Revista Idelcoop, nº 224, Marzo 2018. ISSN 0327-1919 / Sección Editorial
Instituto de la Cooperación. Fundación de Educación, Investigación y Asistencia Técnica- IDELCOOP
Editorial
El tránsito entre 2017 y 2018 se ha caracterizado por novedades muy relevantes para el movimiento cooperativo argentino, por importantes luchas y avances en posiciones del movimiento solidario y en la imprescindible recordación de aniversarios especialmente caros a la memoria y al proyecto del cooperativismo transformador. Repasemos estos elementos de una transición intensa y de efectos fértiles para nuestras entidades solidarias.
El 17 de noviembre de 2017 fue electo un nuevo presidente de la Alianza Cooperativa Internacional, y es argentino. Tal como describe un artículo de Cooperativas de las Américas,[1] el también presidente de Cooperar, Ariel Guarco, inició su gestión con un importantísimo nivel de respaldo por parte de los miembros de la Alianza de todo el mundo. En efecto, resultó elegido por un total de 671 votos afirmativos sobre 691 posibles.
Ariel Guarco se convierte en el segundo presidente latinoamericano de la Alianza en sus 122 años de historia, luego del brasileño Roberto Rodrigues, que ocupara el cargo entre los años 1997 y 2001; y en el tercero proveniente de un país del continente americano, lista que completa la canadiense Monique Leroux, quien lo precedió en el desempeño del cargo.
Nuestro movimiento se ha venido desplegando a través de una rica y prolongada historia que se inicia oficiosamente con la fundación de la cooperativa de consumo denominada Sociedad Equitativa de los Pioneros de Rochdale, el 24 de octubre de 1844. En estos casi 174 años, se ha avanzado enormemente en el acervo teórico y práctico de las organizaciones solidarias y la expansión del movimiento, cuya membresía supera los mil cien millones de personas. El cooperativismo ha demostrado su solidez como alternativa empresarial, y también de gobierno y de gestión, así como cultural y política. Sin embargo, la unidad de valores y principios no ha sido óbice para que se expresen matices e incluso diferencias profundas en relación al papel del cooperativismo en el mundo actual.
Como se reveló en 2012 –declarado por Naciones Unidas como el Año Internacional de las Cooperativas–, hubo posicionamientos diferentes en el propio seno de la Alianza Cooperativa Internacional que se refrendaron en sendos documentos. El documento oficial de las autoridades de la ACI de entonces asume la inevitabilidad de la hegemonía del neoliberalismo, y le da al cooperativismo el lugar de rueda de auxilio. Por otro lado, las organizaciones de los países integrantes de la sub-región Sur de Cooperativas de las Américas y CICOPA Américas opusieron un documento en el que denunciaban las calamidades ocurridas por la aplicación de una economía de mercado y ubicaban al cooperativismo como herramienta que podía ser el pilar en la fundación de un orden social humanista, igualitario y sustancialmente democrático.
La asunción de Ariel Guarco constituye el desafío de resolver complejos e imprescindibles equilibrios y síntesis, abre interrogantes y nuevos procesos frente a una realidad más injusta que la existente hace apenas seis años. La sostenida generalización de relaciones sociales fundadas en el egoísmo y la competencia ha contribuido a la configuración de un mundo inviable desde el punto de vista social, ecológico, productivo, energético y cultural. Resulta cada vez más imperioso encontrar vías de superación del actual modelo en el que las ocho fortunas individuales más ricas tienen la misma riqueza que la mitad de la población mundial, es decir, 3500 millones de habitantes.
La lucha contra el neoliberalismo tiene muchos planos de disputa, y la región latinoamericana, en los últimos años, fue escenario de reinstalación de algunos gobiernos de derechas que alcanzaron el poder por vía electoral, como en Argentina, o a través de golpes institucionales, como en Brasil. Sus políticas económicas –fundadas de manera abierta y explicita en las fórmulas del Consenso de Washington– han convertido a las empresas de la economía solidaria en objetivos de sus planes. Por ejemplo, en Argentina, a fines de 2017, el Poder Ejecutivo envió un proyecto de reforma de la Ley de Impuesto a las Ganancias que se proponía gravar a las cooperativas y mutuales. Resultó vital para impedir que se aprobara, el clima logrado en la campaña de movilización ciudadana en la que se enfatizó la idea de que las cooperativas y mutuales son organizaciones sin fines de lucro, que no producen ganancias, que sus excedentes económicos se vuelcan a los asociados y a la comunidad en general, además de garantizar una eficiente estructura de gestión operativa, administrativa y de servicios. En una campaña unitaria y eficaz, dentro y fuera del Congreso, las entidades de la economía social lograron revertir esa imposición y obtuvieron una victoria para el sostenimiento de las empresas solidarias.
En el número que presentamos, se presentan artículos de muy fértil densidad conceptual y teórica para comprender no solo los principales elementos del mundo actual, sino las tareas del propio movimiento cooperativo y, más allá de él, los desafíos de una economía pensada en función de una sociedad centrada en valores de justicia, de igualdad y de emancipación social.
El artículo de José Luis Coraggio, titulado “¿Qué hacer desde la economía popular ante la situación actual?”, condensa una serie de agudos análisis con propuestas que hacen del texto un verdadero programa para la acción.
Freddy Aracena Pérez complementa una perspectiva conceptual con su “Elementos fundamentales para una concepción cooperativista del desarrollo socioecónómico”, que aporta elementos para pensar en el marco global del sistema-mundo capitalista, caminos y alternativas.
Otros textos –como el elaborado por Martín, Calderón y Anunziata– permiten potentes articulaciones entre teoría y práctica y repasan relaciones sociales en las cooperativas como alternativas a los modos verticales y jerárquicos propios de las organizaciones con fines de lucro. “Conceptos para comprender las prácticas asociativas en los contextos actuales. Cooperativismo, redes y comunidades” habilita así, nuevos imaginarios organizacionales que se inspiran en valores de democracias sustantivas.
“Cooperar para crecer: desafíos y oportunidades de una central de compras” estudia el caso de una central de compras virtual de naturaleza cooperativa. El texto de Boccatonda, Banchieri y Campa-Planas ilumina experiencias que constituyen puertas de entrada a prácticas de intercambio de bienes fundadas en principios solidarios y no meramente lucrativos.
Melina Romero, en su “Cooperativas de trabajo y liderazgo compartido”, nos ofrece una interesante reflexión sobre la cuestión del liderazgo en este particular tipo de sociedades cooperativas.
“El papel de los sindicatos en el surgimiento de las empresas recuperadas por los trabajadores en la República Argentina”, de Diego Bentosela, constituye una reflexión imprescindible en el marco de una coyuntura histórica concreta. La relación que los sindicatos y las empresas recuperadas despliegan en años de neoliberalismo habilita inéditos y complejos vínculos entre cooperativismo y sindicatos, articulación poco desarrollada en períodos previos.
Otro texto sobre experiencias de trabajo autogestivo es el artículo de Cynthia Srnec, titulado “Trabajo voluntario y compromiso en una red de consumidores y productores autogestionado”, que tiene el mérito de hacer visibles novedosos mecanismos de resolución de necesidades comunes a partir de principios de “comercio justo” que se diferencian de la economía predominante fundada en el afán de lucro.
En este número se analizan también experiencias como la de la aplicación ESSApp, impulsada por el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, que se propone contactar a las empresas de la economía social y solidaria, y poner a la tecnología al servicio de nuevos encuentros y construcciones comunes.
En noviembre de 2017, se cumplieron quince años del Centro Cultural de la Cooperación y la celebración del aniversario destacó la formación de camadas de artistas y científicos sociales, y en la producción de arte y teoría crítica capaz de desafiar los cánones de la cultura dominante.
El número 224 trae también la reseña del libro Bauen. El hotel de los trabajadores. Sus autores, Ruggieri, Alfonso y Balaguer, describen y analizan la rica lucha y construcción de esta apuesta colectiva solidaria.
También este número desarrolla el tópico de la normativa. El artículo “Matrículas de Cooperativas aprobadas por el INAES en los años 2015, 2016 y 2017”, de Gustavo Sosa permite reconocer cuáles son las cooperativas y mutuales con matrícula nacional vigente.
Este número también da cuenta de importantes referencias históricas para los cooperativistas y para argentinos y argentinas.
El 2 de febrero de 2018 se cumplieron cien años de la Primera Caja Mercantil, una entidad que marcó a fuego los rasgos del cooperativismo transformador del que Idelcoop se siente albacea y continuador en el campo pedagógico, en el campo de la producción de conocimientos y en el campo de la difusión, como expresa esta misma revista. En memoria de aquella experiencia señera, con textos de Daniel Plotinsky y Cora Giordana, se publica “La ‘Primera Caja Mercantil’ cumple 100 años”.
Los documentos del IMFC por el 8 de marzo y por el 24 de marzo reafirman la inquebrantable defensa de los derechos humanos, y la apuesta explícita por la configuración de nuevos órdenes sociales en los que las relaciones de opresión –en cualquier forma en que se expresen– sean memoria de pasados trágicos que no pueden volver a repetirse en las sociedades contemporáneas.
Historia y presente, claves de un porvenir siempre incierto pero desafiante. Este número 224 se propone contribuir a la difusión de ideas y experiencias que demuestran que otro mundo es posible y necesario.
[1] Ver en https://www.aciamericas.coop/Ariel-Guarco-es-el-nuevo-presidente-de-la-Alianza-Cooperativa-Internacional, última fecha de acceso: 15/03/2018.
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