Editorial Revista N° 221
Nuestro primer número de 2017 se presenta al público en el mismo contexto al que refiriéramos hace unos meses, bajo la égida del proyecto civilizatorio neoliberal-conservador.
Las ciencias sociales hegemónicas –su paradigma epistemológico, sus producciones y métodos– están lejos de anticipar los grandes giros de la historia, y los cambios profundos que se van gestando en un largo recorrido se expresan a veces en inesperados hechos que dejan atrás el viejo orden y abren cauce a nuevos modos de organizar la vida común.
El papel del conocimiento, así, viene a estar en el banquillo de los acusados: ¿hasta dónde las teorías, conceptos, métodos, expresan de modo más o menos riguroso la realidad?
Esta revista, que trabaja con y desde la práctica y la teoría, que reivindica la “praxis” como unidad mutuamente imbricada del pensar, del sentir, del decir y del hacer, entiende que una tarea de primer orden es la crítica a un modelo de conocer, de explicar y de comunicar cómo son las cosas en un planeta cada vez más violento e injusto. Y tales desafíos epistemológicos, metodológicos, conceptuales, comunicacionales, nos interpelan para superar la denuncia y ensayar aportes superadores.
El “Occidente” ha montado un relato que trasunta una cosmovisión general, una idea sobre la historia admisible, un paradigma de lo “natural”, de lo deseable y de lo posible que viene siendo cuestionado por una realidad de emergencias a las que conducen los postulados reproductivistas. Las ideas sobre la validez de la competencia, del egoísmo, del mercado o del individualismo, para resolver los problemas humanos, se confrontan con escenarios cada vez más injustos y violentos de exclusión y exclusivismo.
La fuerza incontestable de los hechos y la incapacidad de la actual organización del mundo para configurar un orden sustentable se expresa en todos los planos: ecológicos, energéticos, sociales, culturales y políticos.
Cada día se registran más intolerables niveles de inequidad; se dan nuevos pasos hacia un modelo de desarrollo predador que profundiza la agresión a la naturaleza; se instala un clima de violencia exasperada que amenaza con la irrupción de fuerzas que ven fórmulas salvadoras en medidas desbordantes de xenofobia y las más diversas estrategias de segregación.
Por otro lado, emergen contrapoderes que van reconfigurando el mapa planetario. En el escenario de la política, la vieja hegemonía de Estados Unidos y Europa se ve desafiada por la aparición de bloques y alianzas –China, Rusia, Irán– que permiten vislumbrar un cambio de época hacia un mundo multipolar.
Hay búsquedas –como la concepción del “buen vivir”, formulada en Bolivia y Ecuador– que, con todas sus complejidades, también desafían el modo de vida consumista y prepotente que despliega el capitalismo en sus variantes más o menos agresivas.
En tiempos aciagos e intensos, que hacen presumir una transición de final abierto, reemergen estudios decoloniales y nuevos abordajes epistemológicos que cuestionan aquellas verdades labradas a golpe de escolarización oficial, de filosofía y propaganda, que resisten la machacona insistencia de que América fue descubierta, o que la economía neoclásica es la salida a todos los problemas humanos en materia de producción o desarrollo, que hay “razas inferiores” o que las mujeres son una costilla del hombre. En estos tiempos de urgencia, el cooperativismo tiene mucho que hacer y qué decir.
Este número contiene distintos aportes sobre problemas sustantivos de la vida social.
Un primer tópico, que está en un momento dramático de definiciones, es la suerte que correrá el Hotel Bauen. Esta cooperativa está amenazada con el desalojo tras el veto del presidente Macri a la ley que declaró la expropiación y le cedió su gestión a la cooperativa. Así, tras más de una década de ardua lucha por el derecho al trabajo y a un modelo de cooperativismo democrático y transformador, el Bauen corre riesgo cierto de perderse, de reconvertirse en empresa capitalista con los mismos dueños que la vaciaron en el cambio de siglo.
Las reflexiones que se vuelcan en nuestras páginas nos remiten no solo al valor de la experiencia de las empresas recuperadas cooperativas, sino al complejo vínculo que las une a la política pública. Relaciones peligrosas para las y los trabajadores, agudizadas en un contexto planetario radicalmente injusto.
Otros artículos miran hacia nosotros mismos. Una rica entrevista sobre el Balance Social Cooperativo desde la perspectiva del Banco Credicoop muestra un uso sustantivo y no formal de la herramienta. Promovido por la Alianza Cooperativa Internacional, el Balance Social Cooperativo se orienta hacia una sistematización de la enorme cantidad y calidad de proyectos, vínculos y decisiones que definen la vida de la entidad.
Otro artículo, referido a los desafíos de la educación cooperativa, se introduce en la vida de Idelcoop y el modo en que es interpelado por el movimiento cooperativo para aportar, desde la formación, la producción de conocimientos y la asistencia técnica, al fortalecimiento de nuestras entidades solidarias.
Este número sale en marzo, el mes en que se conmemora el Día Internacional de la Mujer, y también la Revista analizará el modo en que el cooperativismo estuvo presente en el pasado Encuentro Nacional de Mujeres. Estas novedades interpelan a nuestro movimiento en una dimensión que crece con las legítimas demandas de igualdad de género que tienen alcance mundial. En esta misma línea, incluimos la reseña bibliográfica del libro Economía feminista. Como construir una sociedad igualitaria (sin perder el glamour), de Mercedes D’ Alessandro.
Como ocurre en todos nuestros números, también se vuelcan experiencias del cooperativismo y otras formas de la economía social y solidaria en diferentes territorios de Argentina y Nuestra América (Córdoba, Río Negro, Mendoza y México), así como un artículo histórico sobre los 130 años del cooperativismo de crédito en Argentina.
Documentos y análisis institucionales –como la IV Cumbre Cooperativa de las Américas en Montevideo– o la declaración de Cooperativas de las Américas titulada “Ni muros, ni exclusión, ni globalización financiera” completan un número 221 de la Revista Idelcoop que se propone contribuir a la construcción de un conocimiento decolonial y emancipador, a tono con las urgencias de la época, en un mundo en riesgo.
El cooperativismo, una vez más, toma la palabra y marcha a la acción, soñando, luchando y construyendo.