Revista Idelcoop, nº 227, marzo 2019. ISSN 0327-1919 / Sección V Cumbre Cooperativa de las Américas
IDELCOOP Fundación de Educación Cooperativa
El rol del cooperativismo de trabajo ante los desafíos de la etapa y su relación con el futuro del trabajo
Darío Farcy[1]
Resumen
El miércoles 24 de octubre de 2018 se llevó a cabo el IV Encuentro de Cooperativas de Trabajo Asociado en el marco de la V Cumbre Cooperativa de las Américas realizada en la Ciudad de Buenos Aires. El encuentro tuvo lugar en el Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”, una de las sedes de la V Cumbre.
El propósito de la jornada fue analizar el rol del cooperativismo de trabajo ante los desafíos globales que afectan el presente y el futuro del trabajo a través de presentaciones teóricas y experiencias concretas.
Palabras clave: cooperativas de trabajo asociado, autogestión, V Cumbre
Introducción y marco conceptual del IV Encuentro de Cooperativas de Trabajo Asociado
A partir de las transformaciones acaecidas en el mundo del trabajo a escala global en los últimos diez años, CICOPA[2] y el movimiento cooperativo plantean, de la mano de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la importancia de discutir cuáles son las características de este cambio y cómo este influye en nuestras empresas y sociedades. Así como cuáles pueden ser las formas para que las cooperativas de trabajo y empresas autogestivas se transformen sin perder de vista la construcción democrática y solidaria que las caracteriza.
El panorama a nivel global muestra que este cambio ha sido, a grandes rasgos, en detrimento de las condiciones laborales y de los niveles de vida de los sectores trabajadores. Una variable sobresaliente del actual proceso productivo a nivel global es la utilización de la “tecnología” como un fetiche para promocionar el consumismo, que acelera los procesos de generación de riqueza sin dejar mucho espacio para la reflexión en torno a las condiciones laborales, ambientales y sociales en donde esas producciones se desarrollan. Nuevos datos de la OIT estiman que solo el 29% de la población mundial disfruta de acceso a los sistemas de seguridad social integrales, mientras que solo el 45% de la población se encuentra efectivamente cubierta por al menos una rama de la seguridad social (las pensiones de jubilación, el seguro de incapacidad, las pensiones de viudez y orfandad, los cuidados médicos y el seguro de desempleo). A su vez, mientras la población mundial aumenta, el porcentaje de trabajadorxs empleados en relación a lxs habitantes del mundo que buscan trabajo desciende.
Hoy en día ya no solo se trata de medir el desempleo, sino que tenemos que hablar de la pobreza de las personas que se encuentran empleadas y las condiciones en las que se encuentran trabajando. Especialmente alarmante es el dato de que el 69% de lxs trabajadorxs de los países en vías de desarrollo viven en la pobreza, mientras que en los países desarrollados ese número alcanza al 15% de su población. Es decir, que mientras las nuevas tecnologías promueven la utilización de procesos hipertecnificados y de achicamiento de los tiempos y los espacios entre la producción, la distribución y el consumo, en donde solo algunos jugadores tienen el control sobre esas cadenas de producción y valorización, la situación de lxs trabajadorxs empeora de forma alarmante. Así no podemos solo pensar en que tener trabajo o percibir un ingreso por nuestra labor asegura no vivir en la pobreza y la marginalidad.
Los datos citados demuestran la diferencia que existe entre el norte y el sur mundial, no solo en términos de empleo sino también en términos de quienes desarrollan las tecnologías de avanzada necesarias para poder incorporarse en las cadenas de valor global. El ejemplo de la distribución de productos por internet, basamento de la idea del “e-commerce”, es paradigmático para pensar esta relación entre centros de valorización y periferias de pobreza y exclusión.
Como planteamos en la “Declaración de Ixtapa”[3] en 2017:
Entendemos que el aporte que pueden realizar las cooperativas de trabajo y organizaciones solidarias en esta situación será fundamental para asegurar la existencia de miles de trabajadores y trabajadoras, pero que al incorporarse otra forma de hacer economía sienten las bases para futuros proyectos a nivel regional. El crecimiento de las experiencias autogestivas, cooperativas y experiencias solidarias es el resultado de dos movimientos simultáneos y antagónicos. Por un lado, reafirma la tendencia mundial hacia la precarización que, dejando a miles de trabajadores sin posibilidades de mantener sus derechos, configura un panorama de informalidad o adecuación a las condiciones de hiperexplotación. La experiencia de Brasil marca la tendencia regional hacia la flexibilización laboral como modelo de las clases dominantes, camino que busca continuar Argentina y que otros países de América (como México) han seguido previamente. Mientras que, por el otro, la resistencia de los pueblos que sufren la destrucción de las formas de reproducción de la vida, y con ello su forma social y cultural específica, se organizan de forma horizontal y democrática con el objetivo de sobrevivir en un sentido amplio. A modo de ejemplo podemos nombrar el desarrollo creciente de las cooperativas de trabajo en Chile, país abanderado del neoliberalismo de América Latina en los últimos 40 años, como un signo de que muchos sectores de trabajadores buscan nuevas formas de producir; a raíz de presiones coyunturales, pero también como una forma de desarrollarse en forma solidaria y en forma digna.
Creemos que esta situación política y económica en nuestra región no solo se ha mantenido, si no que se ha profundizado, al mismo tiempo que mantenemos la forma de entendernos como sujetos de transformación. Por lo que es menester de las organizaciones cooperativas debatir cuál será nuestro rol en la definición de proyectos de desarrollo regionales. Y sabemos que las empresas solidarias tienen mucho para aportar ante las encrucijadas actuales.
Al mismo tiempo, en el año 2019 la Organización Internacional del Trabajo cumplirá cien años de existencia lo cual reviste una excelente oportunidad para discutir y entender el rol de las organizaciones de trabajadores, ya sean sindicatos u organizaciones cooperativas, en vinculación con los Estados y las empresas de capital.
Objetivos generales del Encuentro:
· Comprender desde una perspectiva cooperativa la actual situación del trabajo a nivel global.
· Prefigurar el posible rol de las cooperativas de trabajo y otras organizaciones autogestivas en la nueva situación del trabajo a nivel regional.
· Definir alianzas necesarias para fortalecer los intereses de los sectores trabajadores a escala regional.
La jornada se organizó a partir de la presentación de los tres ejes de la Cumbre. La moderación del encuentro estuvo a cargo de Dov Orian, en representación de la Confederación de Cooperativas de Actividades Diversas de México (CNC), junto al presidente saliente de CICOPA Américas, Arildo López, quienes hicieron también una presentación de la situación general de las cooperativas y la economía social en la región. En representación del Consejo de Administración de Cooperativas de las Américas, Ricardo Cruzat hizo una presentación de la situación de las cooperativas de trabajo en Perú y exhortó a los integrantes de CICOPA Américas a prestar especial atención a la evolución de ese tipo de cooperativas en ese país.
El primer bloque de presentaciones vinculado al eje 1 “Cooperativas y defensa del planeta” estuvo a cargo de Sofía Scasserra, de la Universidad Nacional de Tres de Febrero de la Argentina. Su presentación se basó en los posibles horizontes del trabajo en el futuro, las estrategias para poder lidiar con ese horizonte y el rol que pueden tener las organizaciones como CICOPA.
A continuación, Ana Martina Rivas, de la Federación de Cooperativas de Trabajo de los Estados Unidos de América (USFWC), desarrolló la segunda presentación del eje enmarcando el trabajo desarrollado en la Federación junto a la comunidad de migrantes. En los Estados Unidos, la mayoría de lxs trabajadorxs integrantes de las cooperativas de trabajo asociado (CTA) son latinxs o personas consideradas de “color”, de la misma forma, de estxs dos terceras partes se autoperciben como femeninas. “Home Care” es la cooperativa ícono en este sentido, la cual se dedica al cuidado de personas mayores y actualmente cuenta con más de dos mil trabajadorxs asociadxs.
El segundo eje “Cooperativas y sistema financiero para el desarrollo sostenible” comenzó con la presentación de César Malato de la Federación de Cooperativas y Entidades Solidarias para la Ayuda Mutua (FEDESAM) de Argentina. Malato compartió su análisis sobre cómo recuperar y organizar el sistema financiero al servicio de las cooperativas. Las cooperativas deben avanzar en el desarrollo de las finanzas solidarias, las estrategias para lograrlo, a través, por ejemplo, de la búsqueda de ayuda intrasector pero también del apoyo de los entes públicos.
Por su parte, el segundo expositor, Paul Cabaj, de la Confederación de Cooperativas y Mutuales de Canadá (CMC-CWCF), relató la experiencia de recuperación de empresas y cooperativas en el territorio canadiense, como también el fortalecimiento de las herramientas de financiamiento de las organizaciones cooperativas y su importancia para estas recuperaciones, y mostró cómo se articulan las organizaciones cooperativas con otros actores de la economía social y solidaria.
Por último, el eje 3 “Integración de la economía social y solidaria para los desafíos globales” contó con un panel donde participaron Hyungsik Eum, director de estadística (ACI-CICOPA), Bélgica; Giuseppe Guerini (CECOP), Italia; Mariana Pacheco (Cooperativa La Huella), Argentina; Richard Silvera (FCPU), Uruguay; y Luis Alves (FCPU), Uruguay, quien fue el moderador del panel.
Hyungsik Eum expresó la importancia de los nuevos tipos de cooperativas, principalmente las cooperativas sociales y de plataforma, para asegurar los derechos laborales en el futuro. A su vez expresó que para lograrlo es necesario una alianza con los Gobiernos de la región pero también tener información estadística real y ordenada de todo lo que hacen las cooperativas por las economías de nuestros países.
A continuación, Giuseppe Guerini, presidente de CECOP Europa, manifestó que las CTA son herramientas muy importantes para nuestras sociedades porque traen libertad y dignidad a lxs trabajadorxs. Defenderlas es una lucha central ya que, en general, la política pública no reconoce el importante rol que estas tienen en el mantenimiento de la democracia en la sociedad. Somos empresas libertarias y democráticas, con consciencia de que lxs trabajadorxs deben ganar libertad y dignidad.
Finalmente, Mariana Pacheco de la Cooperativa La Huella de Argentina presentó el trabajo realizado por la cooperativa social integrada por ex usuarios del Hospital Psiquiátrico Borda en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por su parte, Richard Silvera, de la Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay, detalló el extenso trabajo de esta institución para el desarrollo de cooperativas sociales y para la legislación pertinente. Luis Alves, también de la FCPU de Uruguay, coordinador de este último panel, expresó que es necesario practicar la intercooperación y la solidaridad entre las cooperativas para transformar la realidad a través de hacer economía y de intervenir institucionalmente.
Para finalizar, se realizó un trabajo en grupos en donde, a partir de las experiencias y los problemas presentes en cada país, se definieron ideas fuerza, tomado como referencia las presentaciones y los debates, para redactar una declaración final de CICOPA Américas y las posibles líneas de acción.
Conclusiones del Encuentro de Cooperativismo de Trabajo
A partir de las transformaciones acaecidas en el mundo del trabajo a escala global en los últimos diez años, CICOPA y el movimiento cooperativo plantean, de la mano de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la importancia de discutir cuáles son las características de este cambio y cómo este influye en nuestras empresas y sociedades. Así como cuáles pueden ser las formas para que las cooperativas de trabajo y empresas autogestivas se transformen sin perder de vista la construcción democrática y solidaria que las caracteriza.
El panorama a nivel global muestra que este cambio ha sido, a grandes rasgos, en detrimento de las condiciones laborales y de los niveles de vida de los sectores trabajadores. Mientras las nuevas tecnologías promueven la utilización de procesos hipertecnificados y de achicamiento de los tiempos y los espacios entre producción, distribución y consumo, donde solo algunos jugadores tienen el control sobre esas cadenas de producción y valorización, la situación de lxs trabajadorxs empeora de forma alarmante. Así no podemos solo pensar en que tener trabajo o percibir un ingreso por nuestra labor asegura no vivir en la pobreza y la marginalidad.
A partir de allí se trazaron las siguientes estrategias, que se suman a la declaración de CICOPA del año 2016 realizada en la IV Cumbre Cooperativa:
Primera: el cooperativismo y la economía autogestiva deben trabajar en conjunto con los movimientos políticos, sociales y la economía popular para luchar contra el paradigma de la autoexplotación y la meritocracia. La ética cooperativa aparece como una luz de esperanza, y debemos apropiarnos de las tecnologías para que sirvan al modelo solidario en su profundización, ampliación y desarrollo.
Segunda: el sindicalismo y el cooperativismo tienen que modernizarse con el objetivo de ayudar a lxs trabajadorxs en sus nuevos espacios laborales. Una alianza entre el sindicalismo y el movimiento cooperativo internacional es clave para la defensa de los derechos laborales, a nivel intersectorial y nacional, ya que las diferencias en las legislaciones laborales permiten que las empresas transnacionales mejoren sus ganancias a expensas de las condiciones laborales.
Tercera: declarar nuestro rechazo a los tratados de libre comercio o de protección de inversiones, que buscan flexibilizar las leyes laborales y limitar el desarrollo autónomo de nuestras sociedades.
Cuarta: profundizar los trabajos de desarrollo de nuevos tipos de cooperativas de “plataforma” y cooperativas sociales, atendiendo las diferentes condiciones económicas a nivel regional. El desarrollo del capitalismo tiende a la precariedad laboral, generando nuevas condiciones de explotación a través de la economía “colaborativa”, es necesario que el movimiento cooperativo encuentre nuevas formas de luchar contra esto. Nuevos tipos de cooperativas que prestan servicios a lxs trabajadorxs precarizados (como “SmartBe” en Bélgica) se han creado en los últimos años y han demostrado poder mejorar los niveles de vida de sus asociados. Creemos necesario fomentar el desarrollo de estas experiencias en otras regiones, ya que cada día más las personas quieren tener sus derechos cubiertos a través del modelo cooperativo.
Quinta: continuar con la promoción de cooperativas de trabajo y sociales entre la población migrante tanto en el Sur como el Norte.
Buenos Aires, 24 de octubre de 2018
A modo de cierre
En el V Encuentro de Cooperativas de Trabajo estuvieron presentes representantes de toda América, quienes reflejaron una situación preocupante a nivel continental. La aplicación de políticas neoliberales que apuntan a la privatización de recursos públicos y comunales, y que atentan contra los espacios de producción y reproducción, implican un retroceso en materia de derechos sociales y económicos en la mayoría de los territorios. Las experiencias presentadas en el encuentro demostraron que desde el norte hasta el sur de nuestro continente existen alternativas en el aquí y el ahora al modelo financiero y especulativo. Es a partir de estas realidades de resistencia que podemos plantear que otro mundo es posible.
[1] Darío Farcy es licenciado en Ciencia Política de la UBA. Fue responsable por CICOPA de la organización del Encuentro de Cooperativas de Trabajo en la V Cumbre Cooperativa de las Américas.
[2] CICOPA es la organización sectorial de la Alianza Cooperativa Internacional que nuclea a las cooperativas industriales, artesanales y de servicios. Cuenta con dos organizaciones regionales: CECOP, CICOPA Europe y CICOPA Américas. Link www.cicopa.coop.
[3] La Declaración de Ixtapa es la continuación y la concretización de los debates que CICOPA Américas viene manteniendo con diversos actores desde el año 2016 en el marco de la IV Cumbre Cooperativa de Montevideo. Esta declaración marcó un punto de referencia y una hoja de ruta para las cooperativas de trabajo y producción en el continente en los próximos años. Ver http://fcpu.coop/declaracion-xx-conferencia-regional-cicopa-americas, última fecha de acceso: 7 de marzo de 2019.