Revista Idelcoop nº 243 - Julio 2024 - ISSN Electrónico 2451-5418 / Sección Editorial
Idelcoop Fundación de Educación Cooperativa
Editorial Revista IDELCOOP Nº 243
La humanidad transita un cambio de época cuyo final no genera garantías y cuya dirección, ritmo y contenido está en disputa sin claridad sobre el proyecto que eventualmente logre establecerse como orientación dominante y como nuevo orden mundial.
La enumeración da cuenta de la complejidad del momento histórico. El despliegue de un modelo basado en la acumulación financiera ha generado crecientes desigualdades sociales agudizadas por el proceso de pandemia, situación que Oxfan ha descripto en forma detallada en su Informe “DESIGUALDAD S.A. El poder empresarial y la fractura global: la urgencia de una acción pública transformadora”.[a1] Afirma dicho informe que: “Desde 2020, la riqueza acumulada de cerca de 5000 millones de personas a nivel global se ha reducido, mientras que la riqueza conjunta de los cinco hombres más ricos del mundo se ha duplicado (en la actualidad, estos poseen más de 800 000 millones de dólares estadounidenses). Un patrimonio de más de 800 000 millones de dólares ¡en manos de tan solo cinco personas!” (p. 4) De esta realidad se desprende una hipótesis inquietante: “Si cada uno de los cinco hombres más ricos gastase un millón de dólares diarios, les llevaría 476 años agotar su riqueza conjunta”. (p. 9)
El modelo de desarrollo aún predominante ha generado una crisis multidimensional -sustancialmente ecológica y energética- que se combina con la brecha creciente en la distribución del ingreso y se articula a un cambio en el equilibrio geopolítico mundial con el declive como potencia de EE. UU y el ascenso de la República Popular China. Tal novedad explica también la exasperación de un clima guerrerista que se expresa con dureza en Ucrania y Medio Oriente, con un riesgo inminente de conflagración nuclear cuyas consecuencias serían catastróficas.
Finalmente, la aceleración de la Cuarta Revolución Industrial habilita procesos contradictorios. De una parte, la tecnología abre las puertas a un potencial proceso de democratización de la información y de creación de canales posibles de participación a través de nuevos dispositivos. Por otro, consolida un conglomerado de gigantescas plataformas comunicacionales bajo formatos monopólicos de propiedad que pueden expandir una influencia decisiva en la conformación de subjetividades mercantilizadas, egoístas, indignadas que erosionan la construcción colectiva de un proyecto común.
Cada rasgo negativo enunciado se ve, sin embargo, desafiado por el contra-tendencias esperanzadoras que nos permiten abrigar la esperanza de un futuro más justo y equitativo. En el plano de la geopolítica, se consolidan alternativas que prefiguran un mundo multipolar y la posibilidad de una diversidad de alternativas regionales, nacionales que puedan convivir en pie de igualdad y respeto mutuo. Se despliegan movimientos que impulsan el cuidado de la Naturaleza, la supresión de diversas formas de opresión, la movilización de alternativas en el plano cultural, político organizativo. También hay registro de políticas públicas que -a contramano de las doctrinas que ponen el lucro en el centro de sus ocupaciones- aseguran y amplían derechos de ciudadanía.
El contraste, blanco sobre negro, deja entrever razones para el pesimismo pero también para la esperanza.
Se ha señalado que confrontan en el desafiante escenario actual dos grandes tendencias antagónicas. Se les ha puesto un nombre que reconocemos aquí: se enfrentan hoy el humanismo y el antihumanismo. En otras palabras, hay una corriente que empuja a la lógica de la maximización de la ganancia, la promoción del individualismo extremo, la justificación de opresiones y desigualdades, el exterminio de todo pensamiento que amenace el status quo, en fin, que augura un proyecto de violencia y destrucción al servicio de un puñado de ganadores/as. Pero hay otra que, en sentido contrario, enuncia y practica propuestas de integración, democracia participativa, que impulsa la igualdad social, que promueve la riqueza de la diversidad cultural, que ensaya modos transformación que pone en el centro el cuidado del/la Ser Humano y su única casa común. Enunciadas en este párrafo las tendencias centrales de esta época, cabe consignar que el escenario contiene complejidades, tensiones, contradicciones y procesos de creación y de resistencia que habrá que leer en su despliegue y multiplicidad para la construcción de una alternativa solidaria.
En tal contexto, Naciones Unidas ha declarado el 2025 como un nuevo Año Internacional de las Cooperativas. Tal decisión se ha plasmado en la Resolución A/C.3/78/L. 11, del 10 de octubre de 2023.[a2] Allí, entre otras cosas, se reconoce el papel del sector en la creación de un mundo más justo y se valora la existencia de tres millones de cooperativas que contienen a un 10% de las y los trabajadores que son asociados/as y/o empleados/as de las entidades solidarias. A su vez, se justiprecia el papel que las cooperativas pueden jugar –y juegan- en la conquista de la soberanía alimentaria, de la igualdad y equidad de género, en la atención a distintos grupos afectados por un orden injusto, en el lugar que habilitan para las juventudes, etc. Asimismo, en esta Resolución, interpela a los gobiernos y organizaciones internacionales a
…que, en colaboración con las cooperativas y las organizaciones de cooperativas, fortalezcan y fomenten la capacidad de las cooperativas de toda índole, especialmente las gestionadas por los pobres, la juventud, las mujeres, las personas de edad, los Pueblos Indígenas, las personas con discapacidad y las personas en situación de vulnerabilidad, a fin de que puedan empoderar a las personas para transformar su vida y sus comunidades de manera positiva y forjar sociedades inclusivas, y a que velen por una participación plena, igualitaria y significativa de las mujeres y la juventud en las cooperativas, particularmente en sus procesos decisorios. (p. 4)
Este reconocimiento que nos enorgullece y nos entusiasma, también nos interpela y nos desafía como cooperativismo transformador. Desde nuestros orígenes hemos señalado que nuestro modo de ser cooperativistas suponía la eficacia y la eficiencia en la satisfacción de las necesidades que justificaban la creación de la cooperativa; la democracia en el gobierno y la gestión de la entidad solidaria y el compromiso con la transformación de la sociedad en un sentido de mayores niveles de justicia, participación protagónica de cada ciudadano y ciudadana así como la creación de relaciones de igualdad y de respeto y celebración de la diversidad. Ariel Guarco[a3] , presidente de la Alianza Cooperativa Internacional declaró: "Estamos muy orgullosos y orgullosas de esto, porque así es la labor cotidiana de todas las cooperativas. Tenemos un gran sentido de la responsabilidad. Sabemos que nos vamos a convertir en el centro de atención del mundo, tal vez como nunca antes, por el interés en el modelo cooperativo como el vehículo más directo hacia el desarrollo sostenible. Con toda humildad, creo que estamos preparados para afrontar esta responsabilidad". Está afirmando así tanto la alegría del reconocimiento como la disposición y la voluntad de ser protagonistas de un cambio de época hacia la construcción de un mundo mejor.
Como cada número de la Revista Idelcoop, en este 243 se proponen diversas aportaciones que tanto miran críticamente algunas tendencias regresivas actuales como iluminan experiencias o reflexiones que se encaminan a un horizonte humanista.
En esta oportunidad hay textos que remiten a valiosas Experiencias de la economía social. “Achalay: un momento de co-construcción y co-producción de políticas públicas de economía social en Catamarca” retoma una experiencia de articulación entre el movimiento social y la política pública. En otro trabajo, en este caso una entrevista a tres integrantes de la Cooperativa Esquina Libertad, se exploran otras articulaciones entre el cooperativismo, el feminismo en una experiencia que tiene su origen a partir de la acción de compañeras en situación de encierro en el sistema penitenciario.
En la sección de Reflexiones, nos encontramos con interesantes análisis y aportes:
“Concepciones de ‘desarrollo’ en la Economía Social. Un estudio socio territorial a partir de las prácticas discursivas de las y los trabajadores” nos presenta la perspectiva de actores de la Economía Social en la provincia de San Luis reconstruyendo los sentidos que tales actores le atribuyen al concepto de “desarrollo”. Otro artículo, “Resistencias al proyecto Neoliberal: una subjetividad otra desde la propuesta de la Economía Social y Solidaria” revela elementos de la economía social que habilitan identidades y proyectos de inspiración humanista.
El escrito “Feminismo y reincorporación: las voces de las mujeres firmantes en la construcción de la autonomía económica” realiza una aproximación a las prácticas de autonomía económica de las mujeres en proceso de reincorporación después de seis años de desarme de las FARC (Colombia) y la implementación de los acuerdos de paz que incluyeron el enfoque de género en sus compromisos.
La sección de Educación Cooperativa recupera la experiencia de Michoacán con el artículo “Experiencias solidarias universitarias. Reflexiones en torno a la Semana de Economía Solidaria y Cooperativismo (SESyCOOP) en Sahuayo, Michoacán” donde se pone en diálogo la vida de la economía solidaria y la formación de futuros/as profesionales en un quehacer político, económico y pedagógico potente y fértil.
Recuperando también una lectura de la Historia del Cooperativismo, presentamos el texto “Evolución histórica de la participación del Estado en el cooperativismo chileno”.
Esta edición incluye además la última entrega del Dossier “50 años de Idelcoop” en donde publicamos algunos fragmentos de la crónica y de los despachos de las comisiones de trabajo del Seminario Latinoamericano sobre Educación y Capacitación Cooperativa, convocado por Idelcoop, realizado en Buenos Aires entre el 15 y 20 de marzo de 1976 (cuatro días antes del golpe cívico militar). Y para cerrar este ciclo, presentamos las actividades realizadas en el marco del aniversario por el medio siglo de vida de Idelcoop con la transcripción del panel público: “50 años de publicaciones y pedagogías solidarias”, realizado el 28 de mayo de 2024 en el Centro Cultural de la Cooperación (CCC).
Hacia el final de la Revista se incluyen documentos con pronunciamientos a propósito del aniversario del 25 de Mayo y del Día Internacional de las Cooperativas. Tal ligazón temática entre nuestra mirada sobre el cooperativismo y la Revolución que rompió el vínculo colonial tras tres siglos de conquista resultan de una inquietante vigencia en tiempos en los cuales nuevas formas de dominación intentan promover el egoísmo y suprimir el derecho a la Soberanía de nuestros Pueblos. En la agenda de la hora, pues, la emancipación y el derecho a la soberanía, así como la solidaridad y la justicia, tales declaraciones no sólo nos ayudan a pensar de dónde venimos, y quiénes somos: nos iluminan desde una memoria del futuro y nos sugieren un desafío impostergable en tiempos en que es posible y necesaria la esperanza.