombardeo, pero creo que lo vamos logrando, porque escapamos a eso bastante, y mantenemos una línea, y en esa línea creo que nuestra comunidad, tanto de redes, como virtual, como física, de talleres, de producción de contenidos, toda esa comunidad creo que está agradecida por eso. Tenemos que dar respuesta política, pero en contenidos, en qué podemos aportar a este tiempo oscuro. Y quizá, en este tiempo oscuro, hay que aportar desde estos lugares. Decir, bueno, nosotros vamos a sostener, es más, estamos produciendo materiales exactamente en la misma línea, profundizando las líneas que siempre hemos sostenido. Entonces, esta es la que va.
Te vuelvo a algunas cuestiones del rubro y los cambios en los consumos, el papel y la virtualidad, ¿cómo abordan estos cambios o estas tendencias?
Tenemos una apuesta al papel, al libro en papel, sostenemos eso como editorial. Pero a la vez, durante la pandemia se liberaron o se hicieron compilados o materiales virtuales, para que todo el mundo pueda acceder. Y lo seguimos haciendo. Hay libros que tenemos completamente liberados en nuestra página. Por ejemplo, todos aquellos que son de Educación Sexual Integral, y que podemos liberar, están liberados para que todo el mundo los pueda utilizar. Y eso también es un aporte, porque si, por cuestiones económicas, no podés acceder, de esta forma podés hacerlo. Pero seguimos haciendo una apuesta al papel. A veces hemos tenido discusiones, pero muy tibias te diría, de si tenemos que ir al audiolibro, si tenemos que ir a los libros digitales. Pero todavía es muy chiquita esa discusión.
A veces achicamos un poco las cantidades, a veces las ampliamos, pero seguimos haciendo esa apuesta. Quizás sí, más adelante tengamos que re-discutirlo, pero por el momento estamos en esa.
¿Qué reflexión te surge cuando pensás en los 10 años de este proyecto?
Me sale subrayar esto de que es fantástico cuando tenemos una idea del trabajo y se ajusta a tu idea del mundo. Y en este tiempo lo verifico, como lo verifico a lo largo de mi vida: cuando vos estás bien en tu espacio laboral, no solamente tu creatividad es más alta, sino que también la productividad es mejor y las posibilidades de éxito del trabajo son mayores y me parece que hablando del mundo cooperativo, las cooperativas deben sostener en su corazón todo esto… que esté ahí la idea de cómo querés vincularte con el mundo con el resto, que parece una utopía, pero que es parte de lo que hay que construir, mucho más en estos tiempos distópicos.
[1] Licenciada en Comunicación social, editora de Revista Idelcoop, asociada de la Cooperativa Fabrica de Ideas. Correo electrónico: analaulopez@gmail.com
[2] Lic. en Comunicación Social, feminista popular y antiespecista. Fue diputada y funcionaria, es docente y escritora.
[3] Cuando la entrevistada se refiere a la era Macri lo hace en alusión al período en el que Mauricio Macri gobernó la República Argentina (dic 2015- dic 2019).
[4] Se refiere a la reciente encarcelación de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
[5] Es una región en la Provincia de Córdoba.