Revista Idelcoop nº 236 - Marzo 2022 - ISSN Electrónico 2451-5418 / Sección Editorial
Idelcoop Fundación de Educación Cooperativa
Editorial 236
Los seis últimos editoriales de la Revista Idelcoop estuvieron condicionados por “la pandemia que marca hoy -decíamos en marzo de 2020- el ritmo de la vida de la población del planeta”. Afirmábamos también que “la creciente desigualdad social, la crisis climática, la disparidad de género, la precarización del trabajo, -entre otros males que el auge de las concepciones neoliberales ha profundizado en estos tiempos-, por lo menos facilitan la difusión de la nueva “peste” e impiden, o al menos demoran, una rápida respuesta de Estados voluntariamente desarmados”.
En estos dos años pasamos por diferentes estados de ánimo, esperanzas y certezas. Hoy que, gracias a una intensa campaña de vacunación impulsada desde el Estado argentino, la pandemia parece estar lentamente quedando atrás, aparecen, sin embargo, nuevas e inquietantes preocupaciones tanto a nivel nacional como internacional.
En este contexto, creemos valido repasar alguna de nuestras afirmaciones. En el editorial de julio de 2020 compartíamos las palabras de Ariel Guarco, presidente de Cooperar y de la Alianza Cooperativa Internacional, quien afirmaba que:
…la humanidad está envuelta en una tremenda pandemia con un altísimo costo en vidas humanas. Y ha llegado a esta instancia en condiciones de suma fragilidad por la enorme desigualdad imperante y el profundo desequilibrio ambiental que la acción humana está provocando. Un puñado de personas detenta un patrimonio equivalente a la mitad de la población planetaria. Pero la cultura del descarte muestra hoy sus límites. La pandemia desnuda nuestra fragilidad (…) ¿Hasta dónde seremos capaces de torcer nuestro rumbo como civilización? Los modelos de globalización impuestos en las últimas décadas se están desbarrancando, los nacionalismos xenófobos se desnudan en su incapacidad de dar respuestas y el sistema financiero, una vez más, cruje (…) La profunda crisis sanitaria, pero también económica, financiera, social y en muchos casos política, derivará en nuevos caminos para el desarrollo de nuestras sociedades. Cómo será ese desarrollo es el debate central que debemos encarar”.[1]
Unos meses después retomábamos esos conceptos, y afirmábamos que:
…para quienes entendemos que el cooperativismo es una herramienta de transformación social ese debate es parte de nuestra permanente batalla cultural. Por eso, y evaluando que la sociedad que emerja de esta crisis civilizatoria puede ser más justa, democrática y solidaria, o más desigual, injusta y (dadas esas condiciones) necesariamente más violenta y represiva, asumimos el compromiso ineludible de librar esa batalla en cada ámbito en que nos toque participar y/o expresarnos.
Lamentablemente, las hipótesis acerca de que de la pandemia saldríamos necesariamente mejores están demostrando su falacia. En lo inmediato, no somos les que queremos una sociedad más justa, democrática, pacífica y solidaria quienes estamos diseñando la sociedad post pandémica, y no es necesario abundar en ejemplos del contexto nacional e internacional. Alcanza con señalar que las propuestas electorales neoliberales, más o menos extremas, y de orientación muchas veces fascista, vienen avanzando en muchos países, incluido el nuestro. O mencionar que una nueva guerra se ha sumado a los múltiples conflictos armados existentes.
Compartimos por eso que:
…la novedad trágica de la pandemia volvió a llamar a la puerta de las pulsiones autodestructivas. En esa ocasión solo algunos Estados se preocuparon por la preservación de la especie, los mercados como era lógico se dedicaron exclusivamente a sus negocios y los pueblos no creyeron que fuera necesario agradecer a la vocación salvífica de algunos gobiernos (…) Ahora el mundo vuelve a crujir de nuevo y el espectro de un altísimo nivel de desastre se va perfilando. Se amontonan las razones geopolíticas, mientras aumenta la incertidumbre sobre dónde aparecerá el verdadero límite. La línea que no debe ser cruzada. El clima de la autodestrucción y la pregunta por si la existencia humana está hecha para sobrevivir, se impone con todo su peso.[2]
Frente a esa tremenda pero necesaria pregunta, quienes entendemos al cooperativismo como una herramienta para la transformación social en un sentido progresista solo tenemos una respuesta: “un mundo mejor es posible”, y trabajamos para esa transformación desde todos los frentes. En nuestro caso, aportando a la batalla cultural, imprescindible motor de cualquier solución alternativa a la crisis en que nos encontramos.
Por eso, no es extraño que en el marco de las reflexiones a las que invite el mes de marzo, “´Cooperar como una mujer´”. El lugar de las mujeres en la cooperativa “El Hogar Obrero” a lo largo de su historia” nos invite a realizar un recorrido por la historia de la centenaria cooperativa con el objetivo de rastrear el lugar de las mujeres en la entidad; qué expectativas sociales existieron acerca de su participación a lo largo del tiempo, qué discursos y representaciones se construyeron sobre ellas, qué espacios y roles ocuparon efectivamente y en qué momento comenzaron a enunciar demandas con perspectiva de género. El texto analiza cómo, hasta épocas muy recientes, existió una tensión entre un discurso igualitario que teóricamente las incluía y una participación real que las marginaba de los espacios de deliberación y representación. A partir de la década de 1980, en el marco del nuevo ascenso del movimiento de mujeres, se producen algunos cambios en la matriz discursiva original, aunque será recién en los últimos años que las demandas con perspectiva de género ingresaron en la cooperativa, poniendo de relieve que el protagonismo del movimiento de mujeres fue fundamental en los procesos de politización de las cooperativistas.
Tampoco es extraño que tres artículos giren en torno a los aportes del cooperativismo y la economía social, solidaria, popular y feminista al campo cultural:
“Cooperativismo cultural en la Argentina: reconocimiento y visibilización de un sector en crecimiento” se propone brindar, por un lado, un panorama teórico introductorio sobre el cooperativismo cultural en la Argentina y, por otro, algunas categorías y herramientas para su definición y caracterización a nivel local. Asimismo, se incluyen algunos resultados específicos que surgen de una investigación enmarcada en el Observatorio de Culturas Políticas y Políticas Culturales del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” realizada en el período 2020-2021. En particular, se describe la metodología para la creación de un mapa de las organizaciones del sector cultural inscriptas en el ámbito de economía social y una caracterización y descripción de las valoraciones y percepciones del cooperativismo por parte de los espacios culturales. Finalmente, se incluyen reflexiones sobre los principales desafíos para un sector que se encuentra en pleno proceso de expansión y reconocimiento por parte del Estado, en el marco de las recientes políticas públicas de promoción del cooperativismo cultural.
“Centros culturales autogestionados de la ciudad de Buenos Aires. Principales problemáticas y desafíos para la investigación” nos ofrece un estado de la cuestión acerca de los trabajos realizados sobre el subsector de centros culturales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a partir de 36 investigaciones realizadas y publicadas en los últimos 20 años, analizados desde una mirada panorámica que busca identificar quiénes y desde qué contextos han publicado sobre estos actores, cómo los definen y qué tipologías construyen, procurando reconocer los principales hallazgos, nudos problemáticos y desafíos para la investigación sobre este sector en relación al contexto actual.
Finalmente, “La experiencia de las editoriales cooperativas en el campo de la literatura infantil y juvenil” describe la actividad de un puñado de editoriales que eligen la forma jurídica cooperativa para desarrollar su proyecto cultural en una organización del trabajo establecida sobre la base del diálogo y la dinámica democrática para la toma de decisiones. El trabajo afirma que las razones tras esta elección son diversas aunque, en el caso de las editoriales nacidas con el objetivo de editar para el público infantil y juvenil, se trata de una decisión justificada desde un posicionamiento ético y político. Este se vincula con un desplazamiento del eje adultocentrista tradicional de la edición de literatura infantil y juvenil, ligada a lo escolar, y una estructuración del trabajo que se aleja de la distribución de roles típica de los modelos jerárquicos para introducir instancias asamblearias y hasta lúdicas en la evaluación de opciones y toma de decisiones del proceso editorial.
Por su parte, “Cooperativismo y Educación. Aportes a la construcción de una pedagogía de inspiración emancipadora”, continúa una serie de reflexiones acerca de los vínculos que pueden establecerse entre la educación de inspiración emancipadora y el cooperativismo que se autodefine como transformador. En esta cuarta entrega, se propone abordar un balance y perspectiva en esta compleja e inédita coyuntura para lo cual da cuenta de algunos indicadores acerca de las regulaciones que impulsan o establecen un lugar para el cooperativismo en la educación; recupera algunas experiencias de articulación entre el movimiento cooperativo y el sistema educativo; comparte algunas ideas centrales en torno a la experiencia de las escuelas de gestión social o cooperativa; y enuncia algunos desafíos que permitan avanzar, sobre lo mucho construido, en procesos de imbricación más profundos que aporten a la construcción de una pedagogía de inspiración emancipadora.
En otra línea de análisis, “La economía social y solidaria en las políticas públicas regionales. El caso del MERCOSUR” realiza una aproximación al proceso de institucionalización y desarrollo de la agenda de la ESS en el marco del MERCOSUR, para explorar de qué formas y con qué limites se introdujeron y sostuvieron discusiones vinculadas a un modelo de construcción económica y social opuesto a los dominantes postulados del neoliberalismo, que sostiene una propuesta teórica y política que busca desarrollar un proyecto basado en la democracia, la participación, la equidad y la solidaridad.
Dos artículos enriquecen las reflexiones a partir del aporte de experiencias latinoamericanas:
“Trabajo autónomo y sostenibilidad en las organizaciones financieras populares y solidarias: estudios de caso en Ecuador” analiza, desde una perspectiva teórico-práctica, el trabajo y su contribución a la sostenibilidad de las organizaciones económicas populares y solidarias del sector financiero popular y solidario. A través de un marco teórico contextualizado en la realidad de estas organizaciones y un proceso metodológico cualitativo aplicado en dos entidades ubicadas en Ecuador, se exponen sus prácticas socio económicas evidenciando que el trabajo es el organizador y modelador de los factores económicos de producción, y que la sostenibilidad es el resultado de acciones integrales y plurales que articulan diferentes principios y niveles, donde el trabajo es una dimensión que supera a la financiera. Así, se concluye que el trabajo autónomo en su vertiente no monetaria, asociativa y autogestionaria es el principal aporte de las personas en la génesis y permanencia en el tiempo de sus organizaciones; y “Cooperativas financieras. Historia, normatividad, concentración e importancia en la economía social y en la educación financiera femenil e infantil” presenta un análisis cualitativo – cuantitativo de las sociedades cooperativas de ahorro y préstamo dentro del sistema financiero mexicano como integrantes del sector social de la economía, entendiendo que el papel de las cooperativas financieras sin fines de lucro puede ser clave para aumentar la inclusión financiera y como mecanismo de generar conocimientos y destreza financiera en mujeres y niños, al ser las primeras, piezas esenciales en las microempresas y los segundos, la población adulta del futuro.
En la sección sobre normativa, “Resolución RENOV@R para la promoción del cooperativismo y la fiscalización inteligente. Aportes y desafíos de una transformación estructural normativa” propone un análisis pormenorizado de la resolución haciendo hincapié en cada uno de los institutos creados y/o modificados, desde un punto de vista metodológico, el cual parte desde la problemática identificada, abordando sus objetivos generales y ejes centrales de cada punto de la norma. En el artículo se afirma que se vislumbra un cambio de paradigma en al menos tres ejes: se abraza la tendencia internacional en materia cooperativa y mutual; se promueve la digitalización de los procesos administrativos y la transparencia a través de la optimización de los procesos internos del Instituto, y se promueve un cambio de paradigma desde la propuesta de una fiscalización inteligente.
Se suman a estos artículos una breve reseña acerca de la Conferencia de Investigación Cooperativa de la ACI realizada de manera híbrida en la ciudad de Seúl (República de Corea) entre el 28 y el 30 de noviembre de 2020, enumerando la nutrida participación de investigadoras e investigadores argentines. Se suman también, documentos y declaraciones del cooperativismo nacional e internacional.
Retomando nuestras reflexiones iniciales, no cabe duda de que se trata de una utopía pensar que las pandemias o las guerras, como cualquier otra crisis, por sí mismas pueden conducir a una reflexión con sentido humanista y progresista. Las reflexiones se alimentan de hechos, pero también de conceptos, valores, perspectivas que determinan el sentido de nuestro pensamiento. Y los valores no son abstractos, tienen raíces en las relaciones sociales, en los intereses de clase y en las relaciones de poder. También es cierto que la creación de nuevos escenarios económico-sociales es indispensable, pero no suficiente, para que mejoren las condiciones de vida de la mayoría de la sociedad. Es imprescindible avanzar incluyendo a todes, cosa que es imposible sin cambiar la matriz distributiva.
Por eso, desde el cooperativismo transformador seguimos creyendo que hoy, como siempre pero más que nunca, sin solidaridad no hay futuro.
[1] Guarco, Ariel. “Hacia un destino común con valores y principios cooperativos” (abril 2020).
[2] Aleman, Jorge. “¿Es posible la autodestrucción del mundo?”, en Página 12 (12/03/22).