Revista Idelcoop, nº 216, julio 2015. ISSN 0327-1919 / Sección Reflexiones y Debates

Instituto de la Cooperación. Fundación de Educación, Investigación y Asistencia Técnica- IDELCOOP

 

El Encuentro Internacional “La Economía de los Trabajadores”, un espacio de debate sobre la autogestión

Andrés Ruggeri¹

 

Resumen

En octubre de 2014 se realizó el Primer Encuentro Regional Sudamericano “La Economía de los/as Trabajadores/as” en la localidad de Pigüé. De dicho encuentro, participaron más de doscientos trabajadores, cooperativistas y universitarios de Argentina, Uruguay, Chile, Colombia, Venezuela y Brasil. La intención fue conformar un espacio de debate, reflexión y coordinación entre trabajadores autogestionados, distintos tipos de experiencias cooperativas, sindicales y de movimientos sociales relacionados con la clase trabajadora y la disputa económica, junto a militantes sociales y políticos, intelectuales y académicos comprometidos con estas luchas y procesos. El presente artículo recorre la génesis y desarrollo de esta experiencia que, junto al Encuentro Europeo en Gémenos, cerca de Marsella, y al Encuentro de América del Norte y Central en México DF, fue consolidando la preparación del V Encuentro Internacional en Punto Fijo, Venezuela, de julio de 2015.

Palabras clave: economía, trabajadores, Pigüé, cooperativismo, sindicatos, autogestión, movimientos sociales.

 

The International Gathering “The Worker's Economy,” a space to discuss self-management

Abstract

In October 2014, the First South American Regional Gathering “The Worker's Economy” took place in the Argentine city of Pigüé. More than 200 workers, cooperativists, and university students and teachers from Argentina, Uruguay, Chile, Colombia, Venezuela and Brazil took part in the gathering. The aim of the gathering was to create a space for the discussion, analysis, and coordination of self-managed workers, different types of cooperative experiences, labor unions, and social movements related to the working class, and the economic dispute, together with social and political activists, intellectuals and academics committed to these struggles and processes. This article goes over the creation and development of this experience that, along with the European Gathering, in Gémenos, near Marsella, and the North America and Central America Gathering, in Mexico DF, started preparing the V International Gathering in Punto Fijo, Venezuela, in July 2015.

Keywords: economy, workers, Pigüé, cooperativism, labor union, self-management, social movements.

 

O Encontro Internacional "A Economia dos trabalhadores", um espaço de debate sobre a autogestão.

Resumo

Em outubro de 2014 foi realizado o Primeiro Encontro Regional Sul Americano "A economia dos/das trabalhadores/as" na cidade de Pigué. Participaram de tal encontro mais de duzentos trabalhadores, cooperativistas e universitários da Argentina, Uruguai, Chile, Colômbia, Venezuela e Brasil. A intenção foi formar um espaço de debate, reflexão e coordenação entre trabalhadores autogestionários, diferentes tipos de experiências cooperativistas, sindicais e de movimentos sociais relacionados com a classe trabalhadora e a disputa econômica, junto a militantes sociais e políticos, intelectuais e acadêmicos comprometidos com essas lutas e processos. O presente artigo recolhe a gênese e o desenvolvimento desta experiência que, juntamente com o Encontro Europeu em Gémenos, perto de Marselha, e o Encontro da América do Norte e Central no México DF, consolidaram a preparação do V Encontro Internacional em Punto Fijo, na Venezuela, em julho de 2015.

Palavras-chave: economia, trabalhadores, Pigué, cooperativismo, sindicatos, autogestão, movimentos sociais.

 

Durante el 3 y 4 de octubre de 2014, en la Cooperativa de Trabajo Textiles Pigüé, una empresa recuperada en la localidad del mismo nombre en el interior de la provincia de Buenos Aires, se desarrolló el Primer Encuentro Regional Sudamericano “La Economía de los/as Trabajadores/as”, con la participación de más de doscientos trabajadores, cooperativistas y universitarios de Argentina, Uruguay, Chile, Colombia, Venezuela y Brasil. Este evento no fue una reunión aislada, sino que forma parte de un esfuerzo por conformar un espacio de debate, reflexión y coordinación entre trabajadores autogestionados, distintos tipos de experiencias cooperativas, sindicales y de movimientos sociales relacionados con la clase trabajadora y la disputa económica, junto a militantes sociales y políticos, intelectuales y académicos comprometidos con estas luchas y procesos. Durante 2014, además del Encuentro Sudamericano, hubo un Encuentro Europeo en la fábrica francesa ocupada (y finalmente recuperada) Fralib, en Gémenos, cerca de Marsella, y un Encuentro de América del Norte y Central en México DF. Los tres, apuntando a la preparación del V Encuentro Internacional en Punto Fijo, Venezuela, del 22 al 26 de julio de 2015.

Todo este proceso surgió en 2007 en Argentina, al calor de la experiencia de nuestras empresas recuperadas y por iniciativa del Programa Facultad Abierta de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, con la convocatoria del I Encuentro “La Economía de los Trabajadores”. A partir de entonces, el evento se viene haciendo cada dos años, con ediciones en Argentina, México y Brasil, además de los ya mencionados. En este artículo, vamos a contar sintéticamente este desarrollo, centrándonos en los encuentros regionales y en la convocatoria para el encuentro venezolano.

Los Encuentros Internacionales “La Economía de los Trabajadores”

Dentro de poco se realizará en la Zona Franca Industrial Donato Carmona, en la península de Paraguaná, Venezuela, la quinta edición del Encuentro Internacional “La Economía de los Trabajadores”. Se trata de un espacio de debate y articulación de experiencias de autogestión del trabajo y nuevas formas de lucha de la clase trabajadora en el ámbito económico, donde confluyen los protagonistas de estas luchas y quienes aportan a su desarrollo desde el ámbito académico o intelectual. Es, en ese sentido, un encuentro de características poco frecuentes, pues no es un congreso universitario, ni un plenario de militantes, sino un punto de encuentro para pensar la reconstrucción del proyecto económico y político de los trabajadores a nivel internacional, con la participación de trabajadores, militantes e intelectuales de unos 30 países de los cinco continentes.

El Encuentro surgió en 2007 como iniciativa del Programa Facultad Abierta de la Universidad de Buenos Aires, junto con varias otras organizaciones e instituciones nacionales y extranjeras. Los dos primeros encuentros se hicieron en 2007 y 2009 en Buenos Aires, y ya en 2011 tomó la posta el Área de Estudios del Trabajo de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, organizando la tercera edición. La cuarta fue en Joao Pessoa, en el estado brasilero de Paraíba, en 2013. Fue en este último en que se tomaron algunas decisiones que permitieron ir mudando el Encuentro de las universidades a las fábricas: los miembros del Consejo Socialista de Trabajadores de la fábrica venezolana VTELCA se propusieron como sede del siguiente por un lado, y se impulsó la realización de encuentros por regiones en los años intermedios.

Así, se terminaron organizando durante 2014 tres encuentros regionales. El primero, en febrero, fue el europeo, en Fralib, una fábrica francesa que estaba desde hacía tres años ocupada por los obreros (a fin del año pasado logró consolidarse como empresa recuperada) y agrupó por primera vez a trabajadores de los principales casos de recuperación de empresas de Europa (de Francia, Italia y Grecia) y activistas, cooperativistas y sindicalistas de unos 12 países. En octubre, en la empresa recuperada Textiles Pigüé, en la provincia de Buenos Aires, se hizo el Encuentro Sudamericano. Y en noviembre, en la Universidad Obrera de México (una universidad creada por los sindicatos mexicanos en la época cardenista), el de América del Norte y Central. Todos estos encuentros apuntaban a dar una discusión más específica de sus ámbitos regionales y a fortalecer la convocatoria al V Encuentro.

El V Encuentro, entonces, se va a realizar en Venezuela, en la localidad de Punto Fijo, Estado Falcón, a unos 600 km. al oeste de Caracas. Allí se encuentra una zona industrial construida durante el chavismo, con varias fábricas estatales de electrónicos y la refinería mayor de PDVSA. Los organizadores son, esta vez, los propios trabajadores de las fábricas, organizados en el Comité de Trabajadores de la Zona Franca Industrial Paraguaná, integrado por trabajadores de las fábricas allí agrupadas, junto con el Movimiento Nacional por el Control Obrero, que agrupa a los consejos de trabajadores y trabajadoras de toda Venezuela. A su vez se ha consolidado el comité internacional, formado por organizaciones de trabajadores y grupos académicos de varios países. Además de los venezolanos, se esperan participantes de Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Colombia, Perú, México, Puerto Rico, Estados Unidos, Canadá, Cuba, España, Italia, Francia, Grecia, Inglaterra, Alemania, Turquía, Sudáfrica y China, entre otros.

El Encuentro se viene, de esta manera, consolidando como un espacio internacional de debate y coordinación para pensar y disputar la economía desde la clase trabajadora. Su realización en Venezuela es un desafío importante, dada la importancia de la experiencia de organización del movimiento obrero y popular venezolano y la agresión que sufre ese país desde los centros de poder imperiales. Además, el Encuentro viene discutiendo en sus distintas ediciones no solo los problemas de la autogestión resultante del proceso de recuperación de empresas, sino que amplía su mirada a otros ejes de singular importancia: la renovación del movimiento cooperativo como resultado de estos procesos novedosos en términos históricos y el debate teórico que lo acompaña; el trabajo precario e informal resultante de la expansión del capitalismo neoliberal global y sus formas de organización y resistencia; los desafíos de los cambios en el capitalismo para las organizaciones sindicales; y, por último, los problemas del trabajo asociado, cooperativo o autogestionado en los diferentes ámbitos económicos. Además, en cada edición del Encuentro, se suman algunos ejes definidos por el comité organizador (conformado por las distintas organizaciones e instituciones convocantes y que se va ampliando año tras año) en base a temas considerados de importancia semejante a los ya mencionados. Se organizan mesas o paneles de debate y comisiones donde se presentan y discuten trabajos, tanto de investigadores académicos, como de militantes y trabajadores.

Los criterios que maneja el encuentro son promover la participación amplia y coordinada de intelectuales y trabajadores a nivel internacional, conocer experiencias de distinto tipo y ponerlas en debate entre los participantes, buscar la riqueza teórica en forma ni sectaria, ni academicista, y en la medida de lo posible, procurar la coordinación de las luchas y procesos pero sin anteponer la conformación de una organización o la imposición de determinada línea teórico-política, sino propiciando el diálogo entre distintas visiones. Si bien no se trata de conformar una organización, ni reemplazar a las ya existentes, tampoco se pretende una participación tan poco específica y tan variada que no permita llegar a ningún tipo de conclusión ni avance. Básicamente, y como ya dijimos, no se trata de un congreso académico, aunque se convoque a la presentación de ponencias y se otorguen certificaciones, ni de un congreso de organizaciones, cooperativas o sindicatos, sino de un espacio donde estos dos mundos que no tendrían que estar separados puedan dialogar y encontrarse y, por qué no, en algún momento coordinarse.

Los primeros cuatro encuentros: Buenos Aires (2007 y 2009), México (2011), Paraíba (2013)

El documento de convocatoria del I Encuentro, realizado en 2007 en la sede de la calle 25 de Mayo de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, definía de esta manera el sector y el alcance al que apuntaba:

Las luchas de los trabajadores, en sus diferentes variantes (sindicales, autogestionarias, movimientos rurales, movimientos de desocupados, etc.), han resurgido con fuerza en la última década luego de la hegemonía de la globalización neoliberal que se impuso en el mundo, con pretensiones absolutas, después de la debacle del así llamado socialismo real.

Sin embargo, las antiguas herramientas y estrategias de lucha (los partidos clasistas y los sindicatos tradicionales, entre otras) han demostrado ser, por lo menos, insuficientes. (…) La capacidad de respuesta del capitalismo y la fuerza e implacabilidad de su poder represivo superaron ampliamente la capacidad de cambio de las fuerzas populares, con trágicas consecuencias. (…)

Empresas recuperadas, emprendimientos autogestionarios de diversa índole, asentamientos rurales cooperativizados, movimientos de trabajadores sindicalizados de nuevo tipo, redes de comercio justo y una gran multiplicidad de organizaciones y formas de lucha son parte de este panorama, a veces en forma autónoma y fragmentaria, pero otras formando parte de poderosos movimientos políticos populares, movimientos sociales de larga data, partidos y frentes políticos de izquierda, incluyendo también a aquellas fomentadas desde programas financiados por el Estado o, directamente, como parte de políticas públicas y de gobierno.

Este panorama pone en discusión el papel de los trabajadores en la gestión de la economía de una sociedad, asumiendo como tales a la mayoría de la población mundial que depende de su trabajo para la subsistencia, sea desde la relación salarial, como desde la gestión cooperativa del trabajo, y hasta desde la ausencia de ambas, como los desocupados estructurales del neoliberalismo o la sobreexplotación servil.²

Desde este marco de definiciones, el Encuentro convocó a trabajadores e intelectuales de unos quince países de América del Sur y del Norte, Europa y África, en tres días de debate intenso y que dejaron como saldo la voluntad de continuar ese camino³. El segundo encuentro, convocado en 2009 con el subtítulo “Autogestión y trabajo frente a la crisis global”, también en la Facultad de Filosofía y Letras, pero en el edificio de la calle Puán, se dio en un marco similar. Ambos tuvieron entre 300 y 400 participantes de unos catorce países⁴. Debates intensos y agotadores, pero de enorme riqueza⁵.

El tercer Encuentro fue el primero en dejar nuestro país. Se realizó en México organizado por el Área de Estudios del Trabajo de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, cuyos investigadores Marco Gómez Solórzano y Celia Pacheco Reyes habían participado de los encuentros anteriores y se pusieron al hombro la tarea de llevarlo adelante en un país que estaba entrando de lleno en la debacle humana y social que comenzó con el triunfo fraudulento de Felipe Calderón en 2006 y que, promediando su sexenio, ya había desatado la desastrosa “guerra contra el narcotráfico”, cuyo luctuoso saldo sacó mundialmente a la luz el caso de la masacre de Ayotzinapa. En aquel momento, 2011, el Encuentro mexicano introdujo la cuestión de la autogestión urbana y obrera en un país de enorme tradición en la organización cooperativa rural, y contó con la participación de los más importantes sindicatos que enfrentaban al gobierno neoliberal, como el de los mineros y el SME (Sindicato Mexicano de Electricistas) y los principales casos de empresas recuperadas mexicanas, como la Cooperativa de Refrescos Pascual, TRADOC (Trabajadores Democráticos de Occidente, fabricantes de neumáticos de Guadalajara) y Tepepan (una procesadora de pescado en el Estado de México). El Encuentro mexicano, de hecho, que tuvo como lema “Pensar y disputar una nueva economía desde el trabajo y la autogestión”, se cerró con un plenario en la sede principal del SME, sindicato violentamente atacado por el gobierno de Calderón, que tomó por la fuerza los edificios de la empresa de electricidad estatal Luz y Fuerza del Centro junto con las sedes sindicales, decretó su disolución y junto con ella, el despido de los 44.000 trabajadores que conformaban uno de los sindicatos más fuertes y combativos del país⁶. El número de trabajos presentados en México superó los 80⁷, con participantes de una docena de países⁸.

El IV Encuentro se hizo en Joao Pessoa, la capital del estado brasileño de Paraíba, en la sede de la Universidad Federal de Paraíba (UFPB), y fue organizado por un grupo de núcleos de extensión universitaria e investigación de varias universidades de ese país, entre los que se destacan la INCUBES (Incubadora de Emprendimientos Sociales) de la UFPB, el SOLTEC (Núcleo de Solidaridad Técnica) de la Universidad Federal de Rio de Janeiro y el NESOL (Núcleo de Economía Solidaria) de la Universidad de San Pablo. Este Encuentro tuvo mucha más preponderancia latinoamericana que los anteriores, aunque con presencia de participantes de países como Australia, Sudáfrica, Alemania, Estados Unidos e Inglaterra⁹. La cantidad de trabajos superó el centenar¹⁰ y participaron representantes de grandes organizaciones del Brasil como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la UNISOL (que agrupa empresas recuperadas) y el MST (Movimiento Sin Tierra). En este Encuentro, además de la discusión de los ejes de trabajo, se tomaron dos decisiones importantes. La primera de ellas fue aceptar la propuesta que surgió de trabajadores de la fábrica VTELCA (Venezolana de Comunicaciones) de realizar el V Encuentro en Venezuela, y concretamente en la propia fábrica. La consecuencia fue que el Encuentro salió por primera vez del espacio físico y organizativo universitario para ir al de los propios trabajadores. La segunda decisión fue la de no dejar pasar dos años entre cada evento, sino realizar en los años intermedios encuentros por regiones. Esos encuentros se organizaron directamente en fábricas o espacios ligados al movimiento obrero, en los tres casos, como vamos a detallar.

Los encuentros regionales

Aunque hasta el cuarto encuentro la participación de los europeos había sido minoritaria, la emergencia de algunos procesos de resistencia que incluyeron casos de recuperación de fábricas y creación de redes cooperativas como forma de creación de trabajo en medio de la profunda crisis económica que alcanzó con fuerza al continente europeo a partir de 2011, provocó que los esfuerzos para convocar un encuentro de estas características en Europa dieran sus frutos a principios de 2014. Vale la pena contar algo de la trastienda de este encuentro, pues reunió por primera vez a militantes y trabajadores de varios países europeos y de fábricas en lucha para discutir estas temáticas, y esa reunión fue, llamativamente, organizada desde nuestro país¹¹.

Para la convocatoria del primer Encuentro Regional Europeo se combinaron varios factores. Primero, la decisión del Encuentro de Joao Pessoa de convocar encuentros por regiones, aunque no había casi nadie de Europa (salvo José Luis Carretero, del Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión, ICEA, de España), pues quien hizo la propuesta (Mario Hernández, de la revista argentina La Maza) argumentó justamente la crisis europea y el surgimiento de algunas fábricas recuperadas. Segundo, el hecho de que la experiencia argentina de empresas recuperadas atrajo durante años a numerosos investigadores y militantes del Viejo Continente a nuestro país para conocerla, muchos de los cuales entraron en contacto con el programa Facultad Abierta. En tercer lugar, el activismo de Hernán y Leonor Harispe, argentinos exiliados en Francia durante la dictadura y creadores de ASPAS¹², que hicieron el contacto fundamental con la fábrica Fralib, en ese entonces en conflicto, para que fuera la sede del Encuentro. En cuarto lugar, el autor de este artículo viajó a varios países de Europa en noviembre de 2013 y realizó una serie de reuniones que dieron como resultado la realización del evento a fines de enero de 2014.

Fue así que la fábrica procesadora de infusiones y té Fralib¹³, ocupada desde hacía tres años por sus obreros, recibió a más de 200 trabajadores y activistas de España, Francia, Italia, Grecia, Gran Bretaña, Alemania, Serbia, Austria, más latinoamericanos de Brasil, México y Argentina, en un debate intenso en medio de las máquinas. Los encuentros regionales se pensaron con un programa donde las problemáticas específicas de la zona tuvieran preponderancia. Por ser el primer encuentro europeo y tener presencia e inspiración latinoamericana, la primera mesa fue un debate sobre las empresas recuperadas y otros casos de autogestión y cooperativas de trabajadores en países como Argentina, Brasil, Venezuela y México, en la que Francisco Martínez, de Textiles Pigüé, junto con los organizadores de los encuentros en nuestro continente, expuso la experiencia argentina de empresas recuperadas dando un panorama de base para poder comparar con los casos europeos que se expusieron en la segunda mesa. En esta, trabajadores de Fralib y Pilpas, de Francia, contaron sus procesos junto a los griegos de Vio.Me, los italianos de Rimaflow y Officine Zero, y los serbios del Movimiento Prokret za Slobodu, que si bien no es una empresa o fábrica recuperada u ocupada, promueve las luchas por la autogestión en un país que formó parte del caso histórico más prolongado de experiencias autogestionarias, la exYugoslavia. La discusión de los europeos estuvo signada por una situación que los toma en extrema debilidad, con poca organización y con una clase trabajadora atomizada e incluso ganada por posiciones xenófobas. Sin embargo, el triunfo de los obreros de Fralib al poco tiempo y el surgimiento potente de opciones alternativas en España y Grecia, potenció la resistencia y, dentro de ella, la apuesta por la autogestión. En el encuentro europeo (algo que después se extendió a los demás encuentros regionales) no hubo presentación de ponencias de tipo académico, sino varias mesas con expositores y apertura a un debate continuo a través de las mesas (facilitado por un gran trabajo de los traductores solidarios de Babels, que hicieron posible la comunicación entre hablantes de una decena de idiomas).

Las otras mesas debatieron las características de la resistencia a la crisis en Europa y en otros países donde hubo grandes movilizaciones recientes, el papel del sindicalismo y la lucha contra la precariedad laboral que está en la base del cierre de la mayor parte de las fábricas y empresas que actualmente protagonizan casos de recuperación o de luchas autogestionarias en Europa, así como en el origen de numerosos colectivos de jóvenes precarizados que se organizan para trabajar en forma colectiva. En ese sentido, las experiencias de los grupos de trabajadores precarios en Officine Zero de Italia y la Red de Colectivos Autogestionarios de Madrid aportaron su visión y su lectura a partir de su práctica, mientras que Lluis Rodrigues Algans, de la CNT y el ICEA del estado español, o José Luis Carretero, también del ICEA y Christian Mahieux, de la Union Sindial Solidaires, lo hicieron con respecto a la práctica y los desafíos de los sindicatos en esta etapa. Celia Pacheco Reyes, de México, por su parte, delineó un interesante panorama de la informalidad estructural del trabajo en un país como México.

Estas palabras de Theodoros Karyotis, del comité de apoyo a los trabajadores de Vio.Me, en Tesalónica, sintetizan bastante bien el espíritu que primó en los dos días de discusión en Fralib:

Además de un intercambio de ideas y experiencias, también muchos proyectos fueron puestos en marcha en este primer encuentro europeo. Trabajadores, activistas, académicos y simpatizantes iniciaron campañas para publicitar los productos de las fábricas autogestionadas, hicieron acuerdos en intercambio directo de bienes entre las fábricas, asentaron herramientas para el trabajo en red y toma colectiva de decisiones, y elaboraron proyectos que avanzan en la comprensión teórica de la autogestión y la promoción del conocimiento popular de los problemas que lo rodean, tal como el sitio web workerscontrol.net, un recurso multilingüe dedicado al estudio y promoción de lugares de trabajo autogestionados. Incluso se habló de un fondo de solidaridad que ha de surgir del excedente que las fábricas ocupadas podrían tener, el cual proveerá de fondos para los nuevos emprendimientos y ayudará entonces a cortar los lazos con el sistema de financiación capitalista.

Cuando se trata de crear una actividad económica humana basada en la igualdad y en la solidaridad, no hay reglas preestablecidas. La imaginación de los trabajadores y su voluntad de luchar por un mundo mejor son los únicos límites. El evento de “La Economía de los Trabajadores” en Fralib fue inspirador para todos los involucrados, y quizá haya inspirado la creación de un movimiento europeo más amplio por la ocupación de los medios de producción y por una genuina autogestión de los trabajadores.

Al final, se hicieron dos comisiones de trabajo: una de coordinación de luchas (una gran parte de los participantes no se conocían ni tenían relación entre sí antes del encuentro) y otra para hacer un trabajo de investigación similar a los relevamientos de empresas recuperadas hechos en Argentina, Brasil y Uruguay.

Los otros dos encuentros regionales fueron en el continente americano. El de América del Norte y Central se realizó a mediados de noviembre en la ciudad de México. Si bien no se hizo en una fábrica, se manejó en un ambiente de trabajadores: las deliberaciones fueron en la Universidad Obrera, una antigua institución desde siempre ligada a los sindicatos, fundada por el histórico líder Vicente Lombardo Toledano durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, y el cierre en el auditorio del SME. El encuentro mexicano tuvo presencia de participantes de Estados Unidos, Canadá, Puerto Rico y Costa Rica, además del propio México, y tuvo una agenda marcada por las grandes cuestiones regionales: el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la informalidad, las “maquilas” y la migración y precarización, la lucha contra el capitalismo depredador de los recursos naturales y las luchas por la autogestión. La masacre de Ayotzinapa, conocida pocos días antes del evento, generó que se realizara una declaración final (algo no usual en estos encuentros) firmada por todas las organizaciones y participantes.

El Encuentro Sudamericano en Textiles Pigüé

Los días 3 y 4 de octubre de 2014 se hizo el encuentro sudamericano en la fábrica recuperada, exGatic, Textiles Pigüé. Una excelente organización de los trabajadores hizo que más de 200 personas pudieran debatir extensamente durante dos días en las instalaciones de la planta. Hubo trabajadores de empresas recuperadas de Capital, de distintos distritos de la provincia de Buenos aires, de La Pampa, Córdoba, Mendoza y Santa Fe, de nuestro país, junto con representantes de organismos públicos con actuación en el sector, como el Ministerio de Trabajo, la CONAMI, la Subsecretaría de Cooperativismo y la Dirección Provincial de la Pequeña, Mediana y Microempresa y Desarrollo Productivo Local de la provincia de Buenos Aires. También, investigadores de la UBA, la Universidad de Rosario, la de La Pampa, la Universidad del Sur y la Universidad Nacional Arturo Jauretche. Además, hubo trabajadores e investigadores de Brasil, Venezuela, Uruguay y Chile, y visitantes de la Asociación Autogestión y ASPAS de Francia.

Como en los otros encuentros regionales, no se convocó a presentación de trabajos, pero hubo mesas de debate con buena cantidad de expositores: a) Situación latinoamericana en la nueva crisis del capitalismo global: análisis y respuestas desde la economía de los y las trabajadoras; b) Autogestión en debate: autogestión, cogestión, control obrero, cooperativismo y otras formas de hacer economía desde la clase trabajadora; c) Del Estado y las políticas públicas en los procesos de autogestión; d) Problemas de la autogestión: gestión, producción e integración productiva, tecnología, situación legal; y e) Desafíos de organización de los trabajadores asalariados, precarios e informales.

La presencia de varios funcionarios de organismos públicos argentinos con responsabilidad en el tratamiento de los temas que nos ocupan hizo que se diera un intenso debate sobre el rol del Estado y las políticas públicas en la promoción y el sostenimiento de las cooperativas de trabajo y las empresas recuperadas en particular. También se discutió bastante sobre las dinámicas internas de la autogestión, especialmente desde el punto de vista económico. Sobresalió una polémica sobre el papel de las empresas capitalistas que, a través de mecanismos de mercado, influyen, condicionan o se asocian con empresas recuperadas. La posibilidad de estas asociaciones, teniendo en cuenta la dificultad para capitalizarse de las empresas recuperadas, la falta de crédito, etc., generó un intenso debate. La participación de Pablo Guerra y Anabel Rieiro, de Uruguay, puso de relieve la importancia de políticas de financiamiento público como el Fondes de ese país, mientras que una visión de contexto económico y político a nivel mundial fue expuesta al principio por Richard Neuville, de la Asociación autogestión de Francia, Gabriel Videla (UBA) y el autor. La participación de trabajadores de empresas recuperadas fue intensa, tanto en las exposiciones, como en las comisiones de trabajo que se hicieron al final del segundo día en base a lo expuesto y debatido en las mesas. Entre los participantes, se contaron trabajadores y trabajadoras de, por supuesto, la cooperativa anfitriona, textiles Pigüé, las empresas recuperadas y cooperativas de trabajo Hotel Bauen, Los Chanchitos, La Casona, Chilavert, Mil Hojas, Herramientas Unión, La Cacerola, Diario de Villa María, Los Constituyentes, 7 de septiembre, CUC, Frigorífico Incob, Bras Root, Plásticos Ensenada, 19 de diciembre, cooperativa La Maza, La Yumba, La Territorios, Giros, Guido Spano, la Nueva Unión, la cooperativa Jorge Cedrón, Reciclando Sueños, Oeste Argentino, Proyecto Coopar, Lo Mejor del Centro, Flaskó (Brasil), las federaciones Red Gráfica, Red Metalúrgica, FACTA, y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP).

Finalmente, hubo un plenario final donde se presentaron diversas propuestas de organización y coordinación para llevar el V Encuentro a la República Bolivariana de Venezuela. El mismo fue registrado por los documentalistas del grupo Alavío, que también pasaron su película Bauen, lucha, cultura y trabajo.

Hacia el V Encuentro

Los encuentros regionales prepararon el campo de debate y organización necesarios para la convocatoria al V Encuentro, que va a realizarse en la Zona Franca Industrial Donato Carmona, Punto Fijo, Estado Falcón, Venezuela, del 22 al 26 de julio del corriente año, a partir de la iniciativa de los trabajadores del Consejo Socialista de Trabajadores y Trabajadoras de VTELCA y de un conjunto de organizaciones de la clase trabajadora venezolana.

VTELCA es una de las cuatro fábricas de una zona industrial edificada durante el gobierno de Hugo Chávez. No son fábricas recuperadas ni cooperativas, sino fábricas estatales mixtas, propiedad del Estado venezolano en su mayor parte y de empresas estatales chinas y vietnamitas. En todas las fábricas de lo que en Argentina llamaríamos un parque industrial, hay un Consejo Socialista de Trabajadores. Estos consejos se organizaron hace unos años y forman parte del Movimiento Nacional por el Control Obrero, una organización nacional que agrupa a los consejos de trabajadores de toda Venezuela. Los delegados de la fábrica VTELCA, que fabrica teléfonos celulares, estuvieron en el IV Encuentro en Brasil y llevaron la propuesta a sus compañeros. Se trata entonces de un evento organizado a partir de la iniciativa y la capacidad de organización de obreros fabriles, como continuidad de los eventos descriptos en este artículo¹⁴.

La situación actual de Venezuela no es para nada fácil. La ausencia de un liderazgo como el de Hugo Chávez hizo arreciar los ataques que sufre el proceso bolivariano, especialmente en el plano económico. Es por eso que hacer el encuentro en Venezuela, en estos momentos, es aun más importante que cuando las cosas eran más favorables y el propio proceso bolivariano se encargaba de motorizar y financiar eventos, como el I Encuentro Latinoamericano de Empresas Recuperadas, en octubre de 2005. Es importante remarcarlo pues la apuesta imperial para debilitar y finalmente detener el proceso venezolano es, además del hostigamiento permanente y el sabotaje económico, el aislamiento del país. El V Encuentro viene a debatir los temas que viene discutiendo desde el principio, a incorporar a ese debate la riquísima y particular experiencia del movimiento obrero y cooperativo venezolano, y a contribuir para romper el aislamiento.

Transcribimos a continuación algunos párrafos de la convocatoria:

En los países del llamado Tercer Mundo, especialmente en América Latina, amplios movimientos sociales, organizaciones populares y movimientos de trabajadores han ido desarrollando procesos de organización de base que en muchos casos se han expresado en la autogestión de unidades económicas productivas o de servicios, como es el caso de las empresas recuperadas por sus trabajadores y otras formas de cogestión, control obrero y autogestión del trabajo, tanto urbanas como rurales. En algunos casos, estos movimientos populares han logrado tener influencia a nivel de gobiernos, como se ve en varios países sudamericanos, colocando la cuestión del papel de los Estados como posibles potenciadores de estos procesos a la vez que objeto de disputa y aparato de poder tradicional, y poniendo en debate nuevamente la relación entre este poder estatal y la autonomía del movimiento popular. (...) Reiteramos aquí lo que señalamos en los documentos de convocatoria anteriores: ‘Aunque en forma despareja y no hegemónica, los distintos sectores y expresiones de una clase trabajadora cada vez más diversificada ya presentan alternativas que no se limitan a la esfera de lo económico, sino que también alcanzan esferas que permiten vislumbrar una imbricación con procesos culturales que, basados en relaciones no capitalistas, dan como resultado espacios prefigurativos en donde se pueden re-discutir relaciones internas de poder y de género, así como la relación con la comunidad. Estos procesos, presentes en fábricas recuperadas y emprendimientos autogestionarios incipientes, permiten vislumbrar que los y las trabajadoras a partir de la planificación consciente puedan presentar a la humanidad un modelo alternativo al capitalismo’.

La propuesta del Encuentro “La Economía de los Trabajadores” es, entonces, desarrollar una sistematización basada en las experiencias, tanto en la crítica y resistencia a la gestión de la economía por los capitalistas, como en la conformación de propias formas de conducción desde la clase trabajadora.

Los ejes de debate serán los siguientes:

• Crisis del capitalismo global y latinoamericano: análisis y respuestas desde la economía de los y las trabajadoras.

• Debates sobre la autogestión, cogestión, control obrero, cooperativismo, empresas de producción social y otras formas de hacer economía desde las y los trabajadores y trabajadoras.

• Problemas de la construcción de una economía política del trabajo: gestión, producción e integración productiva, tecnología, situación legal.

• Poder popular, comunas, propiedad social y territorio.

• El papel de la clase trabajadora en la transformación del Estado.

• Desafíos del sindicalismo y de otras formas de organización de los trabajadores en el capitalismo neoliberal global.

• Trabajo precario, informal y servil: ¿exclusión social o reformulación de las formas del trabajo en el capitalismo global?

• Sistema educativo para la gestión participativa, protagónica y democrática de los y las trabajadores y trabajadoras

Las organizaciones convocantes, por otra parte, se han ampliado. Mientras en los primeros encuentros la organización estaba a cargo del Programa Facultad Abierta y los convocantes, de cada sede, a partir de los encuentros regionales la red adquirió mayor fortaleza y las responsabilidades son compartidas entre muchos más. El comité organizador internacional ya está conformado por organizaciones de Argentina, Venezuela, México, Brasil, Italia, Francia, Uruguay, Canadá, España y Grecia.

Apostamos, entonces, a continuar el camino de construcción y reflexión iniciado en 2007 y que hemos resumido en estas páginas.

 

Referencias:

•