Revista Idelcoop nº 233. Marzo 2021 - ISSN Electrónico 2451-5418 / Sección Educación y cooperativismo
Idelcoop Fundación de Educación Cooperativa
La Economía Social Solidaria: semblanza de su enseñanza en las universidades mexicanas
María Elena Rojas Herrera[1]
Artículo arbitrado
Fecha de recepción: 11/01/2021
Fecha de aprobación: 26/02/2021
Resumen:
Este artículo analiza los Programas Educativos en la enseñanza de la Economía Social Solidaria (ESS) en las universidades mexicanas. La investigación se realizó con el objetivo de evidenciar el incremento cuantitativo y destacar la génesis de procesos cualitativos del currículo en la ESS, durante los últimos siete años, en los niveles de licenciatura, maestría y doctorado, así como en diplomados, extensión y servicio. Los resultados confirmaron que la oferta de los niveles de grado y posgrado se quintuplicó en los últimos siete años y que se inició el proceso de rasgos cualitativos en términos epistemológicos, metodológicos y de vinculación con el sector de la ESS, lo que corrobora la formación de un perfil de egreso acorde a las necesidades profesionales que este ámbito de la economía demanda.
Palabras Clave: universidades, enseñanza, Economía Social Solidaria, metodología, epistemología.
Summary
This article specifies the Educational Programs in the teaching of the Social Solidarity Economy (SSE) in Mexican universities. The research was carried out with the objective of evidencing the quantitative increase and highlighting the genesis of qualitative processes of the SSE curriculum, during the last seven years, at the undergraduate, master's and doctoral levels, as well as in diploma courses, extension and service. The results confirmed that the offer at the undergraduate and graduate levels quintupled in the last seven years and that the process of qualitative features in epistemological, methodological and linkage terms with the SSE sector began, which corroborates the formation of a graduate profile in line with the professional needs that this area of the economy demands.
Keywords: universities, teaching, Solidarity Social Economy, methodology, epistemology.
Introducción
La enseñanza de la Economía Social Solidaria (ESS) en las universidades del mundo es reciente, ha sido poco explorada, escasamente desarrollada y la oferta educativa es incipiente[2] debido a diversos factores, entre los cuales se pueden destacar dos. El primero de ellos, de orden epistemológico, es que, en la mayoría de las universidades, la enseñanza de la economía se basa en una episteme enfocada en hacer más eficiente el ciclo económico del sistema capitalista, por lo que su paradigma es la economía clásica ortodoxa y neoclásica. Así, los planes de estudio priorizan los cursos técnicos y cuantitativos, pues su propósito formativo se centra en la correspondencia con las necesidades de la producción para la valorización del capital, es decir, la búsqueda del incremento constante de la ganancia. En definitiva, las universidades enfrentan la tendencia del capitalismo cognitivo que, desde el pensamiento hegemónico del norte, impone y valida el conocimiento sustentado en las directrices del mercado, influyendo y condicionando la producción del saber en el sur. Se adhiere a este modelo mediante las políticas públicas de educación superior que buscan cumplir los parámetros implantados por los indicadores y rankings internacionales.[3]
De manera que la producción de conocimiento en las universidades se encuentra dominada por este paradigma, por lo que se restringen y marginan cada vez más los espacios para otras áreas, tal es el caso que se presenta para la ESS. Es importante destacar que aquellas universidades que han diseñado e institucionalizado programas de formación profesional en este campo, lo han hecho como resultado de largos procesos de trabajo y constancia; esta ha sido la experiencia Argentina. Esto es así, debido a que la episteme de la ESS se basa en un paradigma contra hegemónico al socialmente legitimado y aprobado internacionalmente, de ahí que, para su instrumentalización, se requieran acciones colectivas de lucha y resistencia, para lograr un sitio en la vida académica de las universidades.[4]
Un segundo factor, de tipo pedagógico, es que, para la expansión de la enseñanza de la ESS, no es suficiente crear nuevos diseños curriculares, pues se requiere que paralelamente se inicie la práctica de otra educación basada en la solidaridad. Por consiguiente, se debe innovar en el uso de metodologías pedagógicas que permitan generar ambientes horizontales que posibiliten: el dialogo de saberes, la reflexión, la interdisciplina, el aprendizaje colectivo, la práctica de valores cooperativos, la responsabilidad y el establecimiento de relaciones interpersonales positivas entre los y las participantes de los procesos educativos.[5]
Las dificultades generadas por ambos factores para la oferta universitaria en ESS propician un contexto de reto de orden económico a los colectivos de docentes que trabajan en el diseño de programas en ESS para argumentar la necesidad de su enseñanza, evidenciando que el régimen de trabajo bajo la lógica de reproducción capitalista, no preserva la vida de los y las individuos sino el incremento del capital. Así, la ESS debe disputar este terreno y apostar por otra forma de trabajo colectivo y solidario, centrado en la reproducción de la vida. La crisis sistémica mundial actual, acelerada por la pandemia generada por el Covid-19, demanda la extensión de la enseñanza de la ESS, cuya trayectoria corrobora su utilidad para afrontar contextos adversos de manera resiliente.[6] La efectividad de la ESS es remarcable al empoderar grupos sociales vulnerables que, organizados, pueden generar fuentes de autoempleo para mejorar sus condiciones de vida, cuando los Estados son incapaces de ofrecer soluciones. Es en este sentido que Blanc y Stoessel-Ritz sostienen que la ESS:
Tiene que imponerse como una alternativa a la economía mercantil, poniendo a la cooperación antes que la competición, y la solidaridad e igualdad antes que el beneficio. La ESS se opone al liberalismo económico, pero también a la economía planificada del Estado. La pandemia del Covid-19 demuestra bien las fallas y los límites de uno y otro. La generalización de la economía social y solidaria es un desafío esencial para el futuro del planeta.[7]
Estos dos factores que limitan la educación de la ESS y el reto de visibilizar la necesidad de su enseñanza están presentes en la realidad de la educación universitaria en México, por lo que en este trabajo se tratarán estas variables relacionándolas con la exposición de los programas educativos en ESS, para los niveles de licenciatura, maestría y doctorado, así como de diplomados, extensión y servicio en los últimos siete años. Se resalta el incremento cuantitativo a la vez que los procesos cualitativos de su oferta, resultado de años de trabajo de grupos, redes y colectivos de investigadores y educadores/as, dispuestos/as a ganar lugares para la ESS en la academia universitaria mexicana.
El artículo está estructurado en dos apartados. En el primero se presenta un panorama de la enseñanza de la ESS para contextualizar la problemática abordada en dos países europeos y tres latinoamericanos que destacan por ser vanguardia en la enseñanza de la ESS, así como por la publicación de literatura especializada, lo que los convierte en referentes de su aportación teórica. En el segundo, se expone la semblanza de la enseñanza de la ESS en México para mostrar las especificidades del caso nacional. El texto culmina con una reflexión sobre los retos y perspectivas de la enseñanza de la ESS en las universidades mexicanas.
Metodología
Este trabajo se realizó durante el primer semestre del año 2020 y se ubica en el área de la investigación educativa, específicamente en el estudio curricular de la enseñanza de la ESS en las universidades mexicanas. Se llevó a cabo con el objetivo de evidenciar el incremento cuantitativo y cualitativo del currículo en ESS para los niveles de licenciatura, maestría y doctorado, así como de diplomado, extensión y servicio en los últimos siete años.
Los instrumentos de investigación fueron los siguientes: 1) Cuestionario de seis preguntas abiertas, enviados por correo electrónico a los y las responsables de los programas educativos en ESS en las universidades mexicanas, indagando sobre los siguientes aspectos: nombre oficial del programa, universidad de adscripción, modalidad (presencial, semipresencial o a distancia), pertenencia al Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), número de estudiantes activos/as y metodología pedagógica; 2) Revisión de las páginas oficiales de cada uno de los programas, sistematizando la siguiente información: plan de estudios, objetivos, perfil de ingreso y egreso; y 3) Entrevistas semiestructuradas a profesores y profesoras de los programas pertenecientes a colectivos y redes de investigación.
La investigación aportó un cúmulo de datos, concentrados en cuadros y gráficas que favorecieron el análisis cualitativo de la información para determinar los resultados. De manera general, se identificó la existencia de doce programas educativos desarrollados en quince universidades que ofrecen formación profesional en ESS en los niveles de licenciatura, maestría y doctorado. Tres de estas universidades cuentan con diplomados a las que se agregan cuatro universidades más que conjuntamente ofrecen nueve diplomados, que de manera explícita en sus diplomas hacen referencia a la ESS. Sumado a lo anterior, hay siete universidades que ofrecen un total de veintiún cursos sobre ESS en otras carreras profesionales. Además, seis universidades y un instituto desarrollan programas de extensión, incubación y servicio al sector de la ESS. El aspecto cualitativo de los programas se evidenció en tres áreas: epistemológica, metodológica y de vinculación con la ESS.
1.- Panorama de la enseñanza de la ESS en dos países europeos y tres latinoamericanos
La revisión de la literatura reciente referente a la oferta de la ESS en algunos países del mundo permitió contextualizar la realidad actual de su enseñanza. A continuación, se presenta un sucinto panorama de la situación de dos países europeos, España y Francia, y de tres países latinoamericanos Argentina, Brasil y Colombia.
1.1.- La enseñanza de la ESS en España y Francia
En el caso de España, sobresale el trabajo de Melián, Campos y Sanchis, quienes sostienen que la enseñanza de la Economía Social (ES) y el cooperativismo en las universidades españolas está escasamente desarrollada, tiene una oferta formativa reducida y se ubica en el nivel de máster. Los resultados de su investigación les permitieron concluir que: “son siete másteres los que en su título explicitan la economía social, tres de ellos oficiales y dos más que son específicos de las sociedades cooperativas.”[8] Amplían su investigación a veintiocho másteres más que, aunque en sus títulos no expresan la ES, sí trabajan cursos con contenidos del área, por lo que concluyen que el “total de toda la oferta formativa de la Universidad española con temáticas en sus programas relacionados con la ES únicamente tendríamos disponibles el 6.8% de Títulos”.[9]
La pesquisa de Flores, Guzmán y Barroso corrobora que la formación de posgrado en ES en España es aún insuficiente, aunque hacen énfasis en que se pueden destacar algunas diferencias cualitativas frente a otras titulaciones relacionadas directamente con la economía de mercado capitalista, tales como: 1) Desarrollan los valores propios de la ES como la cooperación, el trabajo en equipo, la autofinanciación y la formación, 2) Manifiestan una conceptualización más radical de la ES como sustitutiva de la economía de mercado, y 3) Destacan la importancia que debe tener la ES dentro de la economía nacional.[10] Estos autores postulan que es muy importante que la oferta de la enseñanza de la ESS aumente cuantitativamente y cualitativamente, es decir, que lo haga en los contenidos, para que se profundice en la dimensión microeconómica “con el objetivo de formar verdaderos gestores expertos en este tipo de entidades, que contribuyan a esta forma diferente de hacer economía.”[11]
Para el caso de Francia destaca la investigación de Melián, Campos y Sanchis, quienes analizan los resultados del estudio realizado en 2012, Observatoire National de L´ESS CNCRES y afirman que la oferta formativa en ESS: “se ha multiplicado por 5 en dicho país desde los años 90 y que actualmente se cifra en 72 títulos (incluye ciclos formativos) en los que es estudiada desde la transversalidad. Detectan que, a pesar del incremento de su estudio, la ESS es desconocida en los niveles básicos de estudio y tiene una mayor incidencia en los superiores.”[12]
Reafirmando lo anterior, los autores Blanc y Stoessel-Ritz exponen la importancia de atreverse a ocupar la pedagogía cooperativa en las universidades rescatando y desarrollando las aportaciones de Célestin Freinet. Los investigadores citan el caso del Magíster de Ingeniería en Proyectos en ESS de la Universidad de Alta-Alsacia que practica una propuesta innovadora la cual consiste en que: “desde el inicio de cada año académico, los estudiantes participan en sesiones de aprendizaje, mediante técnicas laborales que ponen el acento en una visión positiva de sí mismos, los factores de cohesión del grupo, el trabajo de co-formación en equipo y la resolución no violenta de conflictos.”[13] De igual forma, recalcan que mediante la creación del colegio cooperativo Henri Deroche se inició una formación universitaria abierta a todos y todas: “fundada en la investigación-acción y el trabajo sobre sí mismo (la reflexividad). Alrededor del tríptico esperar, cooperar, educar(se), su obra abrió nuevas perspectivas por una ética de la cooperación en la educación y la formación, así como por la abertura hacia utopías concretas de emancipación (Draperi, 2014).”[14]
1.2.- La enseñanza de la ESS en Argentina, Colombia y Brasil
En América Latina, el caso argentino es central en la enseñanza de la ESS. A continuación, se presenta, como muestra y de manera sucinta, el abordaje de tres universidades. Sobresalen los trabajos de Pastore, Altschuler y Muñoz, quienes sostienen que la ESS está en construcción y la delimitación de su campo de acción se da en tres dimensiones interrelacionadas:
a) Una dimensión de trayectorias empíricas de la forma de hacer economía, que une finalidad social de reproducción de la vida con dinámicas de gestión asociativa, democrática y solidaria.
b) Una dimensión político organizativa de proyectos de sociedad en disputa, tensionada entre la adaptación a las lógicas económicas hegemónicas, versus la capacidad para transfórmalas en pos de profundizar la democracia y la solidaridad sistémica.
c) Una dimensión simbólica (conceptual, cultural, educativa y comunicacional) de construcción social de sentidos sobre la interacción económica, centrada en las condiciones de la reproducción de la vida y en las relaciones de las personas entre sí y su hábitat vital.[15]
Explican que, a partir del año 2003, en Argentina se realizaron los siguientes cambios en la educación universitaria: en la política educativa, se valorizó la educación pública como un derecho, se generó un aumento del presupuesto universitario, se amplió el número de becas universitarias y se permitió la apertura de dieciséis nuevas universidades en localidades en donde no había ninguna. Como resultado de estas modificaciones se favoreció el incremento del ingreso de estudiantes de bajos recursos a las universidades, entre los/as cuales se pudo ubicar un porcentaje considerable de personas ligadas a las actividades de la ESS, lo que consolidó la demanda de formación en esta temática. Con base en esto afirman que:
en la dimensión simbólica y conceptual puede observarse mayor presencia en los debates académicos sobre lo económico, lo social y su vinculación con el desarrollo territorial en clave de ESS, y una expansión de las ofertas académicas de posgrado, de proyectos de voluntariado, investigación y extensión universitaria en la temática.[16]
Muestran que los avances en la formación superior en ESS se han dado en dos niveles: “a) en el ámbito no universitario, con las tecnicaturas superiores en economía social orientadas al desarrollo local o rural; b) en el nivel de posgrado universitario con la creación de carreras de especialización y maestrías vinculadas a la ESS.”[17] Sumándose las cátedras abiertas que tratan la ESS y las licenciaturas relacionadas al tema. Así, para el año 2015 ubican cinco tecnicaturas y cinco licenciaturas adscritas a la ESS.
Es relevante la dedicación que Argentina ha puesto en el trabajo de extensión universitaria con la ESS, contabilizando para el año 2012 setenta y seis experiencias de los siguientes tipos: proyectos, prácticas socioeducativas y actividades plurales, que mayoritariamente se han enlazado a los sectores sociales y productivos más necesitados. La propuesta de extensión universitaria es vanguardista al proponer una extensión com-universitaria, consistente en que se dé un dialogo de saberes entre la universidad y los/as miembros de la ESS, en la que ellas y ellos enseñen y compartan sus saberes en las universidades, buscando establecer prácticas cognitivas democráticas en la co-construcción del conocimiento.
Aunado a lo anterior y con la finalidad de apoyar en el campo de inserción laboral a las y los egresadas/os, se desarrolló en el año 2013 en la Universidad Nacional de Quilmes el Programa Universitario de Incubación Social y la Incubadora Universitaria de Economía Social. Experiencias constituidas por grupos interdisciplinarios de docentes, estudiantes y miembros de la ESS, unidos/as en la generación procesos asociativos y solidarios de valorización socioeconómica en búsqueda de desarrollar un entorno favorable. También, desde el año 2012, se cuenta con el posgrado con Especialización en Gestión de la Economía Social y Solidaria, con el objetivo de formar profesionistas que compartan los valores y principios de la ESS y aporten a su expansión y fortalecimiento en los territorios y comunidades locales.
Así, las actividades argentinas abarcan las áreas esenciales de la universidad; estas son, docencia, investigación, extensión, servicio e incubación; en vinculación directa -practicando la ayuda mutua- con las organizaciones sociales de la ESS. Pues consideran que: “en definitiva, una economía para la vida necesita de una educación, una ciencia y una tecnología al servicio de la sociedad y el planeta. De ahí que el apoyo del sistema científico-técnico y universitario resulta clave para potenciar las capacidades de la ESS.”[18]
En este orden de ideas, los autores Fontecoba, Silva y Soteras exponen su experiencia de más de diez años en una cátedra y programa de extensión, en la carrera de Relaciones de Trabajo en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Llamando la atención sobre la necesidad de generar un marco conceptual adecuado para el tratamiento epistemológico de la ESS, basado en la reproducción ampliada de la vida postulada por Coraggio, quien señala que:
Al tiempo que se ejerce la crítica a la sociedad de mercado se habilita la posibilidad de proyectar otros escenarios futuros para el conjunto de la humanidad. La crítica de la ESS, entonces se ubica en una perspectiva de transformación social (Habermas, 1990). Lo cual permite, sin ignorar las tendencias dominantes de los procesos histórico-sociales, identificar también las contra-tendencias que sostienen y habilitan desarrollos alternativos, evitando caer en el fatalismo de las determinaciones económicas.[19]
De igual forma es relevante el caso de la Universidad Nacional de Rosario, que a través del Centro de Estudios Interdisciplinarios trabaja desde el año 2009 la Maestría en Entidades de la Economía Social. Y cuenta con cinco generaciones en las que se han atendido aproximadamente a un total 400 estudiantes, la mayoría de ellos y ellas provenientes de organizaciones cooperativas y solidarias, pues su rasgo distintivo es que cuenta con una fuerte vinculación y apoyo de las organizaciones cooperativas, mutuales y de la economía popular y comunitaria urbana. La quinta generación en curso actualmente cuenta con veinte estudiantes. El criterio pedagógico que la orienta parte del concepto de Paulo Freire de la interacción dialógica entre educador/a y educando/a, por lo que la metodología comprende un alto porcentaje de debate y una diversidad ideológica en los y las docentes, que pone el acento en una preparación crítica. Así, se trata de una maestría semiestructurada, intensiva, presencial, profesionalista y latinoamericana, que se encuentra determinada por una metodología para su dictado la cual le permite acceder a la praxis de la Economía Social, Solidaria, Popular y Comunitaria, relacionándola con la investigación - acción.[20]
Para el caso colombiano, la obra de Martínez detalla que en el año de 1959 se expidió la Ley 115 que dispuso la enseñanza del cooperativismo en todos los niveles educativos, a raíz de la cual, surgieron las cooperativas escolares, los colegios cooperativos y se creó el Instituto de Economía Social y Cooperativismo que dio origen a la actual Universidad Cooperativa de Colombia. Para la década de 1970, se continuó con la creación de iniciativas para la educación cooperativa, destacando la participación de la Universidad de Santo Tomás y la Universidad de Cauca, la Asociación Latinoamericana de Centros de Educación Cooperativa y la Universidad Nacional Abierta a Distancia. Contribuyeron, también, organismos regionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Asistencia Técnica Alemana (GTZ). En el decenio de 1990, la Ley de Educación sufrió cambios y, aunque el sector cooperativo trató de mantener la enseñanza del cooperativismo, se inició un proceso de disminución de la educación solidaria y humanista. En los contenidos y metodologías pedagógicas utilizadas se impuso el paradigma del pensamiento neoliberal, reduciendo la enseñanza de la ESS al aprendizaje de técnicas administrativas y jurídicas, orientadas a la reproducción del capitalismo.
Por lo anterior, Martínez sostiene que en Colombia se ha producido un olvido o exclusión del estudio de la ESS. Entre sus causas ubica el tipo de contenidos trabajados en los cursos desde la episteme de la estructura conceptual y metodológica del saber hegemónico. Ante lo cual, propone un cambio de paradigma que transforme la educación, resaltando su valor humanista y liberador. Postula que debe ser una educación para la solidaridad ya que “además de ser un valor y un principio ético, la solidaridad es un bien común que sólo se acrecienta usándolo, es un valor práctico, pues solo es posible cuando se realiza o ejerce”.[21] Recomienda trabajar con el solidarismo metodológico, para lograr entender que la “solidaridad como forma de conocimiento es el reconocimiento del otro como igual productor de conocimiento”.[22] Declara que la educación desde la solidaridad requiere ser vivencial, demanda basarse en estudios interdisciplinarios y transdisciplinarios, y en las universidades debe abarcar la docencia, investigación y proyección, para que sea: “un medio y método didáctico que facilita el aprendizaje y ejercicio de principios y valores éticos, que implica vivenciarla contribuyendo también al aprendizaje de los temas integrados en los planes de estudio”.[23]
En tal sentido, en el examen de Hernández, Pérez y Rua se explica que en la Universidad Cooperativa de Colombia, surgida en el año 1958, con cobertura nacional en dieciséis campus y con 50.000 estudiantes, actualmente se ofrecen programas formativos de pregrado y posgrado en diversas áreas del conocimiento en los que: “la economía social y solidaria se encuentra de manera transversal en el currículo de todos los programas de pregrado”[24] a partir del cuarto semestre, mediante los siguientes tres cursos: Solidaridad y Desarrollo, Economía Solidaria y Emprendimiento Solidario. En ellos se trabaja bajo el enfoque de formación por competencias cuya estructura se da en dos fases: “primero, la vivencia de cultura solidaria en la Universidad como modo de vida, y segundo, la participación en la construcción de alternativas de solución a problemáticas sociales desde la economía social y solidaria, como referente para el ejercicio profesional y oportunidad para la transformación social.”[25]
Complementando los postulados anteriores, en la indagación de Hoinle, Flores y Rueda, se desarrolla la importancia de vincular la agroecología y la ESS en las nuevas propuestas en educación universitaria, desde un diálogo horizontal de saberes diferente a los impuestos desde occidente, una pedagogía con carácter eminentemente político, que permita espacios de enseñanza más abiertos y democráticos, como ámbitos de concientización, con el objetivo de generar transformaciones en el contexto social.[26] Para mostrar estas búsquedas novedosas de resistencia en la educación superior, hacen un rescate de experiencias en Colombia destacando dos casos: 1) la universidad Campesina de San José de Apartado, que nace en 2006, y que en casi todas sus sedes cuenta con un huerto para el autoconsumo de alimentos, como práctica que asegura las condiciones de existencia y genera espacios alternativos a la economía de mercado, y 2) la Universidad Misak, Ala Kusreik Ya, que abrió en 2011, en el pueblo indígena Misak en el Cauca, con el objetivo de enseñar los saberes ancestrales.
Para Brasil, Hoinle, Flores y Rueda exponen dos experiencias. En primer lugar, el Encuentro de Saberes impulsado por José Jorge Carvalho en la Universidad de Brasilia en el año 2010, con el propósito de de-colonizar la universidad, pasando de una monoepistémica a una pluriepistémica que permita albergar y dialogar sobre los saberes de las regiones. Este trabajo consiste en “invitar a la universidad a mestres de saberes ancestrales y populares a dictar clases regulares en diferentes áreas del saber.”[27] Indican que actualmente se realiza en catorce universidades brasileñas, incluyendo al menos en cuatro de ellas, a la agroecología como área de saber clave de las comunidades. De igual modo, apuntan que, en 2012, se desarrolló este modelo en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia, en el Doctorado de Ciencias Sociales y Humanas.
El segundo caso se ejerce en el estado federal de Minas Gerais, Brasil; se trata de la Pasantía Vivencial, que busca propiciar el intercambio de conocimientos entre los y las miembros de la comunidad y los y las estudiantes que realizan la pasantía, propiciando un aprendizaje en el lugar y un acercamiento de la universidad a las comunidades. Así, mediante la convivencia y el compartir de la cotidianidad, se generan procesos de concientización por la reforma agraria, la práctica de un modo de vida autosostenible en la alimentación y la organización política. Concluyen que la exposición de estos casos muestra las posibilidades innovadoras en las universidades, con la finalidad de lograr: “la de-colonización y la de-comercialización del saber. Hemos escogido la economía solidaria y la agroecología como dos conceptos transformadores y campos de saber, que representan la búsqueda de organizar la economía y las relaciones sociedad-naturaleza de forma más justa y equitativa.”[28]
2.- Semblanza de la Enseñanza de la ESS en México
En México, como en el caso de los países anteriormente referidos, la oferta de la enseñanza de la ESS en las universidades es aún insuficiente y de reciente creación. Sin embargo, es importante destacar que, en los últimos siete años, se aprecia una tendencia sostenida en el aumento de la creación y puesta en práctica de programas educativos a nivel licenciatura, maestría y doctorado, y de diplomados que explícitamente forman en ESS. También se han incrementado los cursos sobre ESS que se imparten dentro de los planes de estudio de otras formaciones profesionales en el área de las ciencias sociales y humanidades, además se han ampliado los proyectos de extensión y servicio al sector de la ESS. Cabe considerar, que este incremento muestra el inicio de procesos de carácter cualitativo y se ha visto favorecido por diversos factores, entre los que se destacan los siguientes:
a) La política neoliberal aplicada en la economía mexicana desde la década de 1980. La cual ha sido ineficiente para resolver las problemáticas económicas y sociales de una población creciente, generando que más de dos terceras partes de los y las habitantes viva en situación de pobreza y casi un tercio, en extrema pobreza. Condiciones que han llevado a los/las residentes a organizarse para generar emprendimientos para el autoempleo dinamizando la ESS.
b) El gradual posicionamiento del estudio e investigación de la ESS en las universidades mexicanas, acelerado por los trabajos de colectivos de docentes en el diseño y gestión de programas educativos de licenciatura, maestría y doctorado, así como de diplomados y programas de extensión y servicio a la ESS.
c) La conformación de redes de investigadores/as y docentes en ESS que han trabajado por la visualización del sector, poniendo en la agenda académica la discusión de los emprendimientos solidarios mediante la realización de foros, encuentros, congresos, etc.
d) El paulatino interés —aunque aún insuficiente— en las instancias gubernamentales por implementar políticas públicas para el fomento de la ESS.
e) La situación de crisis mundial y nacional originada por la pandemia de Covid-19 que está exacerbando el espacio de crisis en el que la ESS ha mostrado ser eficaz al ofrecer alternativas transformadoras para mejorar las condiciones de vida de las clases sociales vulnerables.
2.1.- La enseñanza profesional de la ESS en las universidades mexicanas
El aumento de la oferta en la enseñanza de la ESS se hace evidente al hacer un análisis comparativo con un estudio realizado en el año 2013[29], cuyos resultados mostraron que había once universidades y un instituto que impartían dentro de sus planes de estudio un total de veinticinco cursos sobre cooperativismo y ESS; doce pertenecían a nivel licenciatura, nueve se daban a través de un diplomado, dos eran materias de maestría, uno se impartía a nivel bachillerato y otro a nivel técnico dirigido a cooperativistas. El 72% de los cursos eran de carácter optativo y el 28%, obligatorios, de estos últimos el 60% eran de tipo teórico-práctico, 32% sólo teóricos, 4% sólo prácticos y 4% de tipo virtual. Sólo dos universidades de las investigadas ofrecían formación profesional y expresaban en su título la ESS: la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) con la Licenciatura en Gestión y Desarrollo de Empresas Sociales y la Universidad Iberoamericana Campus Puebla (UI-P) con la Maestría en Gestión de Empresas en Economía Social.
En la actualidad, hay quince universidades mexicanas que ofrecen explícitamente formación profesional en ESS, las que otorgan a sus egresadas/os diplomas o títulos en ESS o en alguna de sus variantes que se detallan a continuación. Se observa que la oferta profesional en ESS ha aumentado de dos a doce programas, lo que significa que se quintuplicó su oferta en los últimos siete años; ahora se cuenta con cuatro licenciaturas, seis maestrías y dos doctorados.
En el aspecto profesional de nivel licenciatura hay cuatro programas en ESS: 1) la Licenciatura en Gestión y Desarrollo de Empresas Sociales de la UAQ, creada en 2007 y que actualmente tiene 86 estudiantes activos; 2) la Licenciatura en Economía Social y Desarrollo Local que ofrece la Universidad Pública Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) creada en 2016, con 24 estudiantes activos; 3) la Licenciatura en Pesca y Cooperativismo que ofrece el Centro de San Francisco Ixhuatán de la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca (UACO), que inició labores en enero de 2021; y 4) la carrera de Técnico Superior Universitario en Asesor Financiero Cooperativo, en la Universidad Tecnológica del Suroeste de Guanajuato (UTSG), que inició actividades en enero de 2021 y cuenta con 21 estudiantes.
Por otra parte, en el nivel maestría se cuenta con seis programas educativos en ESS, los que se enlistan a continuación: 1) la Maestría en Gestión de Proyectos para el Desarrollo Solidario, ofrecida por el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Regional Integral, unidad Oaxaca del Instituto Politécnico Nacional (CIIDIR-Oaxaca-IPN); 2) la Maestría en Economía Social de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) que inició actividades en febrero de 2020 y pertenece al PNPC del CONACYT; 3) la Maestría en Economía Social y Solidaria en la Universidad Intercultural de Chiapas (UNICH) que empezó en octubre de 2020; 4) la Maestría en Gestión de Empresas en Economía Social de la UI-P creada en 2010; 5) la Maestría en Economía Social y Solidaria y Desarrollo Local ofrecida por la Universidad Cooperativa de Cancún (Unicoop) cuya primera convocatoria salió en noviembre de 2020; y 6) la Maestría en Creación y Desarrollo de Empresas Sociales y Solidarias (MACDESS), que es ofrecida en la Escuela de Emprendimiento Social e Innovación de la Universidad Iberoamericana-Campus Santa Fe en la Ciudad de México (UI-Santa Fe), creada en el año de 2020 y que inició sus actividades en enero de 2021.
Por lo que se refiere al nivel doctorado se ofertan dos programas educativos de tipo interinstitucional, caracterizados por ser resultado de la integración de esfuerzos y fortalezas entre dos o más instituciones educativas, que comparten el mismo plan de estudios, en el área de conocimiento relativo a la ESS y en líneas de generación y/o aplicación del conocimiento. Para mayor claridad se han denominado Bloque 1 y Bloque 2, ambos pertenecen al PNPC del CONACYT y están integrados por cinco universidades, pero difieren en la modalidad del trabajo académico como se especifica a continuación: 1) el Bloque 1 ofrece el Doctorado Interinstitucional en Economía Social Solidaria (DIESS) que inició sus actividades en enero de 2019, con la participación de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), trabajando en la modalidad escolarizada y al día de hoy cuenta con 35 estudiantes activos/as; 2) el Bloque 2 ofrece el Doctorado Interinstitucional en Economía Social Solidaria que comenzó en agosto de 2018 con la participación de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), la Universidad de Guanajuato (UG) y la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), en la modalidad semipresencial, y que tiene 13 estudiantes activos/as. (Véase tabla 1):
Sumado a lo anterior, se cuenta con siete universidades que ofrecen en total nueve diplomados en ESS. Seis de ellos se desarrollan en la modalidad presencial, con un promedio de 150 horas de trabajo. Estos diplomados son los siguientes (ver también gráfica 1):
- La BUAP con el Diplomado en Economía Social y Emprendimiento Cooperativo.
- La UACh ofrece el Diplomado en Cooperativismo y Economía Solidaria, en dos modalidades, una para profesionistas y otra a nivel técnico para cooperativistas.
- La Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) imparte el Diplomado en Empresa Social.
- La Universidad de Guadalajara (UdeG) trabaja el Diplomado en Educación Cooperativa y Economía Social.
- La Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco (UAM-A) en colaboración con la UI-P, cuenta con el Diplomado en Economía Social Solidaria en México.
- La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) imparte el Diplomado en Línea de Creación, Desarrollo y Dirección de Empresas Sociales.
- La UI-P imparte el Diplomado en Línea para el Acompañamiento e Incubación de Empresas de Economía Social y el Diplomado Gestión de Empresas de Economía Social.
La distribución territorial de los doce programas educativos profesionales y los nueve diplomados que forman explícitamente en ESS, actualmente abarca doce estados de la República Mexicana, es decir el 37.5% del territorio, ubicándose primordialmente en la parte central, occidental y sureste del país. Estos estados son: Puebla con cinco programas, Estado de México con cuatro, Oaxaca y Ciudad de México con tres cada uno, Guanajuato con dos y Quintana Roo, Querétaro, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Jalisco y Aguascalientes con un programa cada uno. (Véase gráfica 2).
2.2. Oferta de cursos en ESS en otras carreras de Ciencias Sociales y Humanidades en las universidades mexicanas
En esta misma perspectiva la importancia de la enseñanza de la ESS se constató al identificar que hay siete universidades que ofrecen en total veintiún cursos de ESS, dentro de los planes de estudio de otras carreras de ciencias sociales y humanidades. En el grado de licenciatura se imparten ocho de estas materias, en maestría se identificaron siete cursos, cuatro cursos que se dan indistintamente en maestrías y doctorados, uno más a nivel doctorado y uno en bachillerato. De éstos, doce son de carácter curricular obligatorio y nueve son optativos. Hay once teóricos, nueve teórico-prácticos y uno práctico (Véase tabla 2).
2.3.- Oferta de programas de extensión, incubación y servicio que ofrecen las universidades mexicanas al sector de la ESS
Actualmente hay seis universidades y un instituto de educación superior que trabajan programas específicos de extensión, incubación y servicio al sector de la ESS. De ellas, cinco son universidades públicas, una es privada y la otra es una organización cooperativa. Se desarrollan tres programas de extensión: 1) la UAEM, realiza la Jornada de Economía Solidaria y Trabajo Informal; 2) la UdeG, trabaja el Proyecto de Economía Social, con pueblos indígenas Nahuas y Wixaritari; y 3) la Unicoop, ofrece el Seminario de Formación Cooperativa Marco legal, Contabilidad y Fiscalidad en las Cooperativas. Por otra parte, la UMSNH cuenta con la Incubadora de Empresas Sociales.
Mientras que en el desarrollo de servicio para el sector de la ESS se cuenta con cuatro programas: 1) la Unicoop ha establecido el proyecto de Consultoría e Investigación Social, mediante el cual ofrece cinco cursos al sector (Cooperativismo y Economía Solidaria, Igualdad de Género, Ecología y Sustentabilidad, Deliberación, Gestión de Acuerdos y Solución de Conflictos, y Educación Cooperativa); 2) de igual manera, la UABJO, desarrolla el programa de servicio Economía Social y Solidaria- Conociendo una Economía Diferente; 3) la UI-P ofrece el servicio de Economía Social y Emprendimiento Cooperativo; y 4) en el Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Michoacán se trabaja el programa de servicio Capacitación en Materia de Cooperativismo (Ver gráfica 3).
2.4.- Génesis de procesos cualitativos en los Programas Educativos en ESS
El inicio de procesos cualitativos en la enseñanza de la ESS en las universidades mexicanas es uno de los componentes más importantes de estos nuevos programas educativos mediante acciones concretas en tres áreas: a) el paradigma epistemológico del abordaje de la ESS; b) la metodología utilizada; y c) la vinculación con el sector de la ESS.
a) El paradigma epistemológico del abordaje de la ESS
Primeramente, en relación con el paradigma epistemológico utilizado en la enseñanza de la ESS y en correspondencia con lo expuesto por Pastore, se puede afirmar que en los últimos años en México se ha desarrollado un dinamismo en la dimensión simbólica de la ESS. Expresado en una creciente discusión de la temática en el ámbito académico, propiciada por los colectivos y redes de docentes e investigadores/as mediante congresos, foros, mesas de discusión, encuentros y publicaciones recientes. En estas actividades se ha llamado la atención sobre la necesidad de dejar atrás la visión clásica ortodoxa y neoclásica de la economía, al argumentar la necesidad de utilizar un paradigma diferente para la ESS, el que debe corresponder a la filosofía, los valores y principios que la sustentan. Sobre todo, que es menester, para crear el constructo conceptual de otra economía, centrarse en las personas, en la reproducción de la vida y en el cuidado del medio ambiente.
Reforzando estas iniciativas, sobresale la Red Nacional de Investigadores y Educadores en Cooperativismo y Economía Social Solidaria (REDCOOP) formada en agosto de 2009, por dieciocho universidades y un instituto de capacitación, con el objetivo de:
Apoyar el proceso de desarrollo y consolidación de todas aquellas entidades asociativas inspiradas en los principios de la Economía Solidaria y el Cooperativismo en México, a través de la educación, la investigación, la vinculación, la intercooperación, la capacitación de sus agremiados y la difusión de sus principios y prácticas, con miras a promover la autodeterminación económica y cultural del pueblo mexicano y la construcción de vías alternativas de desarrollo.[30]
Las y los docentes e investigadores/as miembros de la REDCOOP en el transcurso de sus diez años de vida han colaborado en el diseño y protocolización oficial de varios de los programas vigentes actualmente en la enseñanza de la ESS en los diferentes niveles académicos universitarios. De ahí que la discusión del paradigma a abordar ha sido una constante colectiva de su quehacer, fortalecido por la realización permanente de investigación y culminando con la publicación de diez libros sobre la temática.
Reforzando la dimensión simbólica de la ESS la REDCOOP ha realizado, en diversas sedes universitarias, seis ediciones anuales del Foro Internacional sobre Cooperativismo y Economía Solidaria, en las que se abordaron diversas problemáticas y tópicos de interés del movimiento cooperativo y de economía solidaria del país. El último de ellos fue el Foro Nacional de Diseño y Elaboración de Políticas Públicas de Fomento a la Economía Social y Solidaria que tuvo verificativo los días 10 y 11 de diciembre de 2018, en la UACh. En el mismo sentido, los días 23 y 24 de agosto de 2017, y el 28 y 29 de agosto de 2019, tuvieron lugar las dos ediciones del Congreso Internacional en Cooperativismo y Economía Solidaria, el primero de ellos con sede en la BUAP y el segundo en la UACh.
Además de la REDCOOP, hay otras cuatro redes nacionales vinculadas a la ESS, que inciden en el desarrollo de los programas educativos, en la discusión permanente de la problemática de su enseñanza, investigación, extensión y servicio. Las mencionamos junto con su año de creación: Red Economía de los Trabajadores, 2010, Colectivo de Cooperativas de la Nueva Central de Trabajadores, 2016, Red Emprendimiento del Bienestar, 2019 y Centro Internacional de Investigación e Información Sobre la Economía Púbica, Social y Cooperativa-México, 2019.
Finalmente, también se colabora permanentemente en nueve redes internacionales que propician el encuentro entre pares y que mantienen un constante dialogo y reflexión del saber y la forma de abordaje del estudio de la ESS en el mundo, lo cual ayuda a orientar los trabajos de la academia mexicana. A continuación, se relacionan puntualizando el año de la formalización para trabajos conjuntos: 1) la Red de Investigadores Latinoamericanos en Economía Social y Solidaria (RILESS) desde 2011; 2) la Asociación Iberoamericana de Derecho Cooperativo, Mutual y de la Economía Solidaria desde 2011; 3) la Red Eurolatinoamericana de Estudios Cooperativos (RULESCOOP) desde 2011; 4) la Red de Investigadores de la ACI-Américas desde 2012; 5) la Campaña por un Currículum Global de la Economía Solidaria desde 2017; 6) la Red de Educación y Economía Social y Solidaria desde 2018; 7) la Red de Economía Solidaria desde 2018, 8) la Red Intercontinental de Promoción de la Economía Social y Solidaria (RIPESS, Sección Latinoamérica) desde 2019; y 9) el CIRIEC-Internacional desde 2019.
b) La metodología utilizada en la enseñanza de la ESS en las universidades mexicanas
En segundo lugar, se indagó la metodología utilizada en los procesos educativos en los niveles de licenciatura, maestría y doctorado en ESS, obteniendo los siguientes resultados: en el nivel licenciatura, dos de los programas usan el método tradicional y por competencias, mientras que los otros dos practican una metodología innovadora basada en la vinculación comunitaria con el sector de la ESS. En los niveles de maestría y doctorado, se trabaja con un método participativo e innovador caracterizado por practicar un aprendizaje colectivo, interdisciplinario, vinculado a la comunidad, enfocado en proyectos y que, en general, afirmaron seguir las bases del constructivismo.
De esta forma, en la Licenciatura en Gestión y Desarrollo de Empresas Sociales de la UAQ, contestaron que trabajan con el método por competencias. Lo que se reafirma en la página web oficial de la UAQ, en donde se expresa que siguen esta metodología para estar en consonancia con los estándares internacionales:
Se han analizado las propuestas referidas tanto por el Proyecto Tuning-América Latina, el cual propone como competencias la “Combinación dinámica de conocimiento, compresión, capacidades y habilidades”, como las recomendaciones que al respecto establece la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que define competencias como la “Capacidad de articular y movilizar condiciones intelectuales y emocionales en términos de conocimientos, habilidades, actitudes y prácticas, necesarias para el desempeño de una determinada función o actividad, de manera eficiente, eficaz y creativa, conforme a la naturaleza del trabajo.[31]
De lo anterior, se puede inferir que la UAQ, en su intención por formalizar su licenciatura y el reconocimiento de su calidad educativa, se alinea a las disposiciones oficiales dictadas por la política de educación superior, la cual promueve respetar el saber hegemónico legitimado desde el norte mediante los indicadores y rankings internacionales. Con lo que, paralelamente, facilita la reproducción del conocimiento global impuesto por el mercado capitalista, contribuyendo al aumento de la desigualdad de la producción autónoma de epistemes, tal y como sostienen Hoinle, Flores y Rueda:
es en el contexto de la expansión mundial de la conocida Nueva Administración Pública (New Public Management) que se produce la transformación de las universidades en empresas que compiten por los científicos, los estudiantes y el dinero para la investigación o en otras palabras, el intelecto general se ha puesto a trabajar en el mercado actual.[32]
Se puede deducir que en esta licenciatura se trabaja con una metodología tradicional y por competencias apegadas a las disposiciones nacionales e internacionales, por lo tanto, queda subsumida a una función reproductiva del sistema, ayudando a difundir la visión ideológica que legitima la estructura capitalista de la sociedad. Debido a que el método tradicional se organiza de manera vertical, el/la profesor/a tiene el saber y mediante la cátedra trasmite a las/os estudiantes, conocimientos. El/la docente es activo/a en la clase, mientras los/las educandos/as son pasivos/as e indiferentes, reciben la información, la memorizan y contestan los exámenes; se les incita a competir individualmente por el reconocimiento del/la profesor/a, ya que es una educación meritocrática. Así, el/la docente, cuantifica y clasifica a los/as estudiantes mediante la calificación. Tal como conceptualizó Paulo Freire a la “educación bancaria”, la que adapta, somete y aliena a los/as estudiantes al despójarlos/as de su capacidad de decisión y al fomentar en ellos y ellas la subordinación a las decisiones de otros/as, que virtualmente los/as convierten en objetos.[33]
En este sentido, el método tradicional alienta la competencia y el individualismo entre los/as participantes, por tanto, es contraria a los postulados teóricos de la ESS, por lo que debería erradicarse de su enseñanza y hacer cambios radicales en los procesos educativos. Al respecto, se puede vislumbrar que el colectivo de docentes de esta universidad ha comprendido —aunque parcialmente— esta necesidad, pues al revisar el objetivo de su licenciatura, indican que consiste en:
…formar profesionales que sean agentes de cambio con liderazgo innovador y creativo en la alta dirección de empresas cooperativas u otras figuras asociativas del sector social de la economía, a través de los proyectos productivos que contribuyan a satisfacer las necesidades de la sociedad.
Aquí se puede observar el interés por orientar la formación de los/as estudiantes acorde a las necesidades del sector y en apego a los valores y principios de la ESS, por lo que es posible que en el desarrollo de sus actividades en los próximos años se realicen cambios significativos que les permitan utilizar una metodología acorde a los postulados de la ESS.
Por otra parte, en la Licenciatura en Economía Social y Desarrollo Local de la UABJO, dijeron utilizar el modelo por competencias, aunque se observa una postura más acorde a la ESS al indicar que su plan de estudios consta de once Unidades Formativas enfocadas en: “identificar, analizar, potenciar y aplicar una nueva visión de la economía que fomente el trabajo y la participación colectiva, apoyándose para tal efecto en valores universales como la solidaridad, el bien común, la equidad de género y la inclusión, respetando y apoyándose de la diversidad cultural y natural del territorio.” Resaltando que la meta de su perfil de egreso es que el quehacer profesional:
Se distinguirá por orientarse desde una mirada distinta de la economía clásica de acumulación de capital, privilegiando el trabajo colectivo y el desarrollo local comunitario, desarrollando las siguientes competencias: emplea herramientas cuantitativas, cualitativas e instrumentales aplicadas al análisis económico, para la formulación y evaluación de proyectos de economía social y solidaria, con una visión estratégica del desarrollo local. Participa en la formulación e implementación de políticas y proyectos de carácter cooperativo desempeñándose de manera congruente con los principios y valores de la economía social y solidaria, a fin de favorecer el desarrollo de las comunidades o sectores más desfavorecidos.[34]
En el mismo sentido las otras dos licenciaturas en ESS expresaron que su metodología es alternativa a la educación tradicional, ya que ponen en práctica innovaciones metodológicas en apego a la filosofía de la ESS, las que se detallan a continuación. La licenciatura en Pesca y Cooperativismo de la UACO, cuyo lema es “Construir conocimiento en comunalidad”, trabaja bajo la modalidad desescolarizada, realizan concentraciones de una semana al mes de lunes a sábado, con horario de nueve de la mañana a la siete de la noche (sesenta horas de trabajo). Las tres semanas restantes de cada mes son para que los/as estudiantes realicen su proyecto productivo y brinden su servicio comunitario en los diversos sectores de la comunidad o autoridades comunitarias (cooperativas pesqueras, agencias municipales, bienes comunales y ejidos). Por lo que la metodología se basa en lograr la unidad del “saber estar, saber ser y saber hacer”. Lo cual esperan lograr mediante un proceso de tres fases: 1) encuentro pedagógico presencial de una semana al mes; 2) Tequio (trabajo comunitario para el interés colectivo, sin remuneración) en los sectores o autoridades comunitarias; y 3) foros y seminarios de encuentro para la construcción, desarrollo y valoración de proyectos comunitarios de vida. Además, se destaca que los/as facilitadores (docentes) ponen en práctica el tequio al no recibir ingresos por compartir sus conocimientos ni por guiar las reflexiones con los estudiantes.[35]
En este mismo orden de ideas, la carrera de Técnico Superior Universitario en Asesor Financiero Cooperativo, de la UTSG tiene por objetivo contribuir al fortalecimiento de las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo, uno de los organismos clave de la ESS en México. Su metodología es innovadora al tratarse de una educación dual formativa-productiva en el marco de la comunidad, lo que abre otro enfoque de formación, bienestar y emancipación para las y los jóvenes, y las sociedades cooperativas de ahorro y préstamo. Así, los/as alumnos/as se formarán durante dos años en la universidad y en la Caja Cooperativa de Ahorro y Crédito, de manera alternada y articulada, incluyendo una parte práctica en un 70%. Esto lo harán vinculando la experiencia laboral con la teoría, a fin de impulsar el desarrollo comunitario y regional, de tal forma que sus egresados/as profesionales coadyuvarán a impulsar la cultura del cooperativismo de ahorro y préstamo.[36] Esta propuesta de educación dual es resultado de una cooperación de largo tiempo de la Sparkassenstiftung con la Cámara Mexicano-Alemana de Comercio Industria y el Ministerio Federal de Educación e Investigación de Alemania, basado en el modelo alemán, que se introdujo en la región de Latinoamérica en 2014, teniendo resultados satisfactorios en Perú, Ecuador y El Salvador, ampliándose en México y próximamente en Colombia.
En los niveles de maestría y doctorado los/as responsables de los programas contestaron que el método que utilizan se basa en el constructivismo, practican el aprendizaje colectivo y cooperativo, se trabaja por proyectos y de manera interdisciplinaria. Características de una pedagogía alternativa al método tradicional. Se puede apreciar que por sus declaraciones viven un proceso de identificación de la metodología más acertada para la enseñanza de la ESS, lo que se puede apreciar en los siguientes ejemplos. En la Maestría en Economía Social y Solidaria y Desarrollo Local de la (Unicoop), afirmaron que usan una metodología basada en aprendizajes cooperativos y solidarios, basados en proyectos, solución de problemas y retos, la reflexión-acción, la investigación-creación, el aprendizaje situado, el aprendizaje dialógico, las comunidades de aprendizaje, el aprendizaje-servicio y el desarrollo de “cooperancias” (en vez de “competencias”). Desde una epistemología crítica y autocrítica, descolonizadora, de la emancipación y la liberación, para cuestionar el mundo, nuestro propio andar y prosperar en el Buen vivir.[37] En la Maestría en Creación y Desarrollo de Empresas Sociales y Solidarias de la UI-Santa Fe señalaron que su metodología es de trabajo por proyectos, en la modalidad semipresencial. Indican que el aprendizaje se da a través de la transformación de la realidad, y que para tal efecto los/as estudiantes deben cursar siete materias bajo el siguiente modelo: “1. Tres materias enfocadas a la solución de dificultades en el desarrollo del propio proyecto de empresa social y solidaria. Los/as profesores actuarán como acompañantes, asegurándose de que los y las alumnos y alumnas adquieran las competencias necesarias para transformar su realidad. 2. Cuatro seminarios de titulación, a través de los cuales las y los alumnos y alumnas serán tutorados por un/a experto/a en creación y desarrollo de proyectos.”[38] En el mismo sentido, en el Doctorado Interinstitucional en Economía Social Solidaria (UACh-BUAP) señalaron que utilizan una metodología basada en el aprendizaje cooperativo y solidario, por proyectos y formando comunidades de aprendizaje.
A nivel general en la enseñanza profesional de la ESS en las universidades mexicanas (licenciatura, maestría y doctorado) es posible identificar un proceso de cambio cualitativo en el área pedagógica y metodológica, ya que en sólo el 18.18% de los programas prevalecen prácticas de la educación tradicional, mientras que el resto de los programas que representan el 81.81% afirmaron que están practicando una alternativa metodológica acorde a la epistemología propia de la ESS. Sin embargo, es importante destacar que estos programas educativos son de reciente creación, por lo que en investigaciones futuras se podrán evaluar sus resultados; no obstante, sus respuestas presentan un panorama esperanzador de que en los próximos años pueden lograr establecer estructuras cooperativas y solidarias en la enseñanza de la ESS, que ayuden a formar a sus estudiantes en los valores de cooperación, solidaridad y ayuda mutua.
Para lograr que en las universidades mexicanas se realicen los cambios pedagógicos y metodológicos adecuados para proporcionar una educación pertinente en ESS, es necesario que los colectivos de docentes y estudiantes continúen trabajando de manera organizada en sus procesos de resistencia y contestación ante las imposiciones oficiales. Para que, desde el espacio del currículum oculto, se generen los procesos organizativos que hagan posible la transformación de la educación.[39] De esta forma se abre la posibilidad para conformar un currículum democrático, tal y como lo define Guarro: “común, cooperativo, útil, inclusivo, práctico, realizable, reflexivo, moral, planificado y coherente”.[40]
Reforzando este proceso, la revisión de la literatura reciente en la temática ha mostrado que, desde los espacios educativos del sistema escolar estructurado a partir del sistema capitalista y su Estado, es posible gestar alternativas pedagógicas basadas en la enseñanza de la solidaridad, la cooperación, la auto-reflexión, la interdisciplina y el cuidado del medio ambiente. Se trata de establecer una educación que libere a los/as individuos de las falsedades de la ideología impuesta a través de los medios de comunicación y la escuela, de hacer posible una acción solidaria y cooperativa en la que las personas traten de superar la irracionalidad e injusticia que desvirtúa sus vidas.[41]
Siguiendo la argumentación, se deduce que el empleo de una metodología innovadora en la enseñanza de la ESS, favorece la formación de los/as estudiantes en pensamiento y actitudes solidarias y cooperativas, al generar las condiciones adecuadas para un aprendizaje profundo sobre la temática y, paralelamente, lograr una formación ética. De tal forma que, al egresar, en su actuar como profesionistas y miembros de la comunidad, pongan en práctica aspectos cooperativos solidarios, tales como: la integración colectiva, la responsabilidad, el autoaprendizaje, el aprendizaje solidario y cooperativo, y antepongan el interés común al interés personal, practicando los valores y principios de la ESS.
c) La vinculación de las universidades mexicanas con el sector de la ESS
En relación con la vinculación de las universidades con el sector de la ESS, se ha podido constatar que en los doce programas de grado y posgrado que enseñan ESS (cuatro licenciaturas, seis maestrías y dos doctorados), al menos en cinco de ellos hay una fuerte vinculación con el sector de la ESS: la Licenciatura en Pesca y Cooperativismo de la UACO, la carrera de Asesor financiero Cooperativo de la UTSG, la Maestría en Economía Social y Solidaria y Desarrollo Local de Unicoop, la Maestría en Creación y Desarrollo de Empresas Sociales y Solidarias de la UI-Santa Fe, por practicar metodologías duales en vinculación directa con el sector durante los años de su formación profesional, lo que sin duda ayudará a lograr que sus egresados/as respondan a las necesidades del sector de la ESS. Se agrega también el caso del doctorado DIESS del Bloque 1 (UACh y BUAP) en donde todos los cursos temáticos y de investigación se dan bajo la modalidad teórico-práctica, por lo que los/as estudiantes en cada semestre deben desarrollar un programa específico de práctica visitando alguna organización de la ESS. Con el objetivo de complementar su formación teórico conceptual con la vivencia de la realidad que afrontan cotidianamente los/as miembros de las asociaciones de la ESS, en las áreas de producción, gestión, comercialización y programas de desarrollo, etc. Así, su formación les dota de los elementos necesarios para hacer propuestas de mejora y desarrollo en los colectivos y organizaciones de la ESS. En este mismo sentido, en los dos planes de estudio del doctorado DIESS (Bloque 1 y Bloque 2) se ha establecido que los/as estudiantes realicen una Estancia de Investigación, con duración de seis a doce meses, en alguna universidad nacional o internacional, o en alguna organización de la ESS nacional o internacional. Ambas actividades ayudan a la formación de los y las egresados y egresadas y contribuyen positivamente al desarrollo de la ESS en México, al poder desarrollar acciones concretas, tales como: formar nuevas organizaciones o colectivos de la ESS, dar servicio, investigar al sector mediante tesis profesionales cuyos resultados ayuden a mejorar su administración, producción y comercialización, o al emplearse en las ya existentes, enriqueciendo su capital humano con profesionistas conocedores/as de las bases filosóficas de la ESS.
En resumen, existen logros significativos en la enseñanza de la ESS y su vinculación con el sector, no obstante, para reforzar estos procesos de formación, es necesario que en todos los programas educativos profesionales se incluyan cursos teórico-prácticos con la realización de visitas y estancias en el sector. Además, es necesario aumentar la creación de proyectos de incubación y servicio al sector debido a que actualmente de las quince universidades mexicanas que tienen programas educativos profesionales en ESS, sólo cuatro de ellas han desarrollado estos proyectos de vinculación.
Reflexiones finales
Como se ha argumentado, México forma parte de una tendencia global y regional que, frente al contexto de crisis, ha apostado por el fortalecimiento de la enseñanza de la ESS. Los logros son significativos, sin embargo, resta consolidarlos en el largo plazo, lo que permitirá que este sector de la economía tome un sitio destacado en la economía nacional. Es alentador comprobar el incremento cuantitativo de la oferta en la formación profesional en ESS, la que se ha quintuplicado en los últimos siete años, contando con cuatro licenciaturas, seis maestrías y dos doctorados. También, se han ampliado los programas de diplomados en nueve, de extensión en tres, de incubación con uno y servicios al sector en cuatro.
En el mismo sentido, se ha podido identificar un avance en los aspectos cualitativos de los programas en ESS en particular en tres áreas: la epistemología de abordaje de la temática, la metodología pedagógica y la vinculación con el sector de la ESS. En relación con la epistemología es claro que el tema de la ESS actualmente presenta un dinamismo constante en la discusión académica, lo cual sin duda contribuirá al intercambio entre pares, para su desarrollo conceptual y teórico. Se ha podido constatar que, la formación profesional en las universidades mexicanas en ESS está dejando atrás la metodología tradicional de la educación, al comprender que es contraria a los fundamentos de la ESS. Por lo que se está avanzado en el diseño y puesta en práctica de metodologías alternativas, que faciliten el aprendizaje solidario y cooperativo, el dialogo de saberes, la interdisciplina, la unión de teoría y práctica, la formación ética en valores cooperativos, el cuidado del medio ambiente, y que se realice en un entorno de confianza en el que los/as participantes establezcan relaciones interpersonales positivas. Como señala Gadotti es necesario construir una pedagogía específica para la ESS, la cual debe ser una pedagogía de la liberación, pues es: “una condición humana necesaria para el desarrollo personal y social. Respetar los talentos de cada uno, de cada una, valorarlos y promoverlos, es un deber educacional y una responsabilidad social y política de todos y todas.”[42]
La vinculación de las universidades con el sector de la ESS, está en proceso de construcción, hace falta más trabajo en el diseño y puesta en práctica en las áreas de extensión, servicio e incubación. En México hoy es oportuno buscar esta vinculación mediante convenios de colaboración con el sector, en una unión que facilite su labor educativa, en beneficio de sus socios/as y organizaciones. Esta vinculación debe fortalecer la formación profesional de los/as estudiantes, para que puedan ayudar a consolidar y desarrollar la ESS, tal y como afirma Alemán:
los problemas que le son inherentes a la Economía Social y el Cooperativismo deben formar parte del currículum del estudiante universitario, ya que una vez que esto se concrete en los procesos universitarios, obtendremos egresados capaces de resolver problemas profesionales sociales, porque se forman resolviendo esos problemas.[43]
Es pertinente acotar que en México se trata de programas educativos de reciente creación, por lo que la mayoría de ellos están trabajando con sus primeras generaciones de estudiantes. De tal forma que, en investigaciones futuras, se podría abordar la evaluación pormenorizada de resultados en los aspectos cualitativos. También es importante desarrollar una pesquisa en relación a los contenidos específicos de cada uno de estos programas, revisando la bibliografía de trabajo y el método para profundizar en el aspecto del paradigma epistemológico de la ESS y la metodología más acertada. No obstante lo anterior, esta investigación ha permitido visibilizar la oferta que para el año 2021 existe en las universidades mexicanas en la enseñanza de la ESS. Así como los procesos en curso que se siguen en los aspectos cualitativos para lograr otra educación que permita la formación con el paradigma de la ESS, es decir, con respeto a su filosofía, principios y valores.
En este marco de reflexión se puede advertir que, en los años por venir, aguardan numerosos retos, entre ellos se pueden mencionar los siguientes: 1) la búsqueda de objetivos comunes de trabajo entre colectivos y redes de docentes e investigadores/as, nacionales e internacionales, que permitan realizar actividades conjuntas con nuestras aliadas: las organizaciones representativas de la ESS; 2) desarrollar una práctica pedagógica y metodológica pertinente para la enseñanza de la ESS; 3) fortalecer los programas de formación profesional en ESS a través de prácticas de investigación, prestación de servicio social, investigaciones de tesis de grado, extensión e incubación; 4) dinamizar la investigación en ESS; y 5) aumentar las publicaciones en ESS.
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[1] Profesora-Investigadora de la Universidad Autónoma Chapingo, México, correo electrónico: elenitarojash@gmail.com
[2] Al respecto ver los trabajos de Melián y Campos y Sanchis (2017); Hernández y Pérez y Rua (2018); De la O. y Fedorov y Urra y Arzadun (2019).
[3] Ver a Hoinle y Flores y Rueda (2020).
[4] Apple (1994); Giroux (2008).
[5] Tal y como postulan: Freire (1985); Johnson y Johnson (1999); Johnson y Johnson y Holubec (2004); Pujolás (2001); Pujolás (2004).
[6] Melián, Campos y Sanchis (2017).
[7] Blanc y Stoessel-Ritz (2020), 151.
[8] Melián y Campos y Sanchis (2017), 47.
[9] Melián y Campos y Sanchis (2017), 50.
[10] Flores y Guzmán y Barroso (2016).
[11] Flores y Guzmán y Barroso (2016), 110.
[12] Melián y Campos y Sanchis (2017), 39.
[13] Blanc y Stoessel-Ritz (2020), 150.
[14] Blanc y Stoessel-Ritz (2020), 150.
[15] Pastore (2015), 21.
[16] Altschuler y Muñoz (2015), 130.
[17] Pastore (2015), 24.
[18] Pastore y Altschuler (2015), 123.
[19] Fontecoba y Silva y Soteras (2015), 211.
[20] Universidad Nacional de Rosario (2021). Página oficial de la Universidad Nacional de Rosario, en https://unr.edu.ar/ (https://cei.unr.edu.ar/maestrias/maestria-en-entidades-de-la-economia-social/) 25 de enero de 2021.
[21] Martínez (2020), 36.
[22] Martínez (2020), 37.
[23] Martínez (2020), 45.
[24] Hernández y Pérez y Rua (2018), 99.
[25] Hernández y Pérez y Rua (2018), 100.
[26] Hoinle y Flores y Rueda (2020).
[27] Hoinle y Flores y Rueda (2020), 76.
[28] Hoinle y Flores y Rueda (2020), 86.
[29] Rojas (2013).
[30] Red Nacional de Investigadores y Educadores en Cooperativismo y Economía Solidaria. (2009). Acta Constitutiva de la Red Nacional de Investigadores y Educadores en Cooperativismo y Economía Solidaria. México, 2-3.
[31] Universidad Autónoma de Querétaro (2020). “Página oficial de la Universidad Autónoma de Querétaro”, en www.uaq.mx (https:www.uaq.mx/index.php/carreras/licenciaturas/fcya-2/licenciatura-en-gestion-y-desarrollo-de-empresas-sociales) 23 de julio de 2020.
[32] Hoinle y Flores y Rueda (2020).
[33] Freire (1985).
[34] Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (2020). “Página oficial de la Universidad Autónoma Benito Juárez”, en: cecad-uabjo.mx (http://cecad-uabjo.mx/page/economia_social_licenciatura_en_linea_cecad_uabjo) 23 de julio de 2020.
[35] Universidad Autónoma Comunal de Oxaca (2021). “Sitio oficial del Centro Ixhuatan” en https://web.facebook.com/UACOIxhuatan/photos/a.1920477491572561/3007088286244804, 15 de febrero 2021.
[36] Universidad Tecnológica del Sudoeste de Guanajuato (2021). “Sitio oficial” en
https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=3778202852233945&id=162306930490240, 15 de febrero 2021.
[37] Universidad Cooperativa de Cancún (2021) “Página oficial de la Universidad Cooperativa de Cancún” en https://unicoop.org/metodologia/, 22 de febrero 2021.
[38] Universidad Iberoamericana-Santa Fe (2021), “Página oficial de la Universidad Iberoamericana-Santa Fe”, en https://posgrados.ibero.mx/maestriaencreacionydesarrollodeempresassocialesysolidariasnuevo, 22 febrero 2021.
[39] Apple (1994).
[40] Guarro (2002), 31.
[41] Kemmis (1998).
[42] Gadotti (2009), 80.
[43] Alfonso (2006), 101-102.