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EXPERIENCIAS Y PRÁCTICAS
La cooperativa La Huella y su aporte a la construcción de un nuevo concepto de salud mental en Argentina Entrevista a Mariana Pacheco
Número 225 / Año 2018 / Por Hopp, Malena
En esta entrevista, Mariana Pacheco, psicóloga, militante e integrante de la cooperativa social La Huella, comparte los avances y desafíos en torno a la transformación del concepto de salud mental en Argentina y la construcción de un actor social capaz de representar y proponer estrategias que mejoren la calidad de vida y favorezcan la integración social y económica de los usuarios y usuarias del sistema de salud mental. En esta dirección, nos cuenta el proceso de surgimiento y desarrollo de la cooperativa de trabajo La Huella que aborda esta problemática desde la perspectiva de la salud colectiva, al incorporar el trabajo cooperativo y sus principios –solidaridad, igualdad, ayuda mutua, participación democrática– como elementos centrales.
La Huella cooperative and its contribution to the construction of a new concept of mental health in Argentina Interview with Mariana Pacheco Nessa entrevista Mariana Pacheco, Psicóloga, militante e integrante da Cooperativa Social La Huella, compartilhou os avanços e desafios em torno da transformação do conceito de saúde mental na Argentina, e a construção de um ator social capaz de representar e propor estratégias que tornem a qualidade de vida melhor e que sejam a favor da integração social e econômica dos usuários e usuárias do sistema de saúde mental. Nesse sentido, ficamos sabendo sobre o processo de criação e desenvolvimento da Cooperativa de trabalho La Huella que abrange essa problemática da perspectiva da saúde coletiva, incorporando o trabalho cooperativo e seus princípios de solidariedade, igualdade, ajuda mútua, participação democrática como elementos centrais. In this interview, Mariana Pacheco, psychologist, militant and member of the social co-operative La Huella, shares the progress and challenges surrounding the transformation of the concept of mental health in Argentina, and the construction of a social actor capable of representing and proposing strategies that not only improve the quality of life but also favor the social and economic integration of the users of the mental health system. In that sense, she tells us about the process of emergence and development of the La Huella work co-operative that addresses this problem from the perspective of collective health, by incorporating co-operative work and its principles–solidarity, equality, mutual aid, democratic participation–as central elements.
A Cooperativa La Huella e sua contribuição à construção de um conceito novo de saúde mental na Argentina. Entrevista a Mariana Pacheco Nessa entrevista Mariana Pacheco, Psicóloga, militante e integrante da Cooperativa Social La Huella, compartilhou os avanços e desafios em torno da transformação do conceito de saúde mental na Argentina, e a construção de um ator social capaz de representar e propor estratégias que tornem a qualidade de vida melhor e que sejam a favor da integração social e econômica dos usuários e usuárias do sistema de saúde mental. Nesse sentido, ficamos sabendo sobre o processo de criação e desenvolvimento da Cooperativa de trabalho La Huella que abrange essa problemática da perspectiva da saúde coletiva, incorporando o trabalho cooperativo e seus princípios de solidariedade, igualdade, ajuda mútua, participação democrática como elementos centrais.

La cooperativa La Huella y su aporte a la construcción de un nuevo concepto de salud mental en Argentina

Entrevista a Mariana Pacheco

 

Malena Hopp[1]

 

Resumen

En esta entrevista, Mariana Pacheco, psicóloga, militante e integrante de la cooperativa social La Huella, comparte los avances y desafíos en torno a la transformación del concepto de salud mental en Argentina y la construcción de un actor social capaz de representar y proponer estrategias que mejoren la calidad de vida y favorezcan la integración social y económica de los usuarios y usuarias del sistema de salud mental. En esta dirección, nos cuenta el proceso de surgimiento y desarrollo de la cooperativa de trabajo La Huella que aborda esta problemática desde la perspectiva de la salud colectiva, al incorporar el trabajo cooperativo y sus principios –solidaridad, igualdad, ayuda mutua, participación democrática– como elementos centrales.

 

Palabras clave: cooperativas sociales, salud mental, salud colectiva, trabajo

 

¿Cómo te acercaste al cooperativismo y a la economía social?

Soy licenciada en Psicología de la Universidad de Buenos Aires y me dedico a la práctica clínica, centralmente a la atención de pacientes. Mi primera vinculación fue con las empresas recuperadas por sus trabajadores y trabajadoras. De la mano de estas experiencias conocí la autogestión, el cooperativismo y la economía social y solidaria.

Primero formé parte del Foro Hacia Otra Economía, un espacio del que aprendí mucho, y en este camino me surgió la inquietud de conocer, aprender y trabajar en salud mental y en economía social y solidaria. Esto me llevó a la cooperativa La Huella, en donde ​actualmente estamos trabajando el tema la inclusión sociolaboral de usuarios y usuarias del servicio público de salud mental. Estoy trabajando (con otro compañero) lo que damos en llamar “salud colectiva” o puede decirse también, de identidad, y resolución de conflictos en las organizaciones sociales y cooperativas. ​También formo parte de una asociación civil, Desoles, en donde trabajamos en temas de integración sociolaboral y cultural de personas con discapacidad psicosocial.

 

¿Cómo surgió la cooperativa La Huella? ¿Cuáles son sus objetivos?

La Huella surge en el año 2006 ​dentro del propio Hospital Borda impulsado por un técnico, el licenciado Federico Bejarano que es el coordinador general de La Huella, dentro del área de rehabilitación. En nuestro país, a partir del año 2010, contamos con la Ley Nacional de Salud Mental (LNSM). La LNSM establece llegar al 2020 sin manicomios. Parte de esos nuevos paradigmas o perspectivas de abordajes reconocen en la figura de la empresa social, el cooperativismo, el emprendimiento, la inserción laboral con apoyo, como los instrumentos adecuados para la integración en comunidad.

La Huella surge a partir de la presencia de un obstáculo sistemático en relación a los pacientes-usuarios que, concluido su tratamiento, no tienen lugares donde desarrollar actividades de trabajo de manera permanente. ​Hubo un período de reconocimiento de experiencias extranjeras​ ​​–principalmente de Italia– que abordan la integración sociolaboral: las cooperativas sociales. Se fue elaborando la posibilidad de hacerlo en nuestro país. Aquí contamos con dispositivos laborales como los talleres protegidos, la capacitación y los emprendimientos que tienen un carácter transitorio.

La Huella, entonces, surge para dar respuesta a la necesidad y al derecho a trabajar. Se desarrolla en el Hospital Psiquiátrico Borda y uno de sus objetivos centrales es constituirse en una empresa social sustentable, permanente y autogestionada para esta población con dificultades de inserción laboral. Es una cooperativa de trabajo conformada por los propios usuarios. Ellos producen muebles y artículos de decoración a partir del reciclado de materiales. Nosotros como profesionales trabajamos acompañando el desarrollo de la cooperativa para que puedan llevarse adelante sus proyectos. Se trata de una combinación entre salud colectiva, inclusión social y el trabajo.

La cooperativa está conformada por nueve socios, ocho socios usuarios del servicio público de salud mental y un capacitador en carpintería. Hay un área de voluntariado al que llamamos la “Trama voluntaria”, que no forma parte, formalmente, de la cooperativa.

 

¿Cómo se organiza el trabajo? ¿Hay diferencias entre La Huella que es una cooperativa social y otras cooperativas o empresas recuperadas?

El taller funciona en el Hospital Borda, de lunes a viernes de 9 a 15, y los sábados de 11 a 16. Todas las mañanas organizan el trabajo diario, o semanal. Una vez por semana se tiene la Asamblea. Cada vez más, estos últimos años, la idea es organizarse por áreas: administrativa, cultural y comunicación (la pata cultural), comercial y el taller.
Porque por cómo es La Huella como organización, que es una organización abierta, viva, dinámica, donde circulan mucho los afectos y es muy visitada, y el trabajo fue creciendo, se hace necesario organizarse por área. Una de las diferencias con otro tipo de cooperativa o empresa recuperada podría ser cómo se abordan las cuestiones interpersonales, que por supuesto que en La Huella las hay. Nosotros las resolvemos hablando, en el espacio de la Asamblea. Quizás por la impronta de Federico, el coordinador general, que si bien él se corre de no tener tan presente la cuestión psicológica”, sí estamos convencidos de la necesidad de las palabras, somos del campo de la salud, entonces, no es tan difícil que se cree un espacio para hablar, digamos, ya sea la Asamblea, ya sea otro espacio: hablemos. Me parece que en otras organizaciones cuesta un poco más, ya sea por el rubro, por las urgencias diarias, o por problemas “más concretos”. Pero cuando nos vino a visitar el compañero Fabián Pierucci, que vino a proyectar el documental del Hotel Bauen, decíamos: “No hay diferencias con otras cooperativas donde tienen los mismos problemas”.

Graciela, que es la única mujer, lleva adelante la parte administrativa. Ella es la secretaria en esa área y seguramente va a ocupar el cargo cuando haya cambio en la comisión directiva y será la próxima secretaria de la cooperativa. Graciela es muy ordenada. Está trabajando con otras personas en la administración, con una compañera de la cooperativa Factorial que están trabajando con nosotros a partir de un subsidio que se otorgó en el Ministerio de Trabajo, para distintas aéreas. Factorial está dando un apoyo, entonces, Graciela está con ese apoyo en la parte administrativa. También con pasantes de la carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad Nacional de Quilmes.

 

¿Cuáles son los principales desafíos con los que se encuentran?

Yo pondría el acento, de todo este tiempo que hace que estoy en La Huella, de las charlas con Federico, con el resto, con los que conformamos la cooperativa, diría que, en este tipo de cooperativa, al ser una cooperativa social, los obstáculos están más afuera, en el exterior, que al interior mismo de la cooperativa. Por ejemplo, cuando hay que relacionarse con el Banco Credicoop, cuando hay que relacionarse con el Ministerio de Trabajo, cuando se piensa o se exigen ciertas cosas creyendo que todos somos iguales, que todos tenemos los mismos tiempos, cuando no se informa de manera clara, diferente, o se pide o se hacen exigencias, como por ejemplo todos los socios tienen que tener mail, manejar internet… Eso puede pasar también con las exigencias del banco, cómo sacar la cuenta, cómo hacer la tarjeta, cómo cambiar las claves, cómo acceder a las cuentas y fijarse online, cómo está la caja de ahorro, no encontrar la persona a la que dirigirte. En ese caso, Graciela, que está en la parte administrativa, se encarga de todo eso.

 

Y ahora, en este momento, ¿en qué proyecto está La Huella? ¿Qué llevan adelante, qué organizan?

Ahora estamos reorganizando el trabajo por área. La Huella recibe donaciones, en un momento dejo de recibir donaciones, pero ahora estamos recibiendo muchísimo y vos pensá que están en el hospital. En este momento, la situación con el hospital es que se iba a otorgar un comodato, pero no es exactamente la figura del comodato, sino que el hospital tiene que firmar el reconocimiento de la cooperativa dentro del hospital. Eso también conmueve a la institución, porque, por un lado, es un ente privado, no forma parte de talleres protegidos, no forma parte del sistema de salud en el sentido estricto, digamos, no tenemos la figura de cooperativas sociales, son cooperativas de trabajo. La resolución Nº 3026/06 permitió que saliera la matrícula antes del cambio de Gobierno de diciembre de 2015, esta resolución permitía poder conseguir la “figura jurídica para poblaciones vulnerables”, dice la resolución, y salió la figura.

La figura de la cooperativa de trabajo le abrió muchísimos caminos, perspectivas, le permitió presentarse a subsidios, a capacitaciones, tener la cuenta en el banco, relacionarse con el mundo cooperativo, formar parte de la Federación de Cooperativas Autogestionadas de Buenos Aires para Otra Economía (FEDECABA), ir a la Asamblea de FEDECABA, viajar a los encuentros de la economía de los trabajadores. Esto los introduce también un poco a todos en lo que es el mundo cooperativo y empezar a entender y a vivir también de manera cooperativa.

 

A ser parte de otra cosa que no tiene que ver con el problema de salud mental. Esto que vos planteabas antes de que no son solo pacientes, sino que tienen una cooperativa, pueden producir, pueden ganarse su propio dinero.

Sí, y resolver cómo lo van a dividir y pensarse como un trabajo y cumplir plazos de entrega, pensar presupuestos, etc. Para nosotros eso es salud, es cómo cambian las condiciones de vida de las personas que están trabajando en la cooperativa y que tienen la posibilidad de vincularse con otros, de poder pensar qué mueble van a hacer. Pienso en el taller, aunque yo no esté en el taller, producir en serie, empezar a sacar una sillita y que esa sillita sean varias y no muebles únicos, que es una marca por otro lado de La Huella. Si vos entrás y ves los muebles, se los distingue a los muebles, tienen mucho diseño… Que se vaya perfeccionando la parte del diseño…

Y tuvieron un momento, te decía antes, de no poder recibir más donaciones porque ya no había lugar, espacio físico. El hospital también exigía que no estuvieran los muebles en el pasillo. Hay que mantener esa relación entre la cooperativa y estar dentro del hospital.

 

Y entonces ahora en esa relación con el Borda está la resolución, la normativa que lo que haría es…

Es reconocerlos. Que es una cooperativa, que está en el espacio del Borda y que pueden llevar adelante su actividad productiva. Estamos esperando esa firma.

 

Eso es interesante porque marca un paso importante en cuanto al abordaje de salud mental, en cuanto al hospital, eso que decís de que la cooperativa genera cambios en cuanto a las personas que participan, pero también en la institución. ¿Y en el Borda también están los talleres protegidos como modalidad?

Sí, ahí están cerca del hospital, están ahí nomás, creo, del hospital. Te repito, como yo no formo parte del personal en el hospital Borda, no estoy interiorizada demasiado en ese sentido. Nunca digo “voy al Borda”, digo: “Voy a La Huella”.

 

¿Cuál es el aporte del cooperativismo al tema de salud mental?

Nosotros creemos que el aporte es fundamental y un poco tiene que ver la Ley Nacional de Salud Mental, los cambios que trae a partir del año 2010, que se promulga, se sanciona y se reglamenta años después. La ley misma nombra como dispositivos alternativos a la internación, nombra a la cooperativa con todas las letras y en ese sentido seguimos trabajando en la línea de la Ley Nacional de Salud Mental.

 

¿Cuáles son los avances en el cumplimiento de esa ley y cuáles son las dificultades que están apareciendo en el contexto político actual del país?

Vos sabés que la ley está considerada de avanzada, una de las mejores en cuanto a salud mental. Salud mental es como si fuera el último orejón del tarro. No es un interés que esté primero en agenda, siempre hay que recordarlo, inclusive para los que formamos parte del campo de salud. Por un lado, podría hablarte de la ley y, por otro lado, del campo de la salud mental, los profesionales que estamos en el ámbito de lo privado, los profesionales del ámbito estatal. Mi opinión es que se necesita más conexión entre el campo, que no quede tan atomizado.

Con el cambio de Gobierno ha habido intentos de modificar la ley, de dar de baja resoluciones, de reformar el decreto de la ley, y todas las redes, instituciones de salud mental y redes de salud mental y de derechos humanos, universidades se pusieron firmes en la defensa de la ley. En la página de la Red de Salud Mental Comunitaria y Derechos Humanos están todas las organizaciones, universidades y cátedras que han adherido a la lucha y a los comunicados al oponerse a la reforma de la ley. Se logró frenar esa reforma, esto fue el año pasado. A fin de año, y al poco tiempo de la movida de las organizaciones, tenemos la noticia de la renuncia del director de salud mental desde que asume el macrismo, Andy Blake. Renuncia y quien asume es Luciano Grasso, que es psicólogo, lo cual es un cambio importante porque, dentro de todos los obstáculos que tiene la ley para su implementación, y una podría pensar cuáles son las distintas dimensiones de la implementación, es que sigue habiendo una puja entre el poder de la psiquiatría y otras disciplinas.

La Huella existe desde el año 2006, antes de la ley de salud mental, las leyes se nutren de las experiencias mismas y se nutren del campo de las experiencias. El tema es que hay que llegar al 2020 sin manicomios, que es lo que propone la ley. Una de las cosas que se decían de los obstáculos son las cuestiones de intereses, como te dije antes, entre distintos campos como es el psiquiátrico, el médico, que vendría a ser el poder hegemónico, y lo que es psicología y todo lo que la ley propone sobre no poder internar a un paciente si no hay firma de psiquiatra, psicólogo o de terapista ocupacional. Tiene que haber firma de dos profesionales de distintas disciplinas. Esto no se cumple siempre.

Sin embargo, que haya actualmente un director nacional que sea psicólogo, algo diferente dice. Las organizaciones sociales le ponen fichas a Grasso, van a estar muy atentas a la gestión y él dijo que va hacer todo lo posible para respetar el espíritu de la ley. Va a trabajar en función de la Ley Nacional de Salud Mental. Él viene de Tandil, de un emprendimiento que se llama Quereme así piantáo, que es un bar atendido por usuarios del sistema de salud mental. Hay un cambio positivo después de tanta lucha. Por otro lado, este tema no convoca tanto. Cuando hay una marcha por el día de salud mental vamos al Obelisco y somos siempre los mismos. Creo que desde este lugar es necesario abrirse y no quedarse donde cada uno trabaja.

 

Es importante esto del abordaje interdisciplinario, de comunicar hacia afuera, de encontrar estos espacios para dar a conocer el mundo del cooperativismo.

La verdad es que la cooperativa es de ellos. Lo que dice Federico y lo que hablamos en la Asamblea: tienen que decidir, la cooperativa es de ellos. En ese punto es parecido también a otras experiencias cooperativas, que es como si fuera medio estructural, donde se busca que alguien nos diga lo que tenemos que hacer o si esto que estoy haciendo está bien o mal.

 

Y es lo que cuesta, es a lo que estamos acostumbrados, el trabajo asalariado, el patrón, parece lo normal, todo lo demás hay que ingeniárselas y ver cómo hacer con todos los obstáculos que vos planteás. Por ahí el reconocimiento tiene que ver con una ley o con una forma jurídica específica que la reconozca como cooperativa social, o en cosas más cotidianas como que cuando van a un banco o a hacer un trámite a un ministerio los atiendan como corresponde.

Claro, que el empleado también tenga que informarse y que también sepa qué quiere decir una cooperativa social y a quién está atendiendo, digamos.

 

Es parte de los desafíos.

Sí, y al interior de la cooperativa el desafío es seguir produciendo, trabajando diseños, incrementando las cantidades. Seguir siendo una cooperativa, una empresa social de puertas abiertas. Por eso se acerca tanta gente y la trama voluntaria es muy amplia, desde una contadora hasta una diseñadora gráfica, que es la diseñadora que hizo el logo de La Huella. También tenemos una fotógrafa que es profesional, que tiene una visión del tema de los derechos humanos, que también participa, así como los pasantes de las materias de la universidad, que también tienen que entender las particularidades de esta experiencia. Por eso, tenemos muchas charlas de intercambio con los alumnos de distintas carreras, ya sean de universidades públicas o privadas. Hasta hubo una pasante de fotografía que quería ir al Borda a sacar fotos… Primero le dijimos que no se puede, pero no solo desde una cuestión legal, sino para que entienda a dónde está yendo. Cómo transmitimos desde la cooperativa quiénes somos, qué estamos haciendo y por qué. Primero tengamos un intercambio, que los socios sepan qué se va a hacer, que ellos decidan si se quieren sacar una foto o no y si alguien no quiere, vemos cómo hacemos para respetar las necesidades de todos. Queremos que quienes se acercan se empapen de lo que es la empresa social, que haya un intercambio en ese sentido y que haya más “huellas”, eso es lo que tenemos siempre presente.

 

En ese sentido, el año pasado hubo un encuentro latinoamericano de empresas sociales, ¿querés contarnos?

Sí, la verdad es que fue muy importante. Fue el primer encuentro de cooperación social, un encuentro latinoamericano donde participaron compañeros de Brasil, Venezuela, Ecuador, Guatemala, obviamente, Argentina. Era el sexto encuentro de empresas sociales, que siempre se hacía en el sur del país, pero por el cambio de Gobierno no se hizo allí. La Universidad Nacional de Quilmes tomó la posta. Ellos tienen el proyecto de extensión universitaria, el CREES, y se hizo ese encuentro en noviembre con un objetivo que estaba en el nombre del encuentro, que era: “Hacia la construcción del actor social”.

Allí participaron universidades, organizaciones sociales y federaciones. La Huella formó parte del comité organizador junto con FEDECABA. La Huella tiene a su cargo la secretaría de cooperación social dentro de la federación. Desde FEDECABA, nosotros participamos en la organización, junto con los otros compañeros de las universidades, del encuentro, y quedamos en que va a salir un documento final. También participamos desde lo que es la Red de Cooperativas Sociales.

 

¿Qué es la Red de Cooperativas Sociales?

Lo empezamos a hacer a principios del año pasado, nos juntamos dos o tres organizaciones sociales, empezó La Huella, FEDECABA, la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), luego se sumó la cooperativa Asociación de Usuarios de Acompañantes del Paco (AUPA), otra precooperativa o ya casi cooperativa que trabaja con personas en situación de calle que es Duchas del Sagrado, la Universidad Nacional de Tres de Febrero, la Universidad Nacional de Quilmes. Nos empezamos a ver primero con la idea de no estar tan aislados y tan atomizados, pero con el fin de llegar a noviembre y poder presentar algo y ver si se puede crear un actor social que mínimamente tenga una representación, que el día de mañana se pueda reclamar y pensar normativas que faciliten el desarrollo de este tipo de cooperativas, que puedan facturar legalmente y hacer distintas actividades.

La Huella en su estatuto es una carpintería, pero La Huella lo que menos es, es una carpintería a secas. En realidad, es el medio, la estrategia: se hacen muebles, pero los muebles de La Huella representan mucho más que un mueble en sí mismo, no es una mueblería como cualquier otra, por eso es una cooperativa social.

Con estos compañeros, universidades y organizaciones, nos hemos juntado todo el año pasado, dos veces por mes, hemos sostenido desde el trabajo de discutir, pensar el nombre, dijimos: “Partamos desde la definición de CICOOPA, que dice qué es una cooperativa social: una cooperativa social es la que tiene como interés principal el bien común”.

Este año seguimos trabajando. La verdad es que a todos los emprendimientos que tengan que ver con salud mental, personas que han estado privadas de su libertad, mujeres que han sufrido violencia de género, aquella población vulnerada, desventajada (nos llevó mucho tiempo pensar qué término usar, con qué término quedarnos) los invitamos a sumarse a la Red. Que los tiempos presentes y los que vienen no van a ser fáciles, que ya no va haber ingreso al mercado laboral formal para mucha gente, con o sin discapacidad. Bueno, hay personas, poblaciones que están mucho más desventajadas. Una de las discusiones que teníamos, que está muy buena, era que toda cooperativa es una cooperativa social.

 

Claro, es parte de los principios del cooperativismo. Ahora, creo que por ahí la diferencia es eso que vos planteás, el objeto social es el trabajo, en este caso. Ahora, el objeto social de una cooperativa social implica muchas más cosas y tiene que ver con un proceso no solo laboral, sino de salud, de vínculo, de transformar la sociedad. Entonces, creo que ahí está el desafío, las normativas por un lado que les permitan funcionar, pero por otro lado, también poder nombrarse de una manera que los identifique como lo que son.

Sí, totalmente, la verdad. Todo ese año estuvo muy interesante. Yo te nombraba lo de la carpintería y el objeto del estatuto porque, claro, no pueden ser actividades culturales, no pueden dedicarse a otras cosas porque deben dedicarse a fabricación de muebles, lo que dice el estatuto. Por eso, otra cosa que estuvimos pensando para las cooperativas sociales es poder pensar en cooperativas multiobjetos, poder pensar qué compone una cooperativa, otros actores, qué lugar ocupa un voluntario, si es socio o si no es socio o si es un profesional.

 

Esa era una de las preguntas que me hacía para entender cómo funciona La Huella. Hay una trama voluntaria enorme que pone mucho trabajo en esa cooperativa y además otros actores que se vinculan también ahí.

Es un camino. Una de las cosas que tanto Federico como yo creo que sostenemos y estamos totalmente de acuerdo es que lo que sostiene tiene que ser el afecto, por supuesto el trabajo, y que el voluntario no se tiene que sentir obligado, ni cumplir un horario, sino que te sentís recibido. No todas las organizaciones son abiertas por más que puedan nombrarse como abiertas, no es tan fácil que una organización te abra las puertas en el sentido más literal si querés. Es decir, se puede venir, se puede tomar mate, podés conocer y podés trabajar y podés decir qué querés hacer y decir “dale hacelo”. Por supuesto que vamos a estar mirando, que hay coordinación, está la coordinación general, yo coordino el área de cultura y comunicación. Como estas áreas no están en el taller, nos costaba más darle forma. Entonces, al voluntario que va al taller… yo voy al taller tal día o tengo que hacer un tema del libro o tengo ir a sacar alguna foto… Cuando las acciones aparentemente no eran tan concretas, era difícil definir qué hace cultura, y lo mismo ocurría con los socios, pensar: ¿Cultura qué es? ¿Para qué tenemos un área de cultura? Y estamos trabajando cultura hacia el interior de la cooperativa y hacia afuera.

Así que este año estamos rearmando el área cultural, con salidas. Tenemos una parte que se llama “¡Cine y Salú!”, jugamos con el sentido de salud y de brindis… Digo, la salud es brindar para nosotros, es eso. Estamos este año con el tema de cultura, hay un proyecto audiovisual, uno de los que forma parte de la “Trama voluntaria” es audiovisualista y filmó unos cortos de La Huella. Vamos a seguir con eso, y también Cultura tiene el desafío de ir hacia fuera, hacia la comunidad, poder informar, decir, intercambiar qué es una cooperativa social, que no somos todos iguales, que todos tenemos derecho al trabajo, a la vivienda, ¿no? A la escuela, aun a la educación, y digo el “aun” porque a veces parece que no fuera tan evidente en personas con discapacidad, pero que tiende hacia una igualdad, no hacia un tratamiento especializado, ni como persona débil ni víctima.

 

Pensarlo como integración entre iguales, reconociendo esas diferencias o esas necesidades distintas.

Sí, y esto que decís pensarlo sobre todo con salud mental, que genera más curiosidad. Suele pasar, volviendo a lo que te decía con los pasantes o gente que viene a la fiesta de La Huella, que hay gente que viene de afuera… El año pasado nos visitaron muchísimos extranjeros con el tema del VI Encuentro Internacional “La economía de los trabajadores” que se hizo en Pigüe. Vinieron muchos a La Huella que querían conocer, saber, intercambiar, y aparte hicieron muchas preguntas en relación a cómo fue que quienes integran la cooperativa terminaron siendo pacientes del Borda. Genera curiosidad y preguntas.

 

Claro, por un lado, se acercan porque es una cooperativa y cuando llegan ven el Borda. Entonces, poder desarmar en la cabeza de los integrantes de la cooperativa y también de quienes van y ven esa idea de Borda-loco y diferente, creo que es uno de los trabajos más desafiantes. Porque está muy instalado. Para cerrar queríamos abordar la cuestión de género. Para vos desde tu lugar como mujer y como cooperativista, ¿cuáles creés que son los desafíos o las cuestiones que tenemos por delante?

En el ámbito de lo que es el cooperativismo, en el ámbito de las federaciones, en el ámbito que conocemos y nos movemos, la verdad que es un desafío enorme instalar el tema del género sobre todo con nuestros compañeros. Ahí hay muchísimo trabajo por hacer. La verdad es que, en estos últimos años, se ha podido instalar el tema de poder hablar de género, poder hablar de feminismo, tiene que ver con políticas públicas realmente que han quedado, por lo menos por ahora, en el país.

 

Que se sostienen. Esto que contabas de la organización, esto de poner el actor social por encima.

Creo que uno de los desafíos es seguir con esa toma de consciencia tanto en hombres como en mujeres, porque hay muchas compañeras con las que charlar y explicar lo que es el tema del feminismo, que la lucha es por varios objetivos y no solamente por violencia de género, por todo tipo de violencias, por las desigualdades que hay en el ámbito del trabajo, que realmente sigue siendo así. Me refiero en el ámbito privado donde realmente cobran menos y hay estudios hechos, lo googleás y lo encontrás, qué porcentaje cobran menos las mujeres que los varones, siendo profesionales de la misma profesión. Me parece que yo pertenezco a una generación que me conmueve cuando las chicas hablan del acoso callejero, por ejemplo. Soy de otra generación. A mis veinte años era impensable. Estábamos acostumbradísimas, te podías encontrar con una compañera, podías hablar, te podías sentir violentada, pero nos parecía que todo caía dentro de lo que era “natural”, estabas como acostumbrada. Que eso vaya calando en lo más cotidiano de nuestras vidas a mí me conmueve. Creo que tenemos ese desafío, nos preparamos para el 8 de marzo, tanto en GESTARA como en FEDECABA –son dos federaciones muy cercanas– somos los mismos compañeros, algunos estamos en las dos organizaciones. Nos preparamos con las mujeres de ambas federaciones para pensar el 8 de marzo, con qué tipo de consignas vamos a marchar nosotras con nuestro espacio. Hoy creo que le proponía a una compañera que hiciéramos varias consignas, pero seguramente va a tener que ver con el tema del trabajo y que haya más mujeres, por supuesto, que nos representen en lo que es el tema del cooperativismo y el sindicalismo, como, por ejemplo, Silvia Díaz, de la cooperativa La Cacerola. Porque referentes que ocupan un lugar, que son cabeza, no tenés muchas. Tener una mujer con todo lo que implica eso, ser una referente, así como tenés referentes de distintos espacios que casi todos son varones, que también lleguen las mujeres. Pero es todo un cambio con los compañeros.

 

Si bien las mujeres trabajan casi a la par en el mercado, ni hablar del trabajo doméstico, reproductivo, igual a pesar de eso la representación cuesta.

Sí, porque la parte que yo creo que tiene que ver con el poder, con ser referente, también ahí hay, debe haber ahí una disputa en el buen sentido.

 

Bueno, en La Huella vos dijiste que hay una sola mujer ahora.

Eso tiene que ver con la impronta del lugar, el Borda, que es de varones, pero Graciela es de consultorios externos así que llegó, se sumó y está. En la “Trama voluntaria”, en cambio, somos varias mujeres. No hay una impronta fuerte con la figura del varón. Si bien Federico Bejarano es el coordinador, y se lo reconoce a él como la cabeza, en realidad somos muchos y muchas trabajando.

 

Bueno, ahí también hay que ir peleándola y construyendo.

Él es abierto. Igual estamos recién ahora con los temas de cooperativismo, hablando de los principios y recién ahora estamos participando en el 8M. Graciela, la socia de la cooperativa, va a ir, hemos ido a marchas, han venido ellos con nosotros a marchas junto con FEDECABA, hemos estado el 24 de marzo del año pasado juntos en un stand en la marcha y todo eso para nosotros es salud, es recuperar una parte de la vida. Hay socios que empiezan a recuperar recuerdos, al estar, al vivir la situación.

También se viaja, tenemos toda la parte de turismo de viajar, del placer. El martes nos vamos a ver la exposición de Leticia Polaco, que es la diseñadora gráfica, que expone collage, vamos a ir a ver la exposición. Todo eso es La Huella y es la buena predisposición y, por supuesto, que igual hay cosas que pasan y debemos resolver… Es la vida de la cooperativa.

 

La búsqueda de los desafíos que quedan por sostener, por el reconocimiento, por crecer.

Tenés que venir a conocernos, un día cuando quieras arreglamos y te venís.

 

 

Dirección: Ramón Carrillo 375, 1º P, CABA

Correo electrónico: info@lahuella.org

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[1] Investigadora del CONICET, Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. Investigadora del Departamento de Cooperativismo del Centro Cultural de la Cooperación. Correo electrónico: malenahopp@yahoo.com.ar.