Declaración del IMFC por el 8 de marzo: Día Internacional de la Mujer
Ni una menos, Vivas nos queremos
Hay un clamor que resuena en todo el mundo y crece reclamando poner fin a la barbarie de los femicidios y a todo tipo de agresión física y moral contra las mujeres. La lucha por los derechos de la mujer y la instalación de una cultura de respeto que se exprese, en primer lugar, en la defensa de la vida misma se ha intensificado en los últimos tiempos, ante la multiplicación de los actos criminales y el agravamiento de las condiciones de vida y de trabajo producto de un sistema perverso: el neoliberalismo, que oprime, posterga y denigra a millones de seres humanos y muy particularmente a las mujeres.
El patriarcado y su expresión más cruda, el machismo, son verdaderas rémoras del pasado que persisten de múltiples maneras en la actualidad. Su esencia radica en el concepto de la propiedad, tanto de los bienes materiales como de las personas. El varón que ejerce la violencia contra “su mujer” considera que hace lo correcto porque es suya, su propiedad. La erradicación de estas patologías de la sociedad demandará profundos cambios culturales, pero también medidas eficaces para la prevención y, llegado el caso, el resguardo de las víctimas.
En rigor, esto también forma parte de la batalla cultural contemporánea cuyo objetivo esencial es instalar las bases para la construcción de una sociedad justa y solidaria. El 8 de marzo fue consagrado como Día Internacional de la Mujer a comienzos del siglo XX, en homenaje a las obreras textiles de la fábrica Cotton, en Nueva York, que murieron como consecuencia de un incendio provocado por sus dueños en represalia por el reclamo de una jornada de ocho horas y condiciones dignas de trabajo.
Esta conmemoración, por lo tanto, reivindica en primer lugar los derechos de la mujer trabajadora, concibiendo como tal no solo a quienes se desempeñan en relación de dependencia, sino a las que en su hogar realizan trabajos domésticos, a las profesionales de las más diversas disciplinas, a las cooperativistas, a las militantes políticas y sindicales, a las luchadoras por los derechos humanos, a todas.
Este año la efeméride adquiere una forma singular, además de los actos, las movilizaciones y otras formas habituales de darle visibilidad. Lo novedoso será un paro de alcance internacional, en cuyo transcurso millones de mujeres, en más de treinta países, harán oír sus voces. Será una jornada de reclamos y propuestas, de sensibilización de la ciudadanía democrática y de incidencia sobre los gobiernos y parlamentarios, los medios de comunicación y las organizaciones de la sociedad civil.
Habrá proclamas en muchos idiomas, con el denominador común que articula esta novedosa movilización: “Ni una menos, vivas nos queremos”.
Desde el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos convocamos a nuestras compañeras para que se sumen a esta impostergable demostración ciudadana, con la certeza de que la participación popular de mujeres y hombres es la forma más eficaz de contribuir a transformar la realidad, porque solo es posible garantizar la vida en el presente y hacia el futuro si lo hacemos juntos.
Secretaría de Género del IMFC
Consejo de Administración del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos Coop. Ltda.