15 años del CCC. 19 años de batalla cultural

Marcelo Barrera[1]

El avance hacia la utopía requiere muchas batallas, pero sin duda, la primera es la batalla cultural.

Floreal Gorini

Resumen

Este artículo nace con el objetivo de dar cuenta de la significación político-institucional que representa el hecho de haberse cumplido muy recientemente los primeros quince años del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” sobre la avenida Corrientes. Para ello, no solo se realizó una breve historia institucional del CCC, sino que, a la par, se da cuenta de sus formas organizativas cooperativas y prefigurativas, el ideario político-cultural que lo atraviesa, la pléyade de actividades e iniciativas de carácter artístico-intelectual que se despliegan en sus múltiples salas, etc. Por último, se desarrolla una crónica del acto central conmemorativo de los quince años en la que hacen eco las voces de sus protagonistas.

Palabras clave: solidaridad, Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”, cooperativismo, proyecto político-cultural

Introducción. Breve genealogía

El 22 de noviembre del 2002 el Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” (en adelante CCC) inauguró formalmente su actual edificio situado sobre la avenida Corrientes (Corrientes 1543, para ser precisos). Sin embargo, su genealogía como Centro de las Artes, las Letras y las Ciencias Sociales, que a un tiempo impugna los propios cimientos del orden social existente y construye teorías críticas, prácticas y estéticas de nuevo tipo, es previa, comenzó a gestarse ya en el 1998, en la entonces sede del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC), emplazada sobre la calle Maipú 73 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De tal modo que, el CCC es una creación del IMFC y sus cooperativas, que se gesta en un momento histórico muy adverso (de allí, entre otros, su gran valor) para las fuerzas sociales y políticas que pujaban –y pujan– en forma cotidiana y con carácter prefigurativo (para generar lo “por venir” en el marco de lo dado) por la construcción de una sociedad de nuevo tipo, libre de la “explotación del hombre por el hombre”. Una coyuntura, decíamos, de insoslayable hegemonía del ethos neoliberal, el cual generaba, irradiaba e imponía el sentido común dominante. Ante ese escenario, el destacado dirigente y arquitecto intelectual del CCC, Floreal Gorini, muñido de un diagnóstico elaborado a partir de su frondosa experiencia y trayectoria política, que en lo esencial descreía de toda forma de economicismo y, por tanto, subrayaba el hecho de que la lucha por la construcción de “lo nuevo” debería poseer un carácter totalizante (político, social, cultural, etc.), planteó la necesidad de configurar un espacio institucional capaz de formar, aglutinar y construir cuadros políticos de avanzada que pudieran aportar sustantivamente a la generación y a la irradiación de una nueva cultura. Un poderoso imaginario popular de izquierda, crítico y emancipador capaz de proyectarse sobre el conjunto de la sociedad. Así lo manifestaba en el espacio público el propio Floreal: “Si realmente aspiramos a una transformación profunda, revolucionaria, de la sociedad, debemos profundizar la lucha cultural, para impulsar el desarrollo de la subjetividad popular. Necesitamos gestar un pensamiento opuesto al dominante”.[2]

Para ello, convocó a destacadas figuras del campo intelectual y artístico a quienes les transmitió su idea del futuro CCC y con quienes, junto a una gran cantidad de jóvenes oriundas y oriundos de diversas tradiciones políticas y trayectorias profesionales que con gran entusiasmo fuimos incorporándonos al proyecto, se formaron los primeros departamentos disciplinares (Estudios Políticos, Economía, Teatro, etc.). Concomitantemente, comenzaron a bullir multiplicidad de actividades e iniciativas (ciclos de charlas, discusiones colectivas de textos, presentaciones de libros, investigaciones teóricas y empíricas sobre múltiples fenómenos, etc.).

El CCC hoy. Una aproximación posible

Desde aquellos momentos fundantes hasta nuestros días, el CCC no ha dejado de enriquecerse, crecer y constituirse como un centro de formación y producción intelectual, artística y cultural que, lejos de encapsularse en las certezas y las comodidades de su propios pliegues institucionales, persigue y posee apertura a la comunidad y notable capacidad de intervención tanto política, cultural como ideológica en la sociedad para transformarla en un sentido humanista, solidario, crítico y poscapitalista. En ese marco, sin duda alguna, la inauguración formal –ya hace más de quince años– del edificio actual es un hito sustancial –como también una consecuencia– del derrotero mencionado. El mismo devino en soporte material que permitió expandir y potenciar la plétora de actividades, bella y sanamente febril, que caracterizan al CCC. Así, desde su inauguración hasta la actualidad, por sus salas se han desplegado cientos de charlas, formidable cantidad de seminarios, congresos y jornadas de carácter nacional e internacional, presentaciones de libros. De la misma forma, se ha desarrollado la puesta en escena de obras artísticas de enorme calidad, de diverso estilo y disciplina y con gran adhesión de público. Todos coexisten con las exposiciones e intervenciones artísticas (fotográficas, etc.) que frecuentemente son visitadas en el marco de la planta baja del edificio, así como en las salas situadas en su primer y segundo subsuelo.

Más de 350 investigadores e investigadoras en las ciencias sociales y las artes son hoy parte activa de los distintos departamentos y áreas que se fueron conformando con el transcurrir de los años. Así, en el campo de las letras y las artes, en la actualidad del CCC, se despliegan y confluyen (es decir, hay múltiples actividades y tareas transversales) tanto las áreas de teatro, ideas visuales, varieté (la cual, entre otras tareas, organiza el ya instalado “Festival Humoris Causa”), títeres y espectáculos para niños (este año, ya se encuentra en cartelera el 9° Ciclo de Teatro de Títeres y Objetos para Niños, Adolescentes y Adultos), música, artes audiovisuales, danza y tango (creadora del ciclo “Tango de Miércoles” del CCC); como el Observatorio de Políticas Culturales, el Espacio Literario Juan L. Ortiz y el Área de Investigaciones en Ciencias del Arte (AICA), área en la que se observa probablemente con mayor nitidez un rasgo que es común a todas las “de artísticos”, esto es el hecho de que sus integrantes[DP1] , que son a un mismo tiempo artistas, investigadores e investigadoras, delinean un espacio de análisis, reflexión y producción crítica sobre la actividad artística y las políticas culturales, y evitan así la tan habitual escisión en el marco del capitalismo entre el trabajo intelectual y el físico-corporal.

En lo que toca al campo de las ciencias sociales, en el proceso complejo de estos años se han conformado los hoy departamentos de Historia, Economía Política y Sistema Mundial, Literatura, Estudios Sociológicos, Derechos Humanos, Epistemologías, Salud, Estudios Políticos, Educación, Comunicación y Economía Social, Cooperativismo y Autogestión. Son departamentos en los que se protagonizan procesos variopintos de producción colectiva e individual de conocimiento crítico y riguroso que se plasman en formatos de circulación e intervención pública muy disímiles, como las charlas abiertas a la comunidad, los congresos (por ejemplo, el Congreso Anual de Economía Política del CCC, coorganizado con la Universidad de Quilmes –UNQUI–) y las jornadas (como ejemplo, las ya clásicas Jornadas Anuales de Historia del CCC –que suelen ser coorganizadas con la Asociación de Historiadores de América Latina y el Caribe (ADHILAC)–, o las populares Jornadas de Comunicación y Emancipación), las publicaciones en medios gráficos de comunicación de masas (integrantes del CCC son frecuentes colaboradores de Página 12, Tiempo Argentino, etc.), como también las ediciones y coediciones –con Ediciones Desde La Gente, Editorial UNQ– de un vasto conjunto de colecciones y libros (nuestra propuesta editorial, Ediciones del CCC, lleva más de doscientas publicaciones), entre otras.

También aquí cabe destacar que, en los últimos años, producto de la maduración en el plano laboral y el crecimiento de la confraternidad humana, han germinado espacios colectivos de trabajo transversales –en los que participan investigadores e investigadoras de los distintos departamentos–, tales como el Área de Estudios Nuestroamericanos (AEN) y el Espacio de Géneros, como también experiencias organizativas interdepartamentales de menor y mayor densidad y extensión temporal (eventos académico-políticos, grupos de lectura y formación, etc.). Este fue el espíritu de trabajo cooperativo y solidario que posibilitó la emergencia de producciones intelectuales que se configuraron con el aporte de integrantes de múltiples departamentos, valen como ejemplos los libros corales: Ciudad Empresa. Espacios, ciudadanos y derechos bajo la lógica del mercado y Derechos sitiados. Redefiniciones de lo público en la Ciudad de Buenos Aires.

A la par, habitan en el CCC otro conjunto vasto de espacios e iniciativas que poseen en común su vocación emancipadora y de intervención en los debates públicos, me estoy refiriendo a la revista El búho y la alondra. Revista del CCC –de relativa reciente aparición–, la Biblioteca Utopía –imprescindible y muy actualizada– y el programa radial “Que vuelvan las ideas” –de emisión diaria–, entre tantas otras, que la tiranía de los límites de caracteres me hace imposible, al menos, siquiera mencionar.

Asimismo, otro aspecto que quisiéramos destacar, es el hecho de que el CCC en estos años ha recibido la visita de personalidades destacadísimas en los campos de la política, la cultura y la ciencia local, latinoamericana y global. Solo para mencionar algunas de ellas, recalcaremos que en dos oportunidades nos visitó el expresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías; también, hemos tenido el honor de contar con la presencia del actual vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera; el ex presidente de la República del Ecuador, Rafael Correa; la dirigente estudiantil comunista y hoy diputada nacional de Chile, Camila Vallejo; el brillante académico y luchador comprometido con el presente y futuro de los pueblos oprimidos del mundo, el doctor Enrique Dussel; y la notable economista y militante feminista, la doctora Cristina Carrasco. En definitiva, las tareas desarrolladas a lo largo de los años han hecho sistema con los objetivos originales propuestos, lo cual se ha plasmado en la multiplicidad y la diversidad de procesos políticos, sociales y culturales de producción, socialización, difusión e intervención sobre la realidad que el CCC ha producido (y producirá).

15 años sobre la avenida Corrientes. Un mes de celebraciones

Los festejos por los tres lustros de existencia del CCC sobre la avenida Corrientes tuvieron su noche estelar el día 22 de noviembre, sin embargo, los mismos comenzaron con anterioridad de la mano de una programación especial que se extendió a lo largo de gran parte del mes. Así, si hacemos una breve sinopsis de la misma debemos señalar que, ya el jueves 9, la Biblioteca Utopía presentó públicamente el catálogo en línea (OPAC) de su hemeroteca por medio del cual los usuarios tendrán acceso a los títulos de las colecciones de revistas y sus registros analíticos que ascienden a más de siete mil artículos recuperables por autor, título y tema. El martes 14 se desarrolló un panel que llevó como pregunta: “¿Cuáles son los desafíos de una educación emancipadora y nuestroamericana? Hacia el IV Encuentro Pedagógico 2018”, en el que se debatió sobre cómo construir una educación cuyos fines no sean la promoción de una sociedad individualista, meritocrática y consumista, sino una liberadora, igualitaria y solidaria. Al otro día, el miércoles 15, en el marco del ciclo “Hablar de literatura”, se presentó el nuevo libro de poemas de Susana Cella, El fondo. El jueves 16, el Departamento de Comunicación desarrolló la charla-debate “Censurados: la libertad de expresión en jaque”. El martes 21, investigadores e investigadoras del Departamento de Estudios Políticos dieron vida al conversatorio abierto “15 años del CCC, 15 años de política argentina”, en el que se discutió acerca de los quince años de política argentina transcurridos desde la crisis del 2001 hasta la actualidad. Ese mismo día, bajo la consigna “La cultura después de octubre”, se produjo un encuentro de artistas, trabajadores y trabajadoras que acompañaron al CCC en estos quince años.

Un día después del acto central, el viernes 24, se llevó a cabo la muy emotiva doble actividad que supuso la presentación del libro póstumo El tiempo está después. Lecturas políticas de nuestra América de nuestro joven compañero Agustín Lewit y, simultáneamente, la inauguración de la sala que lleva su nombre. Ese mismo día, el Área de Ideas Visuales coordinó la charla-debate “Prácticas experimentales en la poesía virtual” en la que se reflexionó sobre las experiencias de la poesía visual en el presente. El sábado 25, en la sala Osvaldo Pugliese, se pudo disfrutar de una función especial de la maravillosa comedia de género dirigida por Leandro Rosati y protagonizada por Carolina Guevara, “Los golpes de Clara”.

Ya el lunes 27, el Área de Estudios Nuestroamericanos coordinó el panel que llevó por título: “15 años de la región. Un balance abierto de Nuestra América”. En el mismo, destacadas personalidades como Alicia Castro –ex embajadora en Reino Unido y en Venezuela– y Aram Aharonian –fundador y ex director de Telesur–, entre otras, debatieron en torno a la actualidad económica, política y social de un continente “en ebullición”. Ese mismo día, en la sala Jacobo Lacks, se presentó de forma pública “Tangram Buenos Aires”, el primer número de El búho y la alondra. Revista del CCC. El martes 28, el Espacio Literario Juan L. Ortiz y la Revista Excéntrica-poéticas en movimiento protagonizaron la mesa titulada: “La poesía y el canto por los 15 años del CCC”; en ella, poetas y poetisas se encontraron y debatieron en torno a la poesía hoy. El miércoles 29, el Espacio de Géneros del CCC (junto con la Fundación Tantosha) presentaron la “Agenda de las Mujeres 2018” y entregaron premios-reconocimiento a mujeres, instituciones y grupos destacados en la defensa y promoción de los derechos humanos, en general, y de las mujeres, en particular, un evento histórico en el movimiento de mujeres por su diversidad y amplia convocatoria. Ese mismo día, en la sala Osvaldo Pugliese, se desarrolló la charla-debate en torno al libro Una bofetada al gusto. De la revolución al arte y del arte a la revolución. A 100 años de la Revolución Rusa. El mismo propone un recorrido en imágenes de obras y contextos, manifiestos y textos originales de la vanguardia artística ruso-soviética (1912-1930). Por último, el sábado 2, a propósito de los quince años del CCC y de los cien años de la revolución bolchevique, se pudo apreciar en el marco de la sala Raúl González Tuñón la función de la espléndida obra, interpretada por Manuel Santos Iñurrieta y Los internacionales Teatro Ensamble, “Eléctrico Carlos Marx (ensayo y aproximación)”.

El acto principal. Breve crónica

El 22 de noviembre, a las 19 horas, comenzó en una sala “Solidaridad desbordante”, el acto central celebratorio de los quince años del CCC sobre la Avenida Corrientes. El mismo se inició con la actuación musical de Deborah Infante quien cantó acompañada por guitarra, para luego continuar con la transmisión de un video institucional que recorrió a un mismo tiempo la historia reciente de América Latina y la de nuestro CCC. Luego, se pudo escuchar el discurso de apertura de nuestro director, Juan Carlos Junio, quien, después de pronunciar las palabras de bienvenida y agradecimiento a los y a las presentes –e incluso a quienes estaban siguiendo el acto por las redes sociales–, al propio movimiento cooperativo y a los y a las jóvenes investigadores e investigadoras del CCC, quienes hoy, señaló, son “verdaderos hacedores” de la institución, recordó el contexto socioeconómico “brumoso” del surgimiento del CCC –y su evidente paralelismo con estos tiempos– y lo “memorable” del discurso inaugural pronunciado en aquel momento por Floreal. Seguidamente, trazó un breve pero punzante análisis-balance que situó en el centro de sus reflexiones a los papeles y a los desafíos de tono social, cultural y políticos que en sus años de vida y en los tiempos que siguen nuestro querido CCC ha asumido y asumirá, pleno de orgullo y convicción. Así, finalizó sus palabras:

Fuimos por la huella de Floreal, convencidos de que por allí siempre habrá un horizonte o, quizás, una estrella que, además de la luz y belleza, dimane rebeldía frente a lo injusto, y amor y fraternidad entre los seres humanos. Sabemos que esa huella va camino a las estrellas, de eso se trata, como siempre, aquí está el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Sentimos sinceramente que hemos cumplido colectivamente y asumimos (…) el reto de los tiempos por venir, más unidos que nunca, por el futuro y por las utopías de siempre.

A continuación, se invitó a un núcleo de amigos y amigas, compañeras y compañeros de nuestro CCC para que expresen sobre el escenario y en sus palabras sus sentires y opiniones acerca de tan relevante acontecimiento. La primera terna estuvo conformada por Hugo Urquijo (director teatral), Gisela Cardozo (presidenta de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos –APH–, integrante del CCC) y Eduardo Aliverti (periodista). Fue la titular de la APH quien en su discurso sostuvo que el rol del CCC, es:

Luchar para que nuestro sentido común, a nivel individual, haga empatía con el sufrimiento de cada uno y cada una y, a nivel social, para que, en este sentido común, formen parte el respeto por los derechos humanos, la solidaridad, la memoria, la verdad y la justicia.

La segunda terna estuvo conformada por Ana Yovino (actriz), Alejandro Vaccaro (escritor y presidente de la Sociedad Argentina de Escritores) y Atilio Borón (intelectual, integrante del CCC). Fue este último quien, en su intervención, subrayó que:

Creo que el Centro Cultural tiene una misión importantísima en la Argentina de hoy, ser uno de los pocos espacios que tiene la capacidad de hacer una amplia convocatoria, no solamente para que la oposición haga un examen de consciencia acerca de qué fue lo que nos pasó, por qué llegamos a este punto, sino, más importante todavía, para construir una alternativa.

Por último, tomaron la palabra, Juano Villafañe (poeta, director artístico del CCC), Luisa Kuliok (actriz) y Carlos Heller (secretario general del Partido Solidario, presidente del Banco Credicoop). Este último, señaló la tarea fundamental que debe animar, como integrantes del CCC, nuestra praxis cotidiana: “Tenemos que ayudar a traducir el mensaje neoliberal para que la ciudadanía verdaderamente entienda y deje de actuar en contra de sus intereses. De eso se trata, esa es la batalla cultural. Y en eso estamos”.

Luego de las palabras celebratorias de los amigos y las amigas, cerró el encuentro la actriz y cantante Virginia Innocenti, quien, acompañada por guitarra, interpretó algunos de los temas de su espectáculo montado en el CCC, “Canciones de amor”. 

A modo de cierre

En estos diecinueve años de existencia (los últimos quince situados sobre la avenida Corrientes), se ha transitado un camino complejo y vital de construcción asociativa, colaborativa y prefigurativa que ha permitido consolidar un proyecto político-cultural, el cual posee como núcleo de su praxis cotidiana los valores y los principios de la cooperación. Esto ha posibilitado que hoy el CCC, en un contexto de indudables continuidades con aquel que lo viera nacer, se configure como una referencia inestimable en el campo de la batalla por la imposición de los sentidos legítimos.

En efecto, el CCC no es solo un bastión de resistencia cultural y política frente al darwinismo social que produce y alienta la gestión neoliberal que hoy es Gobierno, sino que, principalmente, es una máquina colectiva que (re)crea prácticas y símbolos de nuevo tipo, que permiten a un mismo tiempo confrontar con las ideas dominantes –que son, como ya lo ha advertido el barbado de Tréveris, las ideas de la clase dominante– y proyectar un orden social de impronta emancipatoria, en el que la cooperación y la solidaridad sean dos pilares de nuestras acciones.

En definitiva, en los tiempos por venir, es preciso apuntalar lo hecho hasta aquí y, fundamentalmente, continuar avanzando con nuestra praxis cotidiana de forma rigurosa, sistemática y creativa, e impulsar valores, ideas y prácticas de carácter contrahegemónico, que contribuyan a cuestionar las formas de explotación y dominación contemporáneas y fomenten nuevos núcleos de buen sentido, indispensables para proyectar y construir una sociedad profundamente humana.

Bibliografía

Gorini, Floreal. La batalla cultural. Discursos 1991-2004. Buenos Aires: Ediciones IMFC, 2008.

Imen, Pablo. “El CCC y la batalla cultural: apuestas y balances”, en: Revista Idelcoop. N° 208. Buenos Aires, 2012, pp. 93-104.

Junio, Juan Carlos. “Discurso 10 años del Centro Cultural de la Cooperación”, en: Revista Idelcoop. N° 208. Buenos Aires, 2012, pp. 105-112.