Revista Idelcoop, nº 222, julio 2017. ISSN 0327-1919 / Sección Experiencias y Prácticas

Instituto de la Cooperación. Fundación de Educación, Investigación y Asistencia Técnica- IDELCOOP

 

El movimiento cooperativo de los Estados Unidos, entre la resistencia y la organización

 

Darío Farcy[1] y Gabriela Buffa[2]

 

Resumen: Durante la última semana de febrero de 2017, el autor y la autora de este artículo participaron de una serie de actividades organizadas por la Federación de Cooperativas de Trabajo de los Estados Unidos, coordinadas por Rebecca Kemble, actual consejera de gobierno de la Ciudad de Madison, asociada de la cooperativa de trabajo Union Cab y presidenta de CICOPA Norteamérica, sectorial de la Alianza Cooperativa Internacional. En este artículo realiza un recorrido por distintas experiencias cooperativas norteamericanas que piensan y organizan estrategias de resistencia y construcción de alternativas comunitarias en un contexto que busca consolidar una política conservadora y ultra nacionalista de la mano de Donald Trump.

 

Palabras clave: cooperativismo, Estados Unidos, Donal Trump.

 

 

Conocer experiencias cooperativas de otros países nos permite no solo aprender de ellas, sino también tender puentes, construir redes, compartir herramientas y ver cuántas problemáticas tenemos en común a pesar de las distancias. Durante la última semana de febrero de 2017 participamos en una serie de actividades organizadas por la Federación de Cooperativas de Trabajo de los Estados Unidos. Las actividades estuvieron coordinadas por Rebecca Kemble, actual consejera de gobierno de la Ciudad de Madison, asociada de la cooperativa de trabajo Union Cab y presidenta de CICOPA Norteamérica, sectorial de la Alianza Cooperativa Internacional. Este recorrido, realizado mientras el gobierno de Donald Trump comenzaba a consolidar su política conservadora y ultra nacionalista, nos permitió ver un contexto de fuerte conflictividad política y social donde un sector de la población, opositor a ese gobierno, piensa y organiza estrategias de resistencia y construcción de alternativas comunitarias y solidarias.

A continuación, compartimos una serie de experiencias cooperativas, en las cuales cada una plantea, desde su historia y desde un hacer colectivo, formas posibles de organización social y económica, en el marco de una sociedad fuertemente atravesada por los valores que impone el mercado. En este marco, también presentamos la experiencia del movimiento cooperativo argentino, la cual resultó ser de gran interés por su diversidad, por los niveles de integración y particularmente por las estrategias de resistencia desarrolladas a partir de la crisis del 2001 por el movimiento de lxs trabajadorxs en los procesos de recuperación de empresas y por el movimiento cooperativo en el sostenimiento de las fuentes de trabajo, ya que presentan algunas similitudes con la etapa actual que atraviesa los Estado Unidos.

 

Ciudad de Madison, Mutual Aid[3] (Ayuda Mutua)

Existen actualmente diversas experiencias de ayuda mutua que buscan estructurar redes en donde se pongan en juego otras lógicas para pensar el intercambio y cómo compartir recursos, saberes y tiempos sin la mediación del dinero. Mutual Aid es un ejemplo de ello. Se trata de una red nacional que propone intercambiar de forma no dineraria trabajo para satisfacer las necesidades de las comunidades involucradas. Una de las modalidades es el “banco de tiempo”, donde cada integrante cambia bienes y servicios en tanto trabajo por hora. También, se está comenzando a desarrollar la idea de los “fondos de ahorro común” (money pools) en donde cada integrante puede depositar su dinero y prestar una cantidad equivalente, con el objetivo de poder desarrollar proyectos.

 

South Central Federation of Labor[4]

El Labour Temple (Templo del Trabajo) es la sede de la South Central Federation of Labor, una federación que nuclea a más de cien sindicatos y a más de cien mil trabajadorxs. Este espacio fue el escenario de un encuentro abierto a la comunidad que tuvo como consigna la idea de que las protestas y movilizaciones ya no son suficientes a la hora de proteger los derechos y la dignidad de los pueblos en los tiempos actuales. A partir de esta consigna, se expresa la necesidad de trazar nuevas de líneas de acción en pos de lograr formas de organización que estén a la altura de los embates de los sectores dominantes.

Creemos que la potencialidad que tuvo este encuentro, que surge de una necesidad primaria de juntarse frente a la impotencia que genera vivir en desacuerdo con un sistema y con un gobierno, es habilitar un espacio estratégico de discusión política. Como aporte a los debates que tuvieron lugar en los encuentros, compartimos un poco de la historia y del presente de la economía solidaria la Argentina. Comenzamos desde la experiencia de las cooperativas a partir de la crisis económica del 2001, al hacer foco en las formas de autogestión que se generaron a partir de la destrucción del entramado productivo y social, pero también en la dimensión del crecimiento cooperativo que se produjo luego de esos años trágicos. También, hicimos especial foco en el eje cultural de los procesos de transformación al compartir el proceso del Centro Cultural de la Cooperación y al destacar su creación como una forma de luchar contra el pensamiento único neoliberal y hegemónico y la organización del trabajo en departamentos de investigación con eje en la realización de acciones políticas y culturales concretas.

 

Cooperation Jackson

Esta entidad se dedicada al desarrollo y organización de cooperativas en la ciudad de Jackson, Mississippi. En relación al contexto y al rol de lxs trabajadorxs, Kali Akuno, uno de los referentes de la organización y militante en defensa de los derechos de los pueblos afroamericanos, plantea que:

 

tenemos la necesidad de dejar en claro que actualmente estamos en un proceso en donde sin duda perderemos algunos derechos y debemos enfrentar la difícil tarea de jerarquizar qué perderemos y qué no. No estamos en condiciones de enfrentar todos los ataques del gobierno de Trump, y él vino a renegociar los términos del imperialismo.

 

En relación a la estrategia Kali Akuno destacó que “hay que crear los vínculos con los sindicatos de izquierda y las organizaciones cooperativas y de la ESS, para volver a recuperar una identidad unificada, en tanto somos todxs trabajadorxs”.

Sara Van Gelder, es periodista y se define como activista. Durante seis meses viajó por su país y relevó experiencias autogestionadas y de poder popular en aquellos territorios que menos conocía, en la búsqueda de formas comunitarias de resistencia. Sara presentó su libro Revolution where you live (Revolución en donde vives), y destacó que:

 

Fundamos la revista Yes en los años 90 porque veíamos que vivíamos una crisis profunda, y porque consideramos que necesitamos compartir y conocer alternativas a esa etapa. Ahora vemos algo similar y es por eso que salimos a buscar esas experiencias por los estados del país.

 

Isthmus Engineering & Manufacturing Coop[5]

Esta cooperativa fue fundada en 1980 y se dedica a la fabricación de máquinas herramienta, es decir, fabrican piezas para diferentes tipos de industrias. Su alto nivel en tecnología aplicada les permite aceptar proyectos de máxima exigencia. Al mismo tiempo se preocupan por el área educativa donde realizan una importante tarea, tanto en lo interno, al formar a sus integrantes y al apoyar su formación continua, como en su relación con otras organizaciones, donde contribuyen financieramente a actividades científicas y tecnológicas. A modo de ejemplo, llevan a cabo el programa “School to work” (“La escuela al trabajo”) donde estudiantes secundarios hacen pasantías en la cooperativa, de esta forma colaboran para que muchxs jóvenes puedan participar de una serie de concursos tecnológicos regionales. Durante nuestra visita, se encontraban trabajando en un proyecto de gran envergadura, como la construcción de una línea de montaje para motores Cummings, otra para Harley-Davidson y se estaban preparando para fabricar la maquinaria que construirá los nuevos “Tesla” Modelo 3. Esta organización da cuenta de cómo, desde el modelo cooperativo, se pueden realizar los trabajos más exigentes a nivel tecnológico sin perder de vista la función social y su organización democrática. Sobre esta cooperativa se pueden encontrar diversos documentales e investigaciones académicas.

 

Cooperativa de Artes Marciales

En la ciudad de Madison, funciona un espacio de entrenamiento en artes marciales que, a diferencia de otros centros similares, realiza un trabajo con mujeres que sufrieron violencia de género. El mundo de las artes marciales y sobre todo el del kickboxing tienen una impronta marcada por la competencia y el sexismo, pero desde esta cooperativa se proponen discutir esas prácticas, desnaturalizarlas y dar lugar a pensar la horizontalidad en las artes marciales, la organización del trabajo y el cuerpo desde la dimensión de lo político.

 

Four Stars Video Coop[6]

Es una tienda de videos que funciona desde 1985, pero se convirtió en cooperativa en 2014 cuando sus asociados actuales la compraron, motivados por su amor por el cine y para que no desapareciera el espacio. Como una de las características principales, los asociados destacan que, a pesar de dividir las tareas, se apoyan mutuamente para llevarlas a cabo y que las decisiones importantes siempre las toman todos juntos.

Por su parte, el intendente de la Ciudad de Madison, Paul R. Sogin, manifestó la importancia que tiene para su gestión desarrollar y apoyar financieramente a las cooperativas y mostró gran interés por conocer la experiencia del movimiento cooperativo argentino, particularmente su relación con el Estado y las políticas públicas de apoyo al sector. Sogin expresó que su objetivo es alcanzar una mayor visibilidad y convertir a Madison en la primera ciudad cooperativa de los Estados Unidos. En este sentido, la idea del desarrollo de los municipios cooperativos, proyecto que en la Argentina impulsa Cooperar, tuvo una gran recepción por parte del funcionario. Es visible en la Ciudad de Madison que el sector cooperativo tiene un gobierno que favorece su desarrollo, de hecho, Sogin mencionó que está desarrollando un presupuesto específico para promocionar la creación de nuevas cooperativas en diferentes ámbitos.

 

MadWork

Madwork es un espacio de coordinación que reúne a las cooperativas de trabajo de Madison, a docentes universitarios y organizaciones vinculadas al sector para discutir estrategias comunes que les permitan profundizar su rol en el territorio y el trabajo en red. Entre los temas que discutieron con mayor profundidad durante nuestra visita, podemos destacar la necesidad de formar nuevas cooperativas, de promover la educación cooperativa, de facilitar la asistencia técnica a las organizaciones y de tener un rol más preponderante en lo político. Son temas y preocupaciones que encontramos comunes con los que se discuten en los espacios de integración en nuestro país, y donde la falta de recursos es muchas veces un obstáculo para sostener en el tiempo este tipo de proyectos.

 

Union Cab[7]

Union Cab es una cooperativa fundada luego de una gran huelga de los choferes de taxis en pos de mejoras en las condiciones laborales y salariales. Esta huelga, que se produjo en el año 1979, llevó a que el dueño cerrara la empresa y dejara a todxs lxs trabajadorxs en la calle, quienes, para no perder su fuente de ingresos, tomaron la decisión de continuar trabajando. Para ello, formaron la cooperativa y pusieron dinero de su bolsillo y a través de un préstamo que recibieron. Con eso lograron comprar los automóviles, las licencias, la señal de radio y los equipos necesarios. Un apoyo muy importante que destacan es el de sus familias y el de la comunidad, quienes los acompañaron durante un largo proceso. Actualmente la integran más de 210 miembros, cuentan con un suministro propio para carga de combustible y un taller mecánico para reparar las unidades. Organizan múltiples cursos de formación para lxs asociadxs, por ejemplo, en temas relacionados a la seguridad, al manejo y a la atención de personas con necesidades especiales.

 

Community Pharmacy[8]

Esta farmacia comunitaria fue fundada en 1972, en el marco de una organización estudiantil de la Universidad de Madison, con la idea de brindar información y productos farmacéuticos a buen precio para los ajustados bolsillos de las y los estudiantes. Se constituyeron como cooperativa en 1986 y actualmente cuenta con 24 asociadxs. Los objetivos que mueven a esta cooperativa son los de mejorar la salud comunitaria a través del asesoramiento de profesionales y la selección de productos de calidad, de producción local. Por defender estos principios, en un contexto donde la salud no es un derecho, han sufrido presiones de la industria farmacéutica concentrada y de seguros.

 

Centro Hispano

Este centro[9] se creó para acompañar y contener las necesidades de una gran cantidad de migrantes de la comunidad latinoamericana que vive en la ciudad. Esto implica, entre otras cosas, pensar cómo dar respuesta a la necesidad de encontrar trabajo. Dentro del marco de esa tarea, y como parte de los programas para adultos, se está desarrollando un proyecto para crear una cooperativa de trabajo de promotoras de salud, cuyas asociadas son un grupo de mujeres migrantes de Ecuador, México y Venezuela. Tuvimos la oportunidad de conversar con ellas sobre las características principales de las cooperativas, fundamentalmente, sobre la forma de organización social y económica, debido a que para ellas eran ejes centrales en los que podíamos colaborar en el marco del proceso de formación que están atravesando.

Resulta interesante destacar que de la ronda de presentaciones y de expectativas respecto a la formación de la cooperativa, el grupo de mujeres pudo recuperar historias de sus países de origen vinculadas a experiencias cooperativas. Recordaron historias de la infancia en sus comunidades y elaboraron reflexiones respecto a la necesidad de reencontrarse con esa experiencia comunitaria, de “enseñar a las futuras generaciones que con la lucha y la unión se puede”, que “la idea de la cooperativa va mucho con nuestros ideales, de la no explotación laboral, la no discriminación”, también pudieron expresar que, aunque tengan un poco de incertidumbre frente al proyecto, las ilusiona seguir aprendiendo y que los sueños que tienen son “servir a las mujeres de la comunidad latina”, “darle voz a la comunidad”, “crear empoderamiento de la comunidad”. Todo un ejemplo de lucha y organización.

 

Equal Exchange y Just Coffee

Estas son dos experiencias vinculadas al comercio justo. La cooperativa de trabajo Equal Exchange[10] comenzó en 1986 con la comercialización de café comprado a pequeños productores familiares y cooperativos de Centroamérica y África y con el tiempo pudieron ir incorporando otros productos como chocolates y té que se comercializan en supermercados. Hoy la integran 126 miembros y las cooperativas con las que trabajan tienen cientos de agricultores cada una. Equal Exchange se propone cuestionar el modelo comercial existente que favorece a las grandes plantaciones, a las agroempresas y a las corporaciones multinacionales. Busca conectar a las y los consumidores y productores a través de la información, la educación y el intercambio de productos al utilizar el modelo cooperativo como herramienta para generar cambios.

Just Coffee[11] comenzó en el año 2001 con la idea de ayudar a las y los agricultores zapatistas de Chiapas, México, en un momento donde el mercado del café no estaba funcionando bien. Sin saber mucho acerca del tostado del café, empezaron a formarse y a darse a conocer en actividades, en los mercados locales, en protestas y eventos a través de la distribución de café y de dar charlas sobre comercio justo, sobre el proceso de trabajo, al mostrar de dónde viene el café y cómo los afectan las elecciones que hacemos al elegir un producto determinado en vez de otro. Hoy comercializan café de cooperativas de Latinoamérica y de África, y buscan ayudar a que la gente pueda quedarse y producir en su comunidad: “Nuestro compromiso es con los pequeños productores, comprometidos con la tierra, con las comunidades”. En la cooperativa trabajan más de veinte personas, según ellxs: “Somos pequeños jugadores en la industria del café con una voz fuerte, no nos callamos”.

 

Ciudad de Chicago, New Era Windows[12]

Es una empresa recuperada en el año 2012 por sus trabajadorxs que se dedica a la fabricación de ventanas. Desde el 2008, han atravesado un largo proceso para mantener sus fuentes de trabajo, cuando el primer dueño dejó de pagarles los salarios a lxs trabajadorxs. En ese momento, iniciaron una toma que duró seis días y lograron que les pagaran lo adeudado. A partir de allí, la fábrica cambia de dueño, pero a los tres años, en 2012, comienza a despedir gente y también decide cerrar. Lxs trabajadorxs que quedan vuelven a tomar la fábrica y se organizan para comprar la empresa y las maquinarias. Comienzan a tomar cursos en el sindicato para conocer sobre la gestión del modelo cooperativo y organizan la primera asamblea entre 23 asociadxs. En estos años, la producción fue aumentando, lograron mudarse, construyeron sus propias máquinas para facilitar y agilizar algunas partes del proceso de trabajo. Ahora se plantean nuevos desafíos, están buscando comprar un terreno para instalar la fábrica. La ocupación ante el cierre de una fábrica no es un proceso muy extendido en los Estados Unidos, a partir de la crisis del 2008, mucha gente perdió su fuente de trabajo. Lxs trabajadorxs de New Era pudieron organizarse, contar con el apoyo de sus familias y del sindicato United Electrical Radio and Machine Workers of America. En palabras de Armando, el presidente de la cooperativa, “el siguiente paso de los sindicatos debe ser apoyar la recuperación de empresas”. También saben de la importancia de transmitir la experiencia, de mostrar que la recuperación de empresas y la organización cooperativa funcionan, por eso, en 2016, formaron una coalición integrada por cooperativas, la universidad y dos centros de trabajo, que se propone crear nuevas cooperativas, promover una legislación para las cooperativas de producción y defender los derechos de lxs trabajadorxs.

 

Five Points[13]

Esta cooperativa de salud se dedica a la acupuntura, los masajes, la psicoterapia y la venta de hierbas medicinales. Todxs sus integrantes son jóvenes, estudiaron juntos y decidieron en ese período que la cooperativa era el modelo de organización que mejor reflejaba sus objetivos e ideales de justicia social. Con la experiencia previa de formar parte de una cooperativa de vivienda y de otra de consumo, compartieron sus recursos y crearon un modelo de salud accesible para la comunidad. En palabras de Celeste: “Este es un ejemplo donde el dinero de la gente se queda en su comunidad”. Ella nos cuenta que toman las decisiones de forma horizontal y democrática y que “nuestros pacientes sienten la diferencia”. Lo que se proponen ahora es comenzar a reunirse con otras cooperativas de Chicago para estar más integrados, desarrollar proyectos juntos e impulsar la creación de una legislación que reconozca a las cooperativas jurídicamente, ya que ellos debieron inscribirse como sociedad de responsabilidad limitada.

Ciudad de Milwaukee

En esta ciudad se ha desarrollado en los últimos años un incipiente movimiento cooperativo encarado por jóvenes que buscan cambiar las dinámicas económicas de su localidad. Una de estas experiencias es la cooperativa de consumo y café Riverwest que cuenta con más de 850 asociados y doce empleados. Uno de los objetivos que tienen es crear mayor conciencia entre lxs asociadxs acerca del carácter cooperativo y de esta forma fomentar el involucramiento y una mayor participación de la comunidad.

La otra cooperativa fue Riverwest Public House.[14] Esta última comenzó a funcionar en 2012 con el objetivo de realizar actividades culturales y recaudar fondos, a través del bar, para que la federación que los nuclea, la Riverwest Cooperative Alliance (RCA),[15] pueda realizar actividades de formación y ayude a la creación de nuevas cooperativas. RCA tiene como misión promover los derechos de lxs trabajadorxs y lxs consumidorxs y responder a las necesidades de la comunidad. Al mismo tiempo, están llevando adelante un proyecto que tiene como objetivo la creación de una cooperativa de crédito para poder otorgar servicios financieros a personas con ingresos bajos y medios que no pueden acceder a los servicios bancarios y otorgar créditos a las cooperativas.

Estas empresas sociales, claro está, no agotan el total de las experiencias existentes, pero dan cuenta de un conjunto de organizaciones que pueden convertirse en un entramado potente. Una vez más queda demostrado que tanto en el Sur como el Norte existen muchas personas que ponen realmente en práctica los principios y los valores cooperativos al llenarlos de sentido, al entender las tensiones y las contradicciones a las que nos enfrentamos cotidianamente y a las que intentamos darles respuestas. Personas y colectivos que construyen modos solidarios y horizontales de organizarse, y que ponen el foco en las comunidades, en el cuidado y el respeto del ambiente y en la defensa de sus derechos. Observamos en este sentido muchas similitudes entre ambos países, tanto en los diagnósticos que podemos hacer de la situación actual, como de los desafíos que tenemos por delante desde el sector cooperativo. Nuestra visita, en tanto representantes de entidades, también facilitó que todas estas organizaciones fortalezcan sus vínculos, se conozcan más entre sí y que podamos seguir pensando juntos alternativas que nos permitan resistir y construir.