Revista Idelcoop, nº 217, noviembre 2015. ISSN 0327-1919 / Sección Reflexiones y Debates
Instituto de la Cooperación. Fundación de Educación, Investigación y Asistencia Técnica- IDELCOOP
Desarrollo de producción agroecológica bovina lechera desde el cooperativismo en el Sur de Misiones, Argentina
Fernando Raúl Jrolovich[1] y Sergio Orlando Cardozo[2]
ARTÍCULO ARBITRADO:
Fecha de recpción: 28/08/15
Fecha de aprobación: 28/10/15
RESEÑA HISTÓRICA
Los primeros colonos de la zona rural del actual Leandro N. Alem, Misiones –inicialmente Colonia Mecking–, desarrollaron vastamente la agricultura, mediante la producción tabacalera, yerbatera y tealera. De esta manera, trascendieron el consumo regional, llegando a la exportación de dichos productos. Estas actividades dieron origen a diversas cooperativas en la región. La primera de ellas surge en 1933, acopiando e industrializando una amplia gama de productos. En menor medida, otras actividades productivas ayudaban a la economía familiar –mandioca, miel, caña de azúcar y hortalizas varias–. La aparición de la Cooperativa Tabacalera de Misiones en 1984 marca un hito en cuanto al protagonismo de los productores en la toma de decisiones. La gestación de esta cooperativa surge del seno de la Asociación de Plantadores de Tabaco (APTM), organización gremial que defendiera los intereses de los productores tabacaleros en torno a los atropellos de las grandes industrias y el gobierno de facto, que sometían a los productores a precios irrisorios fijados unilateralmente por las empresas, y a una constante opresión estatal.[3]
Más tarde, en 1995, con la aparición de una planta frigorífica, dependiente inclusive de una cooperativa, la ganadería ganó terreno, mediante la producción de bovinos de cría y porcinos. Esta evolución en cuanto a actividades productivas, descripta para la zona rural de Leandro N. Alem, fue común para gran parte de la región Sur de Misiones, que comprende los actuales departamentos de Candelaria, Leandro N. Alem, San Javier, Capital, Apóstoles y Concepción.
Tales actividades productivas comparten generalmente lugar en la chacra –establecimiento productivo– en la actualidad, así como las actividades domésticas cotidianas, ya que el domicilio del colono está situado en la chacra. Esto configura un perfil del colono compatible con la agricultura familiar. Diversificando su producción, los colonos no solo logran el autoabastecimiento para el consumo, sino que evitan los riesgos de una mala producción o una mala situación de precios coyuntural para determinado producto, esto último es sobretodo válido para las producciones yerbateras y tealeras, donde existe cierta ciclicidad en los precios.
CARACTERIZACIÓN DE LA AGRICULTURA FAMILIAR EN EL SUR DE MISIONES
La población rural ocupa un sector importante en la provincia de Misiones –en la Región Sur, el 32% de la población total–, dotando a esta provincia de una trascendencia respecto al número elevado de agricultores familiares presentes. Debido a las condiciones ambientales particulares de la provincia, con grandes áreas de monte nativo y relieves pronunciados, se configura un particular modo de asentamiento en picadas y parajes, agrupándose la población que reside aquí en Población Rural Dispersa, a diferencia de la Población Rural Agrupada. Esta Población Rural Dispersa es significativa en la Provincia y representa el 76% de la Población Rural Total. La mujer rural ocupa el 47% de la totalidad de la población rural. No obstante, realizando un análisis tendencial podemos observar que en la población rural se viene produciendo una leve reducción porcentual.[4] El crecimiento demográfico se ha aglutinado en el sector urbano del territorio de la Provincia de Misiones. La población rural se ha estancado desde 1980, mientras que la población urbana sigue creciendo año tras año, tendencialmente. Considerando que la tasa de natalidad en el sector rural es superior a la urbana, este crecimiento se explica por la migración rural urbana.[5]
Se pueden identificar a grandes rasgos dos tipos de agricultores familiares en función de los ingresos económicos percibidos: los agricultores familiares “capitalizados” y los agricultores familiares “en transición”.
Los agricultores familiares “capitalizados” poseen los servicios básicos satisfechos, tales como vivienda digna, acceso a red de energía eléctrica, abastecimiento de agua potable en cantidad y calidad, servicios sanitarios básicos y movilidad para trasladarse a centros médicos sin dificultad. Poseen servicios médicos mediante obra social prepaga. La tenencia y propiedad de la tierra se encuentra en su poder. Los establecimientos tienen una superficie que está comprendida entre el rango de 25 a 50 hectáreas, situándose el promedio alrededor de las 35 hectáreas. Este tipo social rural posee alto grado de alfabetización y de nivel educativo dentro del grupo familiar. Como particularidad, poseen dentro de las pluriactividades del establecimiento rural ciertas actividades productivas que generan rentabilidad a largo plazo, debido a su capacidad de inversión y apalancamiento financiero, que les permite permanecer en una actividad sin percibir ingresos al corto y mediano plazo. Este tipo de actividades productivas son la producción yerbatera, tealera y la forestación.
Los agricultores familiares “en transición” pertenecen al tipo social rural conocido como agricultura familiar de subsistencia o agricultura familiar campesina, con menores ingresos económicos que los agricultores familiares “capitalizados”. La característica diferencial que poseen es la presencia de algún servicio básico no satisfecho o satisfecho de manera parcial. Así, se pueden encontrar algunas de estas situaciones de manera aislada o en combinación con otras: viviendas precarias, falta de acceso a la red de energía eléctrica, falta de acceso a agua en cantidad y calidad adecuada, dificultad en los servicios sanitarios básicos y ausencia de movilidad para trasladarse a centros médicos. Gran parte posee acceso a servicios médicos mediante obra social, siendo la prestación de este servicio, un beneficio extra hacia los productores integrados de parte de la industria tabacalera regional. La tenencia de la tierra se encuentra en su poder, aunque no en todos los casos son propietarios, definiendo situaciones de ocupación de tierras fiscales. La mayoría de las familias están en proceso de regularización de dominio, mediante el estudio de título por parte del estado provincial y nacional, con resultados generalmente favorables para este tipo social rural, por lo que la precariedad en la forma de ocupación de las tierras es una situación que está en reducción. Los establecimientos tienen una superficie que se sitúa entre el rango de 5 a 25 hectáreas, siendo el promedio cercano a las 15 hectáreas. Este tipo social rural posee bajo grado de alfabetización y de nivel educativo dentro del grupo familiar. Las actividades productivas predominantes para este tipo social rural son aquellas caracterizadas por la percepción de ingresos en el corto y mediano plazo, tales como la producción de tabaco, ganado bovino de carne y leche, piscícola, hortalizas diversas, caña de azúcar, mandioca y carbón. Estas actividades prediales son complementadas con actividades extraprediales para la generación de ingresos económicos, mediante el ejercicio de oficios varios.
INICIOS DE LA COOPERATIVA AGRÍCULA GANADERA DE LEANDRO N. ALEM LIMITADA "LEANDRITO"
En el año 1995 la “Fundación por la Ciudad que Queremos”, apoyada por un grupo de funcionarios y colonos, comienza a dar forma a un proyecto, una alternativa productiva para la zona rural de Leandro N. Alem. Como resultado, surge la propuesta de instalación de una planta procesadora de lácteos en la localidad, que fuera el epicentro de una cuenca lechera, para profundizar de esta manera la diversificación productiva en las chacras, pero, por sobre todo, aumentar el valor agregado en origen de la materia prima.
Tres años después y con apoyo del Gobierno Provincial de Misiones, la E.E.A. INTA Cerro Azul y la Cooperativa Tabacalera de Misiones (C.T.M.), se concreta la instalación de la planta procesadora de lácteos. En un lote cedido por la C.T.M., la Cooperativa Agrícola Ganadera de Leandro N. Alem limitada tenía en el año 1997 su planta industrial láctea. Inicia de esta manera el acopio de materia prima. Asimismo, los primeros colonos socios, pioneros en la región, recibieron asistencia técnica, financiera e insumos para incurrir en la actividad.
El acopio de materia prima por parte de la Cooperativa fue creciendo anualmente. En el primer año de funcionamiento, en 1997, se industrializaron 57.000 litros. Al año siguiente la cifra aumentó exponencialmente a 154.000 litros. En el año 1999 fueron 158.000 litros. Este volumen era producido en localidades vecinas, en el Sur de la Provincia. Ya en el año 2001 se incorporaron productores del Municipio de Colonia Aurora, situada en el centro de la Provincia de Misiones, y alcanzaron nuevamente valores importantes, situándose en los 236.200 litros procesados. En el año 2003, nuevamente se incorporan productores e industrializan unos 607.300 litros de leche, que llegaban desde los Municipios de 25 de mayo y Torta Quemada, al centro este de la Provincia.[6] La marca “Leandrito” se impuso en el mercado regional en el rubro derivados lácteos, con productos como leche fluida, dulce de leche, yogurt y quesos, con gran competitividad frente a marcas foráneas. La estrategia de marketing era diferenciar el producto, enfatizando el origen provincial frente a productos provenientes de otras cuencas lecheras.
El crecimiento descripto, en volumen procesado y posterior comercialización, no contempló muchos aspectos ligados a parámetros de calidad en la producción primaria y en la industrialización, propios de mercados cada vez más exigentes. La sobreoferta de productos lácteos provenientes de cuencas lecheras pampeanas ejerce un efecto de “dumping interno”, que en ese entonces acrecentó aún más la dificultad en la comercialización de los productos. Estos eventos redundaron en el cese del funcionamiento de la Cooperativa, que ocurrió en el año 2009.
CRISIS INSTITUCIONAL
El cese de funcionamiento de la Cooperativa implicó la suspensión en la compra de leche a los socios productores, y en algunos casos, la falta de pago o el pago atrasado de la materia prima entregada con anterioridad. La falta de consenso en cuanto a estrategias a adoptar y el desgaste consecuente en las relaciones sociales produjeron la pérdida de una numerosa cantidad de socios productores. El capital social edificado quedó afectado, quedando en evidencia inclusive en la disparidad de estrategias adoptadas por aquellos que dimitieron. La anteposición de intereses individuales y del “sálvense quien pueda” obligó a la incursión en otras cooperativas de la región, en el comercio informal, en la comercialización mediante marca propia o en el cambio de actividad productiva, todas acciones que debilitaron aún más a la institución.
Este proceso abrupto de cese de funcionamiento y crisis institucional paulatinamente descapitalizó a la Cooperativa y potenció el endeudamiento. La comercialización en industrias lejanas –estrategia adoptada por aquellos que dimitieron– dio origen y fortaleció cuencas lecheras preexistentes, aunque hasta ese momento pequeñas en relación. Situadas al noreste de la Provincia, crecieron exponencialmente tras el cese de funcionamiento de la Cooperativa; conforman actualmente la Cuenca lechera del Alto Uruguay, la más importante de la Provincia de Misiones en la actualidad en cuanto a volumen de litros producidos anualmente, donde cooperativas y pymes lácteas producen actualmente una amplia gama de productos derivados lácteos.
REORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL Y REORGANIZACIÓN PRODUCTIVA
En el año 2011 comenzó la reorganización institucional de la Cooperativa Agrícola Ganadera de Leandro N. Alem limitada “Leandrito”, simultáneamente con las mejoras en infraestructura. Con la ampliación y restauración de la fábrica procesadora de lácteos se comenzó lentamente a acopiar leche de colonos locales, antiguos socios que perduraron. Estas mejoras en infraestructura fueron acompañadas por la prestación de servicios agropecuarios y otorgamiento de insumos de manera paulatina.
La Cooperativa se encuentra actualmente tratando de recuperar la confianza que ha perdido frente a los productores. El futuro de la Cooperativa está condicionado por el ingreso en la actividad ganadera bovina lechera de colonos, que actualmente desarrollan otras actividades productivas –desde el año 2012 el acopio ronda los 20.000 litros anuales con pequeños crecimientos interanuales–, siendo algunos de estos colonos, otrora, productores lecheros. La pluriactividad de los colonos se nutre, además, de actividades y ocupaciones no agrarias, ya sea dentro o fuera de la propia unidad productiva. Los perjuicios económicos ocasionados después de la crisis institucional, afectaron negativamente el valor cooperativo de los socios productores, acentuando aún más las dudas sobre la sustentabilidad económica de un emprendimiento cooperativo, ya que, no siendo exclusividad, en torno al año 2009, acontecieron numerosos casos de cooperativas en crisis en la región.
El origen del interés actual, por parte de los colonos, para el desarrollo de la actividad ganadera bovina lechera, dentro de la pluriactividad predial, es un rechazo a las actividades productivas que no generan rentabilidades. Dicha continuidad en estas actividades obedece, en gran parte, a la ausencia de verdaderas alternativas productivas rentables o, en numerosos casos, a la sucesión generacional, que marca un estilo de vida en torno a las rutinas diarias de producción.
La falta de rentabilidades en las actividades productivas es la principal causa del interés actual para emigrar a otras actividades productivas. La falta de verdaderas alternativas productivas rentables es un obstáculo por el cual no se decide emigrar de rubro. Numerosos emprendimientos productivos –privados y estatales– que se anunciaron, desarrollaron y produjeron poca o ninguna eficacia. Ante la ausencia de previsibilidad se opta por permanecerse en las actividades tradicionales. Esta falta de rentabilidad, por la cual se tiene interés de emigrar de actividad productiva, está vinculada con las actividades productivas desarrolladas bajo agricultura convencional. Las tendencias elevadas a la insumodependencia de estas actividades productivas es un causal de la falta de rentabilidad. Los agroquímicos –fertilizantes, herbicidas, insecticidas– son los insumos con mayor impacto económico dentro del acto productivo, ya que dichos valores crecen significativamente de manera anual. Esta creciente utilización de insumos, combinada con la ciclicidad de los precios de las materias primas, es la principal causa de problemas en la rentabilidad.
DESARROLLO RURAL SUSTENTABLE COMO PROPÓSITO, AGROECOLOGÍA COMO MEDIO
Hay tres aspectos esenciales para que un desarrollo rural sea capaz de contribuir a la sustentabilidad. Primero, el consumo de menor energía, un aprovechamiento más racional de los recursos presentes en la propiedad, para ser menos dependiente, entonces, de los insumos externos. Segundo, constituir los recursos naturales en un activo económico y cultural, con la existencia de grandes incentivos para su preservación. Tercero, la distribución de la rentabilidad con equidad económica.[7] Ya que estos tres aspectos esenciales son la base de la agroecología, se adoptan en la Cooperativa en el año 2015 y hacia futuro, como marco teórico a esta disciplina, para desarrollar acciones que tengan como objetivo único el desarrollo rural sustentable.
Para alcanzar el desarrollo rural sustentable, con respecto al primer aspecto mencionado –menor consumo de energía con aprovechamiento racional de los recursos–, se puede observar en la práctica la elevada eficiencia energética, la poca intensidad de capital, los costos más bajos y las ventajas económicas, en contraposición a la agricultura convencional, intensiva en capital, con ineficiencia energética y dependiente de la producción a gran escala. La prestación de servicios agropecuarios por parte de la Cooperativa implica, entonces, la integración de los socios productores mediante un sistema de producción agroecológico. Este sistema, conocido como Sistema de Pastoreo Racional Voisin, se ajusta a distintas variables climáticas, geográficas, edáficas, sociales y de escala productiva.
Una transferencia de tecnologías de procesos ocurre en primer lugar subordinando la transferencia de tecnologías de insumos (o propia adquisición de insumos por parte de los productores). Estas acciones, además, fortalecen el vínculo cooperativa-socios productores, ya que no existe ninguna transacción comercial de manera inicial. Esto es muy relevante, debido al temor a la inversión e innovación productiva, que tiene su origen en los múltiples emprendimientos que no resultaron exitosos y que redundaron en un endeudamiento por parte de productores. La transferencia de procesos agroecológicos implica, en primer término, conocimiento, visualización y apropiación de técnicas por parte de los socios productores. Luego, sí, se justifica la transferencia de insumos para la ejecución de estas técnicas. En cuanto a la transferencia de insumos, el estado provincial y el nacional cumplen un rol activo y valioso. Hasta el momento, las obras en infraestructura y los costos operativos en la producción primaria e industrialización se sustentan con una financiación destinada por el Instituto de Fomento Agropecuario e industrial (IFAI), perteneciente al Gobierno Provincial de Misiones. Además, equipamiento e insumos varios, para proveer a los socios productores que incurren en la actividad, fueron destinados desde la Subsecretaría de Agricultura Familiar, dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno Nacional.
En relación al segundo aspecto mencionado –la valoración de los recursos naturales como activos económico y cultural–, si bien los recursos naturales tienen poco o ningún incentivo económico para su preservación, se debe bregar por esta práctica conservacionista. En este punto las instituciones estatales toman significancia mayor para reglamentarlo y ejecutarlo. Aunque fuera de los incentivos económicos hay otras bondades por las cuales es necesaria la preservación. Estos recursos, no solo generan externalidades positivas ambientales, sino que, insertados y aprovechados racionalmente en el sistema productivo, aumentan la rentabilidad del mismo.
Sin embargo, hay factores externos que pueden alterar el cumplimiento del último aspecto –la justa redistribución de la rentabilidad en procura de la equidad económica–. El cooperativismo presenta ventajas competitivas para alcanzar este objetivo. La Cooperativa es una herramienta clave, dado que la búsqueda de la equidad económica comienza con la transferencia de tecnologías agroecológicas en la producción primaria –que, como se describió, posee ventajas económicas por sobre la agricultura convencional– y se sustenta con tecnologías de gestión apropiadas y el fortalecimiento institucional cooperativo mediante la participación activa de los socios-productores en la toma de decisiones. La Cooperativa se torna clave, entonces, en la redistribución de rentabilidad. Los precios prefijados son establecidos en común acuerdo entre cooperativa-socios productores. La previsibilidad en la rentabilidad solo es posible mediante la utilización e integración a un sistema de producción, con flexibilidad para cada establecimiento, pero respetando las pautas básicas de producción. Establecer las condiciones para la producción de materia prima –diseñar un sistema productivo– permite previsibilidad productiva y económica dentro de cada establecimiento. De otra manera, un punto conflictivo entre las partes serían los costos de producción. Esto es más marcado aún en aquellos establecimientos que utilizan sistemas productivos convencionales con altas demandas de insumos.
CONCLUSIONES
En este proceso de desarrollo es fundamental respetar las condiciones culturales y laborales actuales, entre ellas, la pluriactividad en la producción primaria, aunque haciendo énfasis en la necesidad de la intensificación de la producción ganadera bovina lechera, mediante prácticas agroecológicas y la integración a un sistema productivo. Solo de esta manera es factible lograr una rentabilidad importante y, posteriormente, su justa redistribución, siendo este rubro de productos alimenticios –derivados lácteos– un mercado promisorio, con una alta demanda insatisfecha actualmente en la región, que incluso justifica significativamente el ingreso de productos foráneos, y siendo esta actividad productiva –producción agroecológica bovina lechera– vista como una posibilidad de reparar el vínculo cooperativa-socios productores.
Es muy factible lograr resultados a corto y mediano plazo, actuando mediante las estrategias descriptas. Se procura entonces lograr un desarrollo rural sustentable con equidad económica, con la convivencia obligada entre preservación de los recursos naturales y productividad, y con inclusión social en la institución.
BIBLIOGRAFÍA
Actas de Asambleas. Cooperativa Agrícola Ganadera de Leandro N. Alem limitada “Leandrito”. Leandro N. Alem, Misiones, Argentina.
Chimicz, Juan; Dorr, Gilberto; Cornelius, Eliseo. Misiones: la cuenca lechera del Río Uruguay. Buenos Aires: Producir XXI., 2013, pp. 22-28.
Gras, Carla. “Pluriactividad en el Campo Argentino: el caso de los productores del sur santafecino”, Cuadernos de desarrollo rural, segundo semestre, número 051. Bogotá: Universidad Pontificia Javeriana, 2004.
Durán, Alba Isabela. Misiones y Leandro N. Alem. Síntesis histórica. Desde la conquista española hasta la actualidad, 2da. edición. Buenos Aires: Editorial Dunken, 2005.
Quintana, José; Nieto, Daniel; Scala, Eugenio. “Estado de situación de la Trama Láctea del Norte Argentino, identificación de las problemáticas y propuesta de áreas estratégicas y líneas de acción para su desarrollo”, Programa de Cooperación técnica entre FAO y Secretaría de agricultura, ganadería y pesca, Argentina, 2008.
s/a, “Se reactivó la cuenca lechera de Colonia Aurora”, Revista Supercampo, en http://supercampo.perfil.com/2015/01/la-reactivacion-de-la-cuenca-lechera-de-colonia-aurora-es-un-hecho/, 2015.
Sauer, Sergio; Villamil Balestro, Moisés (Orgs). Agroecología e os desafíos da transição agroecológica. São Paulo: Expressão popular, 2009.
NOTAS
[1] Investigador adjunto. Centro Latinoamericano de Estudios en Problemáticas Lecheras. Socio Cooperativa Agrícola Ganadera de Leandro N. Alem limitada “Leandrito”. Correo electrónico: ferjrolovich@hotmail.com.
[2] Presidente Cooperativa Agrícola Ganadera de Leandro N. Alem limitada “Leandrito”. Correo electrónico: cooperativaleandrito@hotmail.com.
[3] Durán (2005).
[4] INDEC (2010).
[5] INDEC (2001).
[6] Actas de Asambleas. Cooperativa Agrícola Ganadera de Leandro N. Alem limitada “Leandrito”. Leandro N. Alem, Misiones, Argentina.
[7] Sauer (2009).